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Luis Mejía
que se recuperaran de las heridas sufridas durante aquella batalla, también llamo
a Malaquías, Rinro, Gunter, Zen, Jun, Lion, Chart, Guilva y a Milda que se
reunieran pronto en el palacio, también pidió al ejército que se preparara y
estuvieran alerta en caso de ser atacados. Para ese momento el número de
soldados con el que contaban era aproximadamente unos 8.076.554, entre los que
se encontraban los fallecidos de las tres facciones que habían perdido la vida en
las guerras anteriores y los soldados que pertenecían a los soldados de Milda que
se quedaron a su lado desde el inicio de la guerra, ya que lo más posible era que
los doce conquistadores podrían atacar.
Al entrar al palacio los dos ex líderes de facción preguntaron ¿qué es todo lo que
está pasando?, ¿cómo es posible que hubiera una guerra en ese mundo, si se
suponía que en ese lugar al cansarían la paz y el descanso eterno?, ¿hubieran
imaginado cualquier cosa, menos que eso estuviera pasando en aquel lugar?
antes las preguntas Malaquías ex líder de la facción de los héroes entraba al
recinto diciendo por ahora eso no importa, lo que importa es que ustedes dos
están juntos en este lugar y por fin el dios de la vida y el dios de la muerte se
encuentran en el mundo más allá de la muerte y podremos poner fin a esta guerra
que ha durado durante millones de años. Que había cobrado la vida de miles de
soldados heroicos, divinos y demoniaco que aún continuaban luchando. No había
tiempo para contar con lujo de detalles lo que estaba pasando, por ahora lo que
necesitaban era que los ayudaran.
Belcebú quien se mostraba más tranquilo que Belio preguntó ¿Qué es lo que
quieren de nosotros?, -----Rimuto resp, lo primero que tienen que saber es que
todos los soldados del mundo de los vivos que han muerto en las distintas guerra
no han dejado de luchar después de su muerte al llegar aquí al igual que ustedes
nos encontramos con esta cruel realidad que nadie podía imaginarse en nuestro
mundo, debido a esos acontecimiento no tuvimos más remedio que seguir
luchando tal como lo hacíamos en nuestros mundos, con la única diferencia que