CAPÍTULO 12: "Me recuerdas a ella"

¿Dónde estaba Desmont? Yo simplemente corría sin parar pensando en si reaccionaría mal tras verme en la puerta de su habitación, pero la verdad es que eso no me importaba ahora, debía verlo cuanto antes, debía obtener respuestas y sabía que solo él me las daría. Me tomó un poco de tiempo llegar hasta la otra torre donde quedaba el aposento del príncipe y tras conseguir lo que quería me quedé estancada, había llegado al lugar donde tantas ansias me daban de entrar, no obstante, me había ganado malos recuerdos la primera vez que entré sin su autorización y es que no podría sobrellevar otra escena como aquella vez.

Sin embargo tomé una bocanada de aire y levanté mi mano derecha para tocar cuando de pronto ambas puertas gigantes se abrieron dejando ver al príncipe quién me miraba fijamente desde el otro lado, ni siquiera me había abierto él.

— ¿Por qué has venido al último lugar al que querría que pisen?— su pregunta sonó seca.

Pero eso no me importaba ahora.

—No te he visto días, estoy aquí por una urgencia, lamento incomodarte— hice una pausa breve y temerosa en cuanto vi que su rostro rígido no cambiaba— no habría venido a ti de no ser tan importante.

— ¿Qué podría interesarme escuchar?

—Es sobre Báthory, la princesa Báthory— solté un suspiro agotado— estoy alucinando con ella y contigo, puedo ver escenas en el pasado, no sé si solo son alucinaciones pero me están atormentando.

Frunció el entrecejo estupefacto.

—No es posible, mi hermana falleció hace tantos años, tú solo buscas verme.

Aquellas palabras me dieron repugnancia ¿Qué estaba insinuando? ¿Por qué de pronto ya no era el príncipe educado que solía ser antes? El que me había regalado la biblioteca entera de este Castillo, en cuanto se dio la vuelta seguramente para dejarme con la palabra en la boca le solté lo que debía decirle.

— ¿Tu primer beso con Vasilisa fue en un baile real de máscaras?— lo vi quedarse tan quieto como una efigie.

Pude sentir incluso como el ambiente cambiaba, me sentí acongojada ¿Qué estaba pasando conmigo? ¿Por qué me daba tanto dolor vivir el pasado triste de Desmont? Él se giró abruptamente con ambos ojos desorbitados, parecía ansioso y enojado.

— ¿Cómo lo sabes? ¿Cómo has adivinado eso?— mantuvo el ceño fruncido.

—Yo no puedo adivinar las cosas Desmont ¿Por qué no solo me crees? No es una estúpida excusa para verte, eres más arrogante de lo que pensé— no pude evitar escupirle aquellas palabras.

—Es fácil adivinar eso, después de todo eres del futuro y estudiaste el pasado.

Quiso darse la vuelta pero lo interrumpí de nuevo:

—Aquella noche tu hermana Báthory te hacia preguntas sobre cuál había sido la razón por la que habías ido a visitar al Rey de Rumania con tu padre y tú estabas fatigado, fuiste al otro extremo del salón y ahí viste a Vasilisa, quién llevaba un vestido negro de hombros escotados, era hermosa y…

—Olía a rosas— soltó un suspiro mientras cerraba los ojos suavemente, parecía vivir un martirio en estos momentos.

No tenía ni la menor idea de cuánto podía amarla y necesitarla.

—Aquella vez fue la primera vez en el que me atreví a besar a una muchacha— me miró apenado— nunca me había sentido tan atraído por nadie así, me enamoré de ella desde el primer momento en que la vi. Entonces, es cierto, no son alucinaciones.

— ¿Por qué estoy viendo tu pasado? No lo entiendo— tragué saliva con dificultad.

—Es Báthory, está viva— sonrió a medias— tarde o temprano la encontraría de ser así.

— ¿Está viva?— dejé caer literalmente la mandíbula al suelo.

¿Cómo podía ser cierto aquello? ¡Dios! Esto debía ser una broma, entonces…

—De ser así, eres libre— me miró embelesado.

Sonreí tan amplió que pensé que me habían cortado la boca como al Guasón ¡Santo cielos! Tenía mi libertad en las manos gracias a que Báthory estaba viva ¡Ella estaba viva! Podría volver a casa, ver a mis padres, a Patt, recuperar mi vida pasada y tocar a Gordon, mi pequeño gato.

—Algo no está bien— miró hacia un lado extrañado— las cosas no pueden ser tan fáciles ¿Y si solo es otra trampa?