El poder de los sueños

CAPÍTULO 3: AMIGOS

Entonces la vi, una hermosa chica, que me dejó sin palabras, sin respiración, quede paralizado, no reaccionaba que estaba encima de ella.


 

- Eh, podrías levantarte, estas algo pesado.


 

- Oh lo siento, discúlpame, no… no me di cuenta.


 

Estaba un poco nervioso, había tirado a una chica muy linda en mi salón de clases. No había nadie más y ni siquiera sabía quién era.


 

Me levanté poco a poco y la ayudé a incorporarse, a pesar de la situación se mostraba muy tranquila, estaba bastante calmada.


 

Justo cuando ambos estuvimos de pie logré verla mejor, su cabello suelto de color castaño claro, sus ojos color avellana, sus labios delgados y finos, junto con su tez blanca, la hacían difícil de no ver detenidamente.


 

- En serio lamento lo sucedido, no me di cuenta que ibas saliendo y tropecé.


 

- Si lo note, no te preocupes fue un accidente, yo tampoco me di cuenta de ti, así que no es culpa de nadie.


 

Hablaba tan gentil y amablemente que solo hacia que me sintiera mal por haberla tirado de esa forma, aunque no parecía estar lastimada por lo sucedido, me sentía un poco mal por ello.


 

- Esta bien entonces, yo solo venía por mi...


 

- ¿Por esto quizás?


 

En se momento me mostro su mano, en la cual estaba cargando un celular, ¡mi celular!


 

- Si, mi celular, lo encontraste.


 

- No fue difícil, estaba a simple vista sobre una de las mesas, pensaba guardarlo hasta mañana, pero supongo que es tuyo, digo, nadie regresaría al salón de la manera en que lo hiciste si no fuera por que olvidaste algo.


 

- Si, tienes toda la razón, no se en que momento lo dejé sobre la mesa que no me di cuenta hasta que salí.


 

Me sentía tan aliviado por recuperar mi celular, ya que al creer que lo había perdido me había dado un mini infarto al corazón, pero el encontrarlo me regresaba el Alma al cuerpo, aunque de igual forma me sentía apenado al mismo tiempo, a mi edad no debía ser tan irresponsable con mis cosas.


 

- Debes ser más cuidadoso, alguien más se lo pudo haber llevado y tal vez jamás lo hubieras vuelto a tener, hay que ser más responsables con las cosas.


 

Parecía una mamá regañando a su hijo que acababa de cometer una travesura, de pronto sus palabras de gentileza y amabilidad se transformaron por unas de sermón.


 

- Si... tienes razón, seré más cuidadoso, tratare que no me vuelva a pasar, aunque es raro que aún haya alguien por aquí, pensé que ya todos se habían ido a sus casas.


 

No había razón alguna para estar en el salón, ya había pasado un buen rato desde que terminaron las clases, así que todos ya deberían estar fuera del aula, pero ella apenas estaba saliendo.


 

- Eh, bueno eso, es.... bueno ya sabes, volví por… digo estaba aquí por.... si, por eso.


 

- ¿Estas bien?, pareces algo nerviosa, acaso tu...


 

Mientras respondía se puso nerviosa de un momento a otro, parecía ocultar algo, ese "volví" me hizo sospechar y entonces noté lo que trataba de ocultar en su otra mano tras su espalda mientras hablaba nerviosamente.


 

- Eso es... si, es un celular, tu también volviste por tu celular, ¿verdad?


 

Tenia otro celular en su mano que trataba de esconder, no había razón de hacerlo ni de ponerse así de nerviosa, al menos que fuera descubierta siendo una irresponsable, tal como ella me había dicho a mi.


 

Solo sonreía nerviosamente a mi pregunta, su silencio me respondió y sin dudarlo use sus palabras contra ella.


 

- Con que tengo razón verdad, así que no tenemos que ser irresponsables con nuestras cosas, ¿no?


 

Fui más directo con ella, después de todo, trato de sermonearme sobre la responsabilidad cuando también ella había hecho lo mismo.


 

- Jejeje, bueno jamás dije que lo fuera, solo trate de dar un consejo.


 

- Más bien parecía que querías quedar genial delante de mi, como toda una chica madura y responsable.


 

- Bueno puede que también sea verdad, jejeje.


 

Solo la quede viendo, como si le dijera por medio de mi mirada, te cache.


 

Dicha mirada parecía que funcionaba ya que su nerviosismo aumentaba más y más, hasta que finalmente sucumbió.


 

- Esta bien, tu ganas, también olvidé mi celular, por eso volví y fue cuando me encontré con el tuyo, solo trate de verme cool ya que me sentía tan tonta por dejar mi celular de esa manera.


 

Después de ser descubierta me hablo tan apenada que no pude evitar reír.


 

(risas)


 

- De que te ríes, no es gracioso, además también tu hiciste lo mismo.


 

Al parecer la risa la molesto, al menos eso me dio a entender la postura de brazos cruzados que tomó.


 

- Lo siento, no pude evitarlo, solo se me hizo gracioso que trataras de quedar cool ante alguien que no conoces.


 

- La verdad solo quería sentirme la madura de la situación, casi siempre termino siendo la inmadura, así que pensé que esta vez podría ser diferente, jeje discúlpame.


 

- Ya, ya, no te preocupes por eso, gracias a ti tengo mi celular de vuelta y pase un rato divertido, me llamo daren, daren matthan, mucho gusto.


 

Termine de decir esas palabras mientras estiraba mi brazo para estrechar su mano.


 

- Je, un gusto daren, yo me llamo brisa nishi.


 

Estrecho su mano con la mía, por un momento nos quedamos viendo en silencio.


 

- Bueno, en verdad lamento tirarte cuando entre, si ya vas de salida puedo acompañarte a tu destino como disculpa, si aceptas claro.




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