CAPÍTULO 4: EN MIS SUEÑOS

- Esta haciendo mucho calor el día de hoy, creo que debo parar a descansar un poco.

Me encontraba corriendo por un sendero, todo a mi alrededor estaba tranquilo, a lo lejos se podía ver el parque a donde me dirigía, el sendero me llevaba a el, me sentía un poco cansado cuando decidí descansar un poco en donde me encontraba.

Por alguna razón estaba haciendo un poco de ejercicio, no sabia bien que día era, pero estaba tranquilo, como si de un fin de semana se tratara. Escuchaba música y me sentía bien, después de un momento decidí seguir corriendo.

- Ya casi llego al parque, debo darme prisa o la dejaré esperando mucho.

Dije esas palabras mientras procedía a seguir, no es que supiera a que me refería, ni de quien hablaba, pero las dije aún así, y luego de un rato había llegado a donde parecía que me estaban esperando.

- Bien, logré llegar a tiempo, me pregunto dónde puede estar.

Mientras terminaba de hablar y observaba a mi alrededor, una voz conocida de hace poco me contestó.

- Ya llegaste, te estaba esperando.

- Brisa! Ya veo, con que volviste a llegar antes que yo, pensé que esta vez si te ganaría.

- Jeje no muchachito, siempre te he ganado y así será por toda la eternidad.

- Puede que si, puede que no jaja.

Nos reímos felices de la vida, por alguna extraña razón me había citado con brisa en el parque, ni siquiera sabía que parque era, pero me sentía feliz, como si esto fuera de todos los días.

- Bien, entonces, ¿comenzamos?

Me pregunto directamente, no estaba seguro de a que se refería con "comenzamos", pero conteste.

- Si, adelante.

Entonces empezamos a correr alrededor del parque, no éramos los únicos que lo hacían, había mucha gente corriendo también, el parque estaba lleno de vida, a lo lejos las canchas de futbol rápido y baloncesto estaban llenas de personas, habían niños en bicicletas por todo el lugar y muchas familias y parejas sentadas almorzando, era un día excepcional.

- Vaya, parece que has mejorado daren.

Me hablo brisa con un tono de felicitación mientras corría a mi lado.

- Si, he estando practicando mucho, no veía justo que siempre aguantaras más que yo al correr, además si queremos ganar debo ser mejor y estar al mismo nivel que tu.

No sabia a que me refería con ganar, por alguna extraña razón, sentía que no controlaba lo que decía o hacía, era extraño, como si observara a un daren diferente a mí.

- Ya veo, me parece bien entonces, yo igual me estoy esforzando por mejorar, esa carrera será nuestra, amor.

El simple hecho de que me estuviera preparando para una competencia, que al parecer era de correr, ya me tenía en una situación muy extraña, pero el que me dijera amor fue otro nivel.

- Ya veras que la ganaremos cariño, juntos tu y yo lo lograremos, por eso hay que seguir corriendo.

Sujetando su mano seguimos corriendo por todo el parque. No entendía que sucedía, no me lo explicaba, ni parecía que lo cuestionara, pero me sentía muy feliz de la vida, eso era seguro.

Después de casi 2 horas de correr sin descansar, paramos en un pequeño lago, por alguna razón había un lago de la nada dentro del parque en el que me encontraba o no lo había visto hasta ahora, todo era extraño.

- Podemos descansar aquí daren, creo que merecemos un pequeño descanso amor.

- Creo que es una buena idea cariño.

No parecía ser extraño que pudiéramos correr tanto tiempo sin desfallecer, ni que el lago aparecía de la nada y que nadie estuviera cerca.

- Y dime, ¿crees que nos irá bien en el examen de matemáticas de mañana?

- Bueno, yo creo que al menos un 8 si podemos sacar, Frank nos puede ayudar antes del examen si te preocupa mucho eso.

Por algún motivo que no sabia, hablábamos de un examen de matemáticas, lo extraño es que no teníamos ninguna materia de ese tipo en la universidad, la ultima vez que tuve una clase así fue en el bachillerato, además Frank era un amigo que dejé en mi antigua escuela y que ahora estudiaba derecho en otro lugar, pero aunque supiera todo eso, parecía que no era extraño en lo absoluto.

Entonces…

- Hey brisa, daren, que casualidad, no pensé encontrarlos aquí hoy.

Quien me habló no era otro que mi amigo más reciente, enrique y no venia solo, a su lado, abrazadas de el, se encontraban las dos chicas que nos estuvieron dando mucho cariño durante el primer día de universidad, mary y dany.

- Que tal enrique, con que vienen de paseo los novios.

Brisa parecía ver esa escena muy normal, además dijo novios, no entendía como es que enrique ya se había hecho novio de alguna de esas chicas.

- Decidimos correr un poco antes de la carrera, veo que ustedes decidieron tener una cita.

Hable como si nada, no entendía por qué lo hacía, como si supiera quien era su novia y que ya era algo común para mi, entonces los sucesos extraños siguieron.

- Así es chicos, mis novias y yo, con este día tan hermoso, decidimos tener una cita el día de hoy.

No había escuchado mal, enrique había dicho novias, la situación cada vez era más rara.

- Si, así es chicos, estamos en una cita.

Las dos chicas en cuestión volvieron a hablar al mismo tiempo, como lo habían hecho en la mañana, seguido de eso cada una beso a enrique.

No creía lo que estaba pasando, era algo que no se veía todos los días, sin embargo, no parecía reaccionar sorprendido ante ello.