La hora de almuerzo en Stafford era un gran alivio para todos los estudiantes, donde todos podían acceder a unos cuantos minutos para descansar, conversar o hacer deberes a último momento. Sin embargo, Odessa no pertenecía a ninguna de esos tipos de personas; ella leía un libro tranquilamente mientras comía una manzana, sentada en una larga mesa completamente sola. La soledad nunca fue su problema, ni mucho menos las miradas puestas en ella, su cara seguía neutra sin ningún tipo de expresión como si hubiera nacido para aquello.
-alguien llame a la policía un fenómeno se escapó de su circo.
Almendra Wave caminaba como una diosa frente a Odessa, su cabellera rubia teñida se movía al compás de sus sensuales movimientos con la cabeza, con su maquillaje ideal para una muñeca Barbie, su vestido rosa chicle ajustado a su cuerpo y sus zapatos no tan altos como los de Odessa se posicionó frente a ella con un aire de autoridad.
-Ow, hace años no voy a un circo...-Un chico de la banda que la seguía comentó-Gracias fenómeno, ahora no es necesario que tenga que ir a uno y encima pagar, con solo verte ya veo toda una función de espectáculos.
Odessa levantó la ceja en su dirección sacando por primera vez la vista de su libro, los examina con lentitud a cada uno de sus rostros; luego vuelve su vista al libro y le da una mordida a su manzana para seguir tranquilamente su lectura.
Almendra enojada por la falta de atención, arrebató el libro de sus manos con fuerza. Examinó la portada con rapidez buscando algún título para así burlarse pero cuando lo abrió notó que todas las páginas están en blanco. Odessa clavó su vista en ella, sin decir nada.
-¿Qué tanto ves si esto está completamente blanco?-Exclamo burlona e incrédula la rubia, cerró el libro y lo revoleó contra la mesa con indiferencia, el libro cae justo al frente de ella, quien aún sin contestarle miró como su libro se encontraba sano y salvo.-¡Oh chicos, a vuestra fenómeno le comieron la lengua los ratones!
-¿Por qué no habla?-Preguntó uno de ellos, arrebató la manzana de su mano y con brusquedad se la llevó a la boca, le dió una gran mordida y luego tiró de la fruta al suelo. Odessa ni siquiera se movió. -¡Habla!
Todos los alumnos sentados en las mesas de su alrededor se giraron al ver el espectáculo que brindaban la pandilla de Almendra Wave contra el nuevo enigma de Stafford.
Odessa debatió internamente que opción elegir, contestar; ignorar; o simplemente marcharse. Luego de unos segundos al cual todos pertenecieron mirandola impacientes ella abrió la boca y dijo unas pocas palabras.
-En los circos el espectáculo es el animal mas peligroso comportándose, en unos cuantos casos se trata de un León o un Tigre. Princesa, si yo soy el león ¿Crees que le tendré miedo a un simple espectador?-
-¡Oh, los gusanos no te habían comido la lengua!-Exclamó riéndose, ignorando el hecho que las sabias palabras de la pelinegra habían acabado completamente contra ella.
-Me pregunto lo mismo con tu cerebro pero dudo que el resultado sea igual al mío. Mi lengua existe, tu cerebro quizá no.
A diferencia de Almendra, Odessa parecía comportarse con total indiferencia frente a aquella pandilla. Su rostro estaba neutro y su tono era calmado prácticamente como un susurro, mientras que su cuerpo estaba contra el respaldo de su silla dándole una cómoda mirada a los movimientos de sus "espectadores"
-No te conviene creerte mejor que yo, soy Almendra Wave no le temo a nada.
Odessa se puso de pie, tomó el libro entre sus manos y encaminó en dirección a la rubia. Ésta al darse cuenta que caminaba hacia ella miró con rapidez a su pandilla intentando ocultar el temor. Ríe nerviosa
El silencio reinó cuando ella se posicionó frente a su Almendra, la analizó unos segundos y luego le regaló una pequeña y fugaz sonrisa irónica que luego de cinco segundos se cambió totalmente a una línea inexpresivamente recta.
-¿Creen que soy un fenómeno simplemente por el hecho que tengo tatuajes?-Preguntó-¿O por mi vestimenta?-Se acercó con lentitud cada vez más-Oh quizá por qué mi presencia te causa miedo... acostumbrada al mundo de una Barbie ve por primera vez a una persona basada en la realidad. Wow, necesitarás un psicólogo.
-Tu lo necesitarás. Mírate.–Escupe con temor, mirándola de arriba a abajo con gran temor–¡Mírate!
–Mírate tú.—Susurró—Vienes al instituto con varicela, muy mal Barbie...-Se le escapa una maquiavelica carcajada-¡Oh dios mio!
Ella frunce el ceño sin entender, me mira confundida y luego saca su móvil, lo alza y se refleja su rostro en el aparato; gritó tan fuerte que los vidrios de las ventanas temblaron, puso sus manos sobre sus mejillas y horrorizó mientras giraba a mirar a sus amigos, todos retrocedieron un paso y contenieron la respiración al verla. Almendra tenia granos como de varicela por todo su rostro, estaba colorada y su ojo izquierdo un poco cerrado causado que tenia un grano en el parpado. Odessa sonrió sin apartar la mirada de ella, disfrutando el espectáculo como si sucediera todos los días aquello