Biografía
Mi nombre es Luis Alfredo Mejía Gil nací el 31 de julio de 1994.
La historia que se cuenta la tengo desde que me encontraba en la escuela, más o menos desde que cursaba cuarto de primaria, todo fue fantasía y hechos que pasaron por mi mente en esos momentos, pero fue hasta el 12 de enero del 2019 un día sin tener nada que hacer, en mi sitio de trabajo se me ocurrió redactar lo que había dejado en el pasado, me acorde de ella, decidí escribirla, no tenía experiencia, me esforcé por darle sentido y coherencia a mis pensamiento, mis palabras, sin saber cuál sería el resultado, en medio de la historia tuve que afrontar un sin números de retos, en un principio solo escribí 3 páginas de las cuales al leerlas comprendí que habían muchos cavos sueltos, que debía rellenar. Al hacerlo la historia paso de 3 a 11 páginas, en ese momento por poco me doy por vencido por la cantidad de información que albergaba en mi cabeza, hasta el punto de estresarme por no encontrar una manera de explicar la historia con coherencia; en ese momento se me ocurrió dividir la historia en dos partes para reducir los detalles que en ella habían y hacerla más fácil de comprender, pero aun así seguía siendo muy difícil, era demasiado extensa, entonces decidí crear una tercera parte para ir explicando de una manera más sencilla y a partir de ese momento todo comenzó a encajar y pude empezar a escribir con seriedad, debido a que en el pasado trate de escribirla en diferentes ocasiones en las hojas de mis cuadernos durante las cases y descansos, pero me fue imposible de lograr, no era tan fácil como lo creía y no fue hasta el 2019 que pude comenzar a escribirla con lujos de detalles por haber obtenido un computador para ese hecho
La historia es mi tesoro más preciado después de algo más importante que guardo en lo más profundo de mi corazón. Comencemos respondiendo a la pregunta porque el título “El precio de un deseo”, es sencillo desde muy niño siempre me pregunte por qué todo en el mundo tenía un inicio y un fin ejemplo, porque todo tiene punta, porque no podía ser redondo o de otra manera, esa pregunta no encontraba una respuesta. Con el pasar de los años abandone el querer saber la respuesta, pero me entro una duda o más bien encontré una nueva afición o una regla el cual me decía que toda acción hecho, palabra, respuesta o pregunta tendría un precio a pesar de no darnos cuenta de ello ya sea a largo o corto plazo. Además para mi hay muchas cosas que no tienen sentido en este mundo y quise expresar mi inconformidad de esta manera, escribiendo.
Segundo porque tanto sufrimiento para el protagonista
la razón de ello es que todos en el mundo tenemos un sufrimiento interno con el cual debemos lidiar, ya sea por consecuencia de cada persona en el mundo o de otros motivos, la cuestión es que por más dolor y sufrimiento, siempre habrá una solución para los problemas sin importar cuál sea el precio para conseguirlo sea para bien o para mal, es decisión de cada quien cual será el camino que tomara a lo largo de su vida.
Un camino sin sufrimiento no es divertido, seguir ese fue mi pensar al momento de escribir la historia.