La joven colgaba sujeta de una roca con una mano, su cuerpo mostraba múltiples heridas y su ropa se encontraba sucia y rasgada. Estaba sorprendida, ¿Cómo es posible que haya obtenido esa fuerza abrumadora en tan poco tiempo?
-Qué poder tan destructivo tiene...- inquirió con cierta pizca de incredulidad- me doy cuenta que Zira ha aumentado mucho sus poderes.
La pelinegra la sujetó de su muñeca elevándola unos cuántos centímetros
-Zira...
Ella le sonrió con sorna y con la otra mano que tenía libre, tronó sus dedos y le provocó un gran rasguño a la altura de su abdomen. Varios hilitos de sangre brotaron de su herida.
La chica no pudo evitar soltar un quejido de dolor de sus labios.
La arrojó bruscamente hacia un muro de rocas enterrando su cuerpo en él. Otro quejido involuntario escapó de sus labios.
Utilizó sus látigos luminosos consiguiendo apresarla de ambas manos. Caminó hacia su otro yo con paso tranquilo y se detuvo.
-¿Qué pasa? Creí que ibas a acabar conmigo...- murmuró
-¡Pues eso es lo que estoy intentando!- le contesto con el ceño fruncido
-¿Y piensas lograrlo?
La abofeteó en la cara con su mano.
-Nunca creíste que tu odio hacia ti fuese tan grande ¿Verdad?
-¿Odio?- repitió ella
-Recuerda que me alimento de todo aspecto negativo tuyo. ¡Tú sentimiento de culpa, odio y desagrado me sirve como fuente de poder!
Le brindó un fuerte rodillazo a su estómago y le propinó tanto puñetazos como patadas en su abdomen y rostro provocando que la etherion escupiera sangre. Al poco tiempo se desvaneció
No...- ella se detuvo en seco- ésto no me divierte, ¡Quiero que juegues conmigo!
Pero no obtuvo respuesta, lo cual la hizo exasperar aún más.
-Ahora mismo te acabaré, sólo asi volverás a aceptarme en tu interior...- murmuró
Se disponía a darle el golpe de gracia preparando una esfera de energía en su mano pero un quejido proveniente de su rival la detuvo, había despertado.
-¿¡Pero qué!?- exclamó Zira.
La joven comenzó a forcejear intentando zafar sus muñecas aprisionadas de aquellos látigos y profiriendo un gritó expulsando su ki, logró liberarse provocando un hueco en aquel muro de rocas.
Se abalanzó hacia ella y con ambas manos con enormes rocas, la golpeó tan fuerte en su rostro haciendo que las rocas se rompieran en mil pedazos. Le propinó puñetazos en su abdomen y de un rodillazo en su menton, la Darkathan salió disparada atravesando varias montañas de rocas estrellándose en el interior de una cueva.
Kalula reapareció en el interior de la cueva amplia, oscura y húmeda esperando pacientemente a que su rival atacara. Todo estaba tranquilo, en un incómodo silencio...
-¿En dónde estas?
Ella miraba hacia su alrededor buscándola con la mirada.
-¡Aquí estoy!
Zira le dio un puñetazo en la mejilla haciéndola sangrar y ésta le respondió de la misma forma haciendo que sangrara tambien, las dos golpearon y bloquearon con el antebrazo a la vez, al instante comenzaron a dar golpes y bloqueándolos con furia y locura, sus dos auras se mezclaron y los rayos danzaban a su alrededor provocando que la cueva se destruyera por completo.
Mientras que cada golpe creaba pequeñas ondas expulsando aire y levantando polvo y rocas finalmente ambas se separaron con pequeño salto hacia atrás.
El humo se disipó, y ambas se miraban jadeando.
Mientras tanto en la tierra...
Los guerreros estaban peleando arduamente contra aquel ejercito de réptiles, eran muy poderosos como aparentaban así que no podían confiarse.
La batalla iba muy bien para los guerreros pero descubrieron que a medida que avanzaba la pelea el número de esos monstruos se incrementaban.
-¡Rayos! ¡Como fastidian!- decía el orgulloso príncipe
-¡Alto muchachos!- gritó Herion a todos- ¡No desperdicien energía!
-Se están volviendo cada vez mas fuertes- les termino de decir Goku
-Hay que destruir ese agujero o de lo contrario, seguirán apareciendo más monstruos- exclamó Piccolo.
-¡Entiendo! ¡Goku, tú, Vegeta y Piccolo traten de destruir ese portal!- les dijo el triclope
-¡Déjennos estas lagartijas a nosotros!- habló esta vez Krilin.
-¡Sí, de acuerdo! ¡Muchachos!- se giró dirigiéndose a los cuatro etherion
-¡Esta bien Goku! ¡Vayan!- asintieron ellos entendiendo el mensaje.
-¡Vegeta, Piccolo, vamos!
Los tres aparecieron por encima de portal, las palmas de sus manos comenzaron a brillarles pero antes que pudieran lanzar sus técnicas, aparecieron mas de ellos como una ola interminable brindándoles una intensa lluvia de puñetazos y patadas con fiereza y locura... ¡Maldición! ¡Tenían que cerrar ese portal!
Por otro lado en Meiousei...
Las dos mujeres tenían la ropa sucia y destrozada por varias zonas, jadeaban cansadas con heridas por todo el cuerpo pero en ningun momento rompían el contacto visual.
-Asi que ese es el resultado de tu entrenamiento...- comenzó a decir la peli negra observandola- nada mal, debo decir. Eso hace que la pelea sea más interesante.
-No puedo creerlo, creí que había entrenado correctamente pero me equivoqué...- murmuró con una sonrisa algo desalentadora- Te has vuelto mucho más fuerte de lo había imaginado.
-Sí tu adquieres más fuerza, por ende yo tambien- explicó con simpleza.
-A mi no me engañas- espetó
Zira frunció un poco el ceño
-Obtuviste esos poderes porque Akuma te los brindó ¿No es así?
-Te equivocas, es verdad que mi padre me dio nuevos poderes pero tuve que entrenar más duro para poder dominarlos- le corrigió- pero tu eres más talentosa para esto. Tus habilidades son fáciles de detectar sin importar que hayas realizado el mismo entrenamiento que yo- repuso, tras una breve pausa añadió- tal vez sea una extensión tuya pero la diferencia de nuestros poderes son enormes.
La peli verde entrecerró sus ojos. Vaciló pero finalmente inquirió...