El poder de las estrellas

Capitulo 12

Marcos me besaba tan apasionadamente, su boca iba al ritmo de la mia, mientras nuestras lenguas jugueteaban mientras sus manos se afirmaban en mis muslos, luego una de sus manos sube lentamente y por debajo de mi remera, afirmando su agarre en mi pecho. Yo no pude contener un jadeo de placer. Mientras yo le acariciaba su cabello y me dejaba llevar, lo necesitaba, necesitaba de el algo en mi interior me lo pedía con grito de urgencia… en ese momento nunca había sentido esa conexión con Jace.. Jace… ya no sentía esas emociones con el o quizá solo era el momento de que sentía muchas cosas con marcos….. era una gran urgencia tenerlo a mi lado. Mientras mi mente se basaba en sacar conjeturas y en disfrutar el momento en el que sentía que me iba a prender fuego junto con Marcos, decidí pasar mi mano por su cintura, debajo de su remera y tener contacto con su espalda.

Cuando lo hice el se estremeció y no pudo evitar contener un jadeo que salió por su boca. El reaccionó acercándome más a el aferrándose más fuerte y volviendo el beso más salvaje que no hubiera podido contener.

–Clarisse, espera, quiero decirte algo– se separó de mi para decirme algo, su voz era ronca y respiraba acelerado igual que yo, su mirada pedía más de mi como si fuera un gran deseo lujurioso del cual no podía resistir.

–Si…. Marcos…dime que es lo que quieres? – Dije recuperando el aire que sentía que me faltaba.

–Quiero que seas mi novia, siento muy en el fondo que estamos conectados, quisiera hacerte feliz, como nadie lo ha hecho, te necesito– termino de hablar esas dulces palabras y le vi a sus ojos que estos brillaban de la emoción y se parecía a un cachorrito indefenso, pero que solo quería amarme, amarme más de lo que quizás me imaginaba.

–Marcos, me encantaría ser tu novia, pero todo esto es muy nuevo para mi, es verdad que yo siento algo muy profundo que sucede entre nosotros, lo acepto, pero necesito tiempo para pensarlo, sabes? – Pude decir

–Pero sería un no o quizás? –se movió medio incomodo

–Marcos, tu si me gustas y hay algo en todo esto que es una gran conexión entre nosotros, pero quiero tiempo para pensarlo y decidirlo, además tengo que ver como arreglo lo de Jace…. Tu sabes que con el estamos en algo pero de alguna manera voy a arreglarlo y cuando lo haga podremos estar juntos…. Que te parece? –

–Claro nena, te esperaré todo lo que sea necesario–Cuando termino de decir eso elevó su mano hacia mis labios y me besó tiernamente y yo le correspondió el beso.

Luego entramos dentro del departamento. Cuando estábamos dentro escuchamos la puerta y yo me había asustado. Con Marcos nos miramos y el asintió y me dejó detrás suyo quizá en modo de defensa y yo inspiré 3 veces para poder controlar y sacar mi poder interno de las llamas violetas.

Avanzamos lentamente desde el balcón resguardados detrás de la pared que estaba en el living. Maros asomo la cabeza, pero no vio nada y luego lo hice yo pero también yo no vi nada.

Cuando me doy vuelta veo a un cuervo en la mesa y me lleve automáticamente las manos a la boca tratando de acallar un grito ahogado.

De inmediato cuando la figura del cuervo me visualizó con sus ojos rojos emanando esa frialdad desde su mirada se transformó en la silueta de un hombre y con su viejo tapado que tenía me di cuenta de quien se trataba.

–Munin, no me asustes de esa manera, es una falta de respeto hacia mi– largué en un tono que sonó enfadado, pero no gritando ya que los demás dormían.

–Lo siento mi señora no fue intención asustarle

–Munin no me llames así que suena extraño, ya te lo he dicho, llámame por mi nombre

–Lo siento Clarisse

Marcos solamente observaba la escena con mirada escéptica, no se si entendía pero no creía lo que veía.

–Munin te presento a Marcos, Marcos te presento a Munin– Dije tratando de aliviar la tensión que se había creado al ver al cuervo anteriormente.

–Hola mucho gusto Marcos– Munin le extendió la mano y Marcos agarró la suya y se aprisionaron mutuamente con intención de saludo.

–El gusto es mío Munin dime, ¿De dónde vienes? – Marcos le miró inquisitivamente

–Bueno vengo de Greenville y sobrevolé todo hasta llegar aquí con Clarisse, mi señora, ya que debo entregarle algo muy importante– Apartándose de Marcos y vino hacia mí– Tuve otra premonición, las cartas que te traeré son eso, premoniciones y solo son escritos por mi porque yo lo veo y lo escribo así que en el día de ayer tuve una y hoy decidí buscarte y te encontré, tómalo– y me extendió un papel también doblado.

Cuando lo desplegué decía lo siguiente:

Tal vez mañana sea un recuerdo y a la vez el tiempo irá escribiendo.

Herirán tu piel. Podrás estar en tu ayer y no perderás tu poder.

Quisiera hablar, ver, estar y ser.

En los brazos de aquel volveré a nacer, juntos volveré a nacer.

El ayer se borrara de la piel, se perderá en el tiempo con un gran remolino ardiente



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Editado: 26.06.2018

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