Volumen 3: Preludio del vacío Acto único

Año imperial 1103, 1ro de marzo...

Los siguientes acontecimientos trascurren poco más de media hora del regreso de los jóvenes a la casa de las flores, específicamente a las 12 con 15 minutos de la noche...

Sobre el jardín interior de la mansión la joven dríada camina bajo la luz de la luna con una expresión tranquila y apacible, al tiempo que sostiene entre sus manos aquella pieza de joyería que le habían comprado.

Debido a la avanzada hora de la noche, la joven dríada tras separarse de su maestro deseo regresar a sus aposentos de la forma más rápida posible, por lo que está en su conocimiento de la casa, tomo un atajo rápido a través del jardín.

Al mismo tiempo que eso pasaba, el joven Milfiore dentro de la mansión, cruzaba por los pasillos para llegar a sus aposentos, al tiempo que internamente meditaba todo lo que había ocurrido esa noche y preparaba planes de acción que lo ayudasen a subir su simpatía.

En ese instante la tranquilidad inundo la morada junto a un velo de luz de luna que se oscurece gradualmente por el paso de las nubes; pero dicha escena no perduraría por más tiempo...

Un poderoso estruendo se hizo presente, sacudiendo toda la casa y sus cimientos, pero dicha perturbación no afecto solamente a la casa de las flores, la ciudad de Greenless, Harthland y Orville, también empezaron a estremecerse, junto a todo el ducado de Willburg.

Durante casi 5 minutos un terremoto de escala 4.2 azotaría al ducado, despertando de su lecho a sus habitantes quienes poco podían hacer antes esta imponente fuerza de la naturaleza.

Cuando el temblor ceso, el joven Milfiore quien por precaución se había recostado en una esquina logra recomponerse, notando algunos ligeros daños en la propiedad; Por su lado Erse procedía a ponerse en pie tras haber recostado su pecho contra el suelo por seguridad.

Tras reincorporarse correctamente, la joven sirvienta trato de retomar su camino de regreso a la propiedad, no obstante, esta no tardo en darse cuenta que algo andaba mal.

A su alrededor, extrañas raíces de un tono rojizo se hicieron presentes, poniendo a la joven en alerta...

En un instante, esta pudo sentir un ligero movimiento de tierra lo que la llevo a efectuar un salto hacia atrás, justo antes de casi ser atrapada dentro de una jaula de raíces carmesíes.

La joven rápidamente supo que la estaban atacando, lo que la llevo a desenvainar su espada del inventario, no obstante, esta no tenía idea de donde se encontraba su enemigo, ni cuales eran sus intenciones.

Sin pensarlo mucho, esta procede a retirarse de la zona, tratado de crear distancia entre ella y el jardín, pero antes de poder alejarse, un grupo de feroces raíces trata de atraparla.

Con destreza esta logra evadirlas y cortarlas, no obstante, a sus pies nuevamente germinarían más brotes con la intención de atraparla, en cada ocasión con mayor velocidad y resistencia que los anteriores.

Con el paso de unos minutos, la velocidad y dureza de las raíces superaría a la joven y a su arma, logrando finalmente inmovilizarla.

La fuerza de aquellas protuberancias era demencial, tratando fieramente de arrastrarla bajo tierra.

La joven no planeaba permitirlo, por lo que, en un rápido y desesperado movimiento, esta hace uso de su magia natural de viento, y levanta la tierra a sus pies, no obstante, esto solo hizo que más raíces se hiciesen presentes, hundiéndola con mayor velocidad.

Cuando el nivel de la tierra llego a las rodillas de la joven, esta empezó a ser inundada por un terrible dolor en la planta de sus pies y sus tobillos, como si cientos de pequeñas lanzas se enterrasen en ellos drenando su sangre.

El hundimiento de la joven empezó a acelerar, al tiempo que poco a poco sentía como su sangre era drenada de su cuerpo, y antes de siquiera poder pedir ayuda el cuerpo de Erse, desaparece de la superficie.

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[Aviso: se ha activado la habilidad "Hematofilia"]

[Aviso: se ha activado la habilidad "asesino de cuervos"]

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Bajo la tierra una imponente explosión se hace presente, de la cual sale Erse, con el cuerpo y la ropa manchados por su propia sangre, al tiempo que poco a poco las raíces empiezan a replegarse.

Durante un segundo la joven puede relajarse y cae apoyada sobre su espada, ignorando que su enemigo, no se había retirado todavía...

En un rápido e inevitable movimiento dos filas de rocas rotaron de la tierra aplastando la cintura de la joven e inmovilizando uno de sus brazos; con su brazo restante la joven trato de liberarse de aquel agarre, pero esto le fue imposible, al tiempo que la presión sobre su vientre seguía aumentando.

Erse empezó a desesperarse, al tiempo que la luz de la luna finalmente ilumina la tierra a su alrededor, evidenciando así que aquello que había atrapado su cuerpo no eran rocas.

La mirada de la joven palidece, inundada en un extremo terror, al tiempo que contempla a aquello a lo que se estaba enfrentando.

Raíces llenas de dientes y globos oculares, además de una monumental mandíbula cuasi humanoide que emergía de la tierra; aquello era algo ajeno a todo en este mundo, como si el mismísimo infierno se hubiese filtrado en esas tierras.

Paralelamente a estos acontecimientos el joven Milfiore se encontraba en una situación casi tan inquietante, su cuerpo estaba sudado y su respiración agitada, al tiempo que frente a él observa una extraña puerta roja.

—Qué demonios está pasando...

Tras aquel repentino terremoto, el joven Milfiore trato de mantener la calma y recupero la compostura, por lo que, sin pensar mucho al respecto, este sigue su camino por los pasillos de la mansión, pero y tras dar su primer Cruce, notaria algo que nunca antes había visto.

Una imponente puerta color carmesí, la cual poseía una serie de extrañas marcas y grabados...