Los guerreros Z aún se encontraban viajando en el espacio exterior a pocas horas de regreso al planeta donde toda esta aventura comenzó.
Dentro de la nave la tripulación se había despertado finalmente de su larga siesta, por un momento habían olvidado todo lo que le había ocurrido hasta el momento: aquella ardua y extenuante pelea contra Akuma, el demonio responsable de estos sucesos, por fin había aparecido y era muy fuerte para desgracia de todos.
La situación se tornaba cada vez más seria y preocupante, sabían que el oponente apenas mostró sus verdaderos poderes durante la batalla, jugó con ellos todo el tiempo y los derrotó en cuestión de segundos pero no todo estaba tan mal, es decir, contaban con la ventaja que habían frustrado parte de su plan; encontraron y rescataron a la familia perdida de Kalula de hace mucho tiempo pero, ¿Su verdadero objetivo era ese o involucraba algo mas? Durante el combate, en la breve conversación entre el darkathan y la etherion, pudieron escuchar claramente que parte de su pasado la involucraba, quería vengarse de ella ¿Pero por qué?
Hasta ahora el verdadero objetivo de Akuma era muy incierto, no tenían una idea clara y precisa que se acercara porque su venganza recaía en Kalula pero de algo que estaban seguros; era a ella a quien perseguía.
Desde un rincón Piccolo era el único que no descansaba, estaba algo cansado pero no lo suficiente como para dormir así que aprovechando que nada ni nadie, en especial ese par de demonios en miniatura estarían molestándolo, comenzó con su entrenamiento en su pose de meditación, después de todo lo que pasó lo necesitaba.
En aquella fase de paz, algún lugar de su memoria, recordó lo que había pasado entre él y Kalula, quien ahora se encontraba recostada descansando placidamente junto a su familia en el sofá… Aquel beso que le dio ¿Por qué lo hizo? Ese efímero recuerdo logró que su ritmo cardiaco volviera a aumentar como en aquella ocasión ¿Qué le estaba pasando? ¿Por qué el corazón le latía de esa forma? Era incomodo, molesto además…
Aquel recuerdo lo agobiaba, no lo dejaba concentrarse, su entrenamiento se vio interrumpido tras un rubor que surgió en sus mejillas, era la primera vez que se sonrojaba ¡Todo por un simple y estupido beso! ¿¡Que demonios estaba pasando con él!? ¿Acaso estaba comenzando a sentir algo por aquella joven? No, eso era algo imposible, nunca sintió algo más allá del respeto o aprecio hacia una persona… ¿Por qué era diferente con Kalula?
Finalmente habían llegado a la tierra aterrizando en la corporación capsula con una hermosa puesta de sol ocultándose en el horizonte, los demás podían sentir los ki de los guerreros Z y también de otros 4 ki muy poderosos que los acompañaban.
Cuando la compuerta de la nave se abrió los guerreros se hallaron con los rostros de sus amigos y familiares, aliviados con su regreso y alegres por su aparente éxito.
-Hola – apenas había alcanzado a saludar Goku cuando la voz de su esposa retumbó en los oídos de todos
-¡Goku! ¿Es que ya no les importo? ¿¡Qué clase de marido eres!?
Mientras decía esto, la mujer se había aparecido prácticamente de la nada y estaba ahora frente a frente con el guerrero.
–¡Tardaron tanto tiempo y no me mandaron ni un mensaje! ¡Esa nave tiene tecnología de punta en comunicaciones!
-P-pero... durmiendo pasamos más rápido el tiempo y... – intentó explicarse pero nuevamente, se vio interrumpido.
-¿Dormir? ¿Acaso estaban enfermos? ¿Gohan y Goten están bien? ¡Más te vale que no les haya pasado nada y que se hayan puesto a estudiar o por que si no...!
En este punto, el guerrero ya había dado dos pasos hacia atrás y se veía muy pequeño comparado con su querida esposa...
-¡Mamá cálmate, estamos bien! – Intentó intervenir su primogénito – hicimos lo que nos dijiste, terminamos las tareas que nos encargaste y...
-¡Y también planeamos la boda de kalula! – añadió Goten, que ahora estaba al lado de su hermano, como formando una muralla que alejara a su progenitora de su pobre padre que parecía estar cada vez más asustado de su consorte.
Unos pasos más atrás, los demás guerreros veían este episodio con pena ajena, incluido Piccolo, el cual al oír el asunto de la dichosa boda falsa no se atrevió ni a darle una advertencia al menor de la familia Son.
Él nunca lo admitiría, pero si había algo en el universo a lo que realmente le tuviera miedo, era a la madre de su alumno.
-Hablando de ella – intervino Bulma – ¿Dónde está?
-Aquí adentro…
Todas las miradas se enfocaron en la nave al escuchar esa voz femenina, cuando ella salió fue "escoltada" por otros cuatro guerreros los cuales miraban por todos los alrededores, aquella escena daba la impresión como si ella fuera una princesa y ellos fueran sus guardianes.
-Oye Trunks… – le murmuró Goten a su compañero – ahora el señor Piccolo estará en grandes problemas si hace sufrir a su novia.
-Tienes razón, debe ser mas cuidadoso si quiere que sus cuñados lo acepten – opinó él – es muy gruñón y…
-¿¡Que tanto murmuran mocosos!? – les gritó enojado el namekusei claramente escuchando la conversación
-¡Nada! – se apresuraron a responderle nerviosos
Una vez dentro de la corporación, en la sala, todos estaban interrogando a los recién llegados mientras comían algunos aperitivos pero debían tratar de un tema en particular; ahora que la familia perdida de la etherion estaba reunida era el momento adecuado y preciso para aclarar dudas respecto al enemigo, Kalula no sabía mucho acerca de Akuma pero sus hermanos probablemente si… Basta de misterios, era hora que la verdad salga a la luz de una buena vez.
-Ya veo… – dijo Kentaro dejando la taza en la mesa – todo este tiempo estuviste con él desde que nuestro planeta explotó.
-En ese entonces, sentí que mi corazón se dividía en dos – dijo ella con estoica voz – había perdido total esperanza de volver a verlos… Creí que habían muerto.