La peli verde y el peli azul se encontraban caminando por todo el templo hablando de cualquier tipo de tema, hacia tiempo que no se veían y no pudieron pelear contra la curiosidad por saber que había sido de la vida del otro desde la última vez.
-Y eso fue lo que pasó...- terminó de contarle un tanto divertida.
-Jajaja, Goten y Trunks no pudieron quedarse callados- rió él.
-Lo malo es que después Piccolo les dio una buena golpiza- murmuró con una gota en la sien.
-Era de esperarse, ya sabes como es.
Al notar que la expresión de su amiga cambió, se detuvo enfrente de ella frenando su andar.
-Oye, tranquila. Todo se va a solucionar
-Eso no cambia el hecho que esta mal herido por mi culpa- soltó con una sonrisa un tanto amarga.
-Kalula, por favor...- la regañó con la mirada- ¡Es Piccolo de quien estamos hablando! Sabes que unos simples golpes no lo detendrán
-Si, lo sé...
-¿Entonces cuál es el problema?- inquirió curioso
La expresión tranquila de Kalula se ensombreció de repente.
No respondió y clavó su mirada en una de las ventanillas del templo contemplando las nubes.
Éste comprendió entre cerrando los ojos. Es cierto que si bien no era tan perceptivo como su hermano Kentaro pero tampoco era ingenuo, la conocía bastante como para saber cuando algo le molestaba o le preocupaba
El muchacho la miró perspicaz.
-Lo quieres ¿Verdad?
Ella se quedó mirando la ventana sin responder aunque no pudo evitar que un rubor cubriera sus mejillas.
Es verdad, además de su familia, Herion tambien la conocía bastante y sabia que no servía de nada negarle la verdad. En cierto modo, su relación con él se parecía bastante a la que tenían Piccolo y Gohan.
-Tu si que me conoces bien- lo miró con una pequeña sonrisa
Él se encogió de hombros.
-A mi no me puedes engañar.
-Tienes razón...- murmuró ella.
Caminó unos pasos acercándosele.
-Eso quiere decir que ya lo encontraste, ¿Verdad? – le preguntó nuevamente.
-¿A qué te refieres? – preguntó un poco confundida, éste frunció un poco el ceño- ¡Ah! – Exclamó como entendido captando la indirecta – Pues… Se podría decir que si…
-¿Se podría decir?- repitió confuso arqueando una ceja. Luego de unos segundos entendió- Ya veo... Crees que Piccolo no siente lo mismo.
Ella bajó la mirada entristecida sin saber qué responderle.
Si se ponía a pensar con detenimiento, Piccolo había sido una gran compañía que había tenido en la Tierra, además de los terrícolas.
Había sido el único que la había visto sufrir cuando días atrás había sido controlada por la maldición y le había ayudado a recuperar la razón aquella noche en que había decidido huir. Había sido quien la rescató de los sirvientes de Akuma y quien, de alguna forma, le había hecho conocer nuevos amigos. La había salvado de varias situaciones de riesgo y sin dudas, fue un apoyo incondicional en ocasiones.
Si bien siempre se había mantenido distante, le había prestado un oído paciente y había sabido respetarla en momentos muy duros.
-Sinceramente Herion, no lo sé. Ha sido bueno conmigo pero en otras ocasiones, se ha mostrado indiferente. Creo que no soy lo bastante fuerte para él y me duele decepcionarlo —Llegó a la conclusión— Se ha portado muy estricto conmigo pero en el fondo es confiable… —Y frunciendo el ceño, añadió— Me molesta querer intentar ser su amiga una y otra vez o alguien más cercano a él y cuando por fin siento que lo logro, Piccolo marca distancia confundiéndome cuales son sus verdaderas intenciones y me duele que me diga que está conmigo solo porque soy una buena oponente de pelea.
Herion escuchaba atentamente todo lo que su amiga escupía.
-Sí… Piccolo es buena persona —Admitió. Él podía dar fe de ello.
-Ésto me ha servido para saber como es él. Para darme cuenta cuál es su lugar y cuál es el mío. Me ha ayudado a aplicar los limites entre nosotros — soltó con algo de amargura— No creo que se preocupe verdaderamente por mí. Es solo un guerrero solitario que se dedica a entrenar diariamente para volverse más fuerte. Solo cumple con su deber y yo debería a hacer lo mismo.
Sin embargo, el muchacho no estuvo de acuerdo en eso.
-Crees que realmente lo conoces, Kalula pero no es así como tú dices —Negó con la cabeza— No puedo decir mucho de él como Gohan, por lo poco que lo conozco sé que es serio y estricto pero jamás te jugaría una broma. Estoy seguro de que Piccolo no quiere admitirlo, pero apuesto que las veces que se ha enojado contigo es porque en verdad se preocupó por ti.
Ella abrió los ojos desmesuradamente y su corazón comenzó a palpitar rápidamente, acompañado por una sensación de cosquilleo en el estómago.
-¿En serio crees eso? —Susurró, absorta.
Herion se cruzó de brazos con suficiencia.
-Pero por supuesto. No tengo ninguna duda
-Gracias Herion...- le sonrió con amabilidad
Miró a su amiga entrecerrando los ojos.
-Me sorprende que te preocupe tanto lo que piense Piccolo...
-¿Ah si? —Dijo, haciéndose la desentendida. ¿Era tan obvia?
Definitivamente mentir no era la mejor virtud que tenía Kalula asi que Herion adquirió una enorme sonrisa acercándosele a una distancia considerable y soltó sin rodeos...
-Acaso no será que… ¿Piccolo te gusta?
Ella abrió los ojos de par en par sintiendo que el corazón le daba un vuelco y que el cosquilleo en su estómago se intensificaba.
-Te equivocas, él no me gusta...- negó ella
-Estás enamorada...- Sintetizó con una gran sonrisa
-Si...- asintió tímidamente
Herion solo sonrió ampliamente de gozo, le daba mucho gusto saber que su amiga por fin había encontrado a ese ser querido y saber que por lo que había sucedido antes entre ellos, no la detuvo en su búsqueda
Él colocó su mano en su cabeza, despeinándola un poco.
–Has cambiado, aún no puedo creer lo mucho que te extrañé.