En la trayectoria de los guerreros, notaron que un poco más adelante se encontraba volando otros 4 peleadores muy familiares.
-¡Krilin! – lo llamó alegre el saiyajin y se colocó a su lado.
-Sabía que vendrían – dijo convencido.
-Ustedes también lo sintieron, entonces no hará falta explicarles la situación. Parece que se esta llevando a cabo una pelea a muerte – analizó Piccolo con seriedad.
-Lo que me gustaría saber es quienes están peleando y porque – se preguntó Gohan.
-Oye goku...
La atención de Krilin se enfocó en la joven de cabello verde que iba en su espalda y él lo miró de reojo.
– ¿Quién es ella? Nunca la había visto antes…
-Es una larga historia que luego te contaré con detalles…
-¡Resumiéndolo, es la novia del señor piccolo! – le dijo Trunks.
-Es bonita ¿verdad? – prosiguió goten
-¿¡LA NOVIA DE PICCOLO!?– repitieron los 4 guerreros atónitos.
-Por favor goku, apresúrate – le pidió la chica sin prestar atención a la conversación.
-¡Si! ¡Vamos muchachos!
Mientras volaban a mayor velocidad, uno de ellos no pudo pelear contra la curiosidad, ésta lo derrito sin esfuerzos y preguntó a los niños...
-Entonces... ¿Ella es la novia de Piccolo...? ¡Quién lo diría! y hasta tiene buen gusto...
-Si – le respondió Goten – pero parece que no quiere que nadie se entere, así que su amor debe ser un amor prohibido – dijo con una sonrisa gatuna.
-¡Claro que no! – Le interrumpió Trunks – eso solo ocurre en las telenovelas que ven nuestras mamás. Lo más probable es que planeen escaparse juntos y casarse – declaró con una sonrisa de suficiencia.
-¿Y eso como lo sabes? – preguntó Krilin confundido
-Pues lo vi en una película – le respondió el niño.
Krilin observó a los niños negando suavemente con la cabeza.
–Niños, ustedes no saben nada de esas cosas, así que mejor no se metan en los asuntos de Piccolo o los va a regañar. Por el momento solo digamos que el ama mucho a su novia y...
-¡QUE NO ES MI NOVIA! – les reclamó un nameku que había pasado de verde a rojo de tanta furia.
Al llegar al exterior notaron la tierra zanjada como si algo hubiese impactado en ella con gran fuerza, algunas partes del terreno estaban agrietadas y otras habían sido completamente destruidas por la explosión que oyeron. Al elevar la mirada, observaron dos figuras luchando contra la otra incansablemente. Nadie sabía cómo reaccionar, ¿Qué estaba pasando? ¿Qué significaba aquello?
Eran los mismos monstruos que habían perseguido a Kalula anteriormente: formas reptiliceas de piel verdusca y escamosa, ojos grandes y saltones de color rojo, de cabeza ovalada, largas y filosas garras que parecían navajas y con cola medianamente larga con púas en ellas, pero a diferencia de los anteriores éstos tenían mayor altura y volumen en su cuerpo y atacaban a un joven alto de piel blanca como el marfil y ojos color ámbar, su cabello se veía un poco largo cortado en forma irregular y que formaban extraños piquitos de color azul.
El chico era cubierto en la mayor parte de su cuerpo por un ceñido traje azul oscuro, un abrigo amplio de color negro sin mangas y su cuello por una bufanda roja como la sangre, también botas y guantes de color amarillo.
-¿Quienes son los que pelean allá abajo? – preguntó krilin
-Oigan, ¡son los mismos monstruos que perseguían a Kalula! – señaló Goten.
-Pero se ven diferentes, lucen más fuertes que los anteriores – observó el otro niño.
-¿Los conocen? – Preguntó Chaos intrigado.
Todos miraron intrigados a Kalula, los guerreros que habían pasado más tiempo con ella incluidos (ella no les había dicho nada sobre por qué la perseguían).
-¿Kalula? – Llamó la débil voz de Krilin – ¿Por qué te persiguen esos tipos?
-Es mejor que empieces a hablar ahora – prosiguió el nameku
Ella posó su mirada rápidamente sobre los guerreros que le acompañaban justo antes de volver a mirar la batalla.
– Esos monstruos... – comenzó ella – quieren llevarme de regreso a prisión. Ése de allá es un amigo mío, aparentemente pudo escapar de Akuma. Eso es todo lo que les puedo decir – finalizó su explicación tan estoica como pudo.
-¡Bah! No parecen ser tan fuertes, será fácil acabar con esas sabandijas – decía el príncipe con mucha confianza.
-Si tienes razón Vegeta – comentó Goku – ahora Kalula deja que nosotros nos encarg… – detuvo su oración en seco al notar que su espalda estaba vacía – Oigan, ¿donde se metió?
La joven reconoció ese cabello y esa figura ¡no podía creen lo que veían sus ojos! Sin importarle la altura desmontó la espalda de Goku con un solo pensamiento en su mente: Herion, su compañero de celda.
En el momento en que tocó tierra sintió que algo no andaba bien, ¡Algo se movía bajo sus pies! Al instante saltó tan lejos como pudo, apenas escapando de la explosión que acababa de liberarse en donde antes había pisado. Sin embargo tuvo que moverse rápido, pues al instante en que volvió a establecer contacto con el suelo esta reacción se volvió a producir.
-"Es un campo minado"- pensó ella
Pero no se quedó ahí a contemplar el suelo, ya que justo sobre ella a una altura de más de cien metros se oyó la explosión de un ataque impactando contra del oponente, levantó entonces la mirada para descubrir quien había sufrido la victima de aquello, y se halló con el mismo joven de cabello blanco recibiendo los golpes de aquel monstruo.
Sin pensarlo dos veces se aventuró a desafiar sus recién adquiridas capacidades de vuelo y se acercó a donde la pelea estaba llevándose a cabo, mientras veía como ese chico esquivaba apenas los intentos de contacto de su enemigo.
En ese momento no le importaba el peligro, lo único que le era de suma importancia es ver que su compañero estaba aquí en la Tierra y tenia que salvarlo, por fin ve un rostro familiar durante su estancia temporal en este planeta.
Mientras que observaba estática en su lugar flotante la pelea, el joven de piel albina cedía poco a poco a los ataques de su oponente, estaba muy agotado debido a sus múltiples heridas y cada vez iba desvaneciéndose cayendo de rodillas al suelo… ¡No podía seguir viendo eso, no permitiría perder ni un minuto más, tenía que ayudarlo!