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Luis Mejía
Después de la muerte de los dos líderes de facción, Ringo comenzó junto a todos
los demás a llevar una vida en paz, ya no había guerra que luchar ni muertos que
recoger, pero había algo que no había quedado claro y fue ¿Cómo llegó su
espada hasta él?, nadie la lanzó y él no la había llamado, aun así, eso no
importaba por el momento, lo más importante para Ringo era disfrutar de su
esposa y su hija feilan, con la que pasaba momentos agradables, ella tenía 16
años.
Desde que Ringo había salido de la prisión dimensional donde había quedado
encerrado, habían Pasado dos años, en el transcurso de este tiempo vinieron
cambios para el mundo, los nuevos dioses de la vida y de la muerte se repartieron
el mundo en partes iguales con los héroes para evitar nuevos conflictos entre
ellos, por lo que se acordó ante la presencia de todos los habitantes del olimpo, el
mundo entre cielo y la tierra y el inframundo. Los compromisos o reglas que cada
uno de ellos debían cumplir para estar en paz y en acuerdo entre los tres bandos
para así dar el nacimiento de una nueva era entre ellos, tras haber terminado con
un ciclo de matanza y destrucción.
Lo primero fue que el fin de la guerra debería traer nuevas esperanza para todos
sin excepción, decidiendo que el mundo tendría un nuevo comienzo, el 24 09 2050
no significaría nada para ellos y los años que pasaron, ya no se contarían más a
partir de ese momento.
Así se comenzaría desde cero y los humanos quedarían completamente
desligados de los dioses ya no serían tratados como los antiguos dioses si no
como la nueva raza y facción que había sido creada por el anterior dios padre de
todo, la cual había nacido a partir de su destierro en el pasado.
Segundo, que aun y cuando no fueran tratados como los antiguos dioses seguirían
bajo la protección de los dioses, pero ya no interferirían entre ellos y sus
decisiones, como por ejemplo borrar los recuerdos que estos poseían de la guerra