Me hubiera gustado permanecer así, abrazados, reconfortándonos por siempre, pero tenía que volver a casa y enfrentar mis problemas y sobre todo aclarar las cosas. Nos separamos de manera lenta, pero permanecimos agarrados de la mano. Nos tomamos un taxi, ambos habíamos venido hasta aquí y aún estábamos cansados por la reciente caminata.
Por fin en casa había llegado el momento del que más temía, mi familia estaba sentada en la sala del sofá con el plasma enfrente. Y mientras los miraba de pie Ian se sentó en el sillón individual para no molestarlos, sin embargo, de camino aquí habíamos acordado plantearles a mis padres la verdad, y de ser necesario él intervendría, pero mientras tanto permaneció en silencio mirándome de esa manera que solo le salía a él.
—Bueno, ya que estamos todos me gustaría aclarar algo que al parecer no entendieron. Estamos saliendo con Ian, y nada ni nadie va a cambiar eso, les gusté o no—hice una pausa mientras los miraba a los ojos uno por uno de forma dramática. No era fácil para mí decir en voz alta lo que venía a continuación—Pero lo amo demasiado y a ustedes también, así que apreciaría mucho que ustedes aprobaran nuestra relación, de verdad.
Mi hermano se veía disgustado, pero permaneció en silencio, aunque no podía ignorar el ceño fruncido de su frente, me estaba comenzando a molestar su actitud...mis padres en su lugar me veían de forma nostálgica
Papá se aclaró la voz antes de hablar, parecía que fuera a decir un monólogo.
—Malia, entiendo que nos plantees esto, pero me pareció haberte dado nuestra opinión al respecto— Error, él me había dicho lo que quería, pero mamá se había mantenido al margen completamente.
Exhalé el aire de forma brusca.
—Ese es el problema, creen que les estoy pidiendo permiso, pero solo les aclaro que me haría feliz que nos aceptaran, a ambos. Nuestra relación la llevamos nosotros, no es un tema en el que deben interferir—Dicho eso miré a Ian y le di una señal con la cabeza, él la recibió fuerte y claro. Éramos dos personas que permanecían conectadas más allá de lo tangible.
—Sé que solo me ordenaron que fuera su instructor, y eso hice. Resultó ser una alumna brillante que nunca se dio por vencida. Y hasta me ha sorprendido, aún lo sigue haciendo. —Sus ojos se cruzaron con los míos y me dio escalofríos, me veía como si fuera la cosa más maravillosa del mundo. Entonces me di cuenta que estábamos locamente enamorados, solo esperaba que no terminara de manera trágica igual que Romeo y Julieta. Volvió a dirigirse a mis padres—Les pido que acepten nuestra relación, no por mí sino por su hija quien no la ha tenido fácil desde hace tiempo. No le nieguen el amor solo por miedo, y tal vez tengan razón y no sea el indicado para su hija, pero es ella quien debe elegir eso, no ustedes—Su voz en ningún momento titubeó, se oía fuerte y clara. Tenía la habilidad de enloquecerme con ella, té desenvuelve igual que un caramelo y llega a través de ti, antes de darte cuenta es parte de ti. Así me hiso sentir siempre.Parece malo, frío y distante, pero es dulce y lindo así es él. Suspiré, me había dejado atónita otra vez.
Al parecer mis padres demoraron en volver en sí, después de intercambiar miradas decidieron hablar. Y esta vez lo hiso la persona que menos imagine.
—Tienes razón, los aceptamos, pero te juro que si le haces daño a mi niña me encargare de que lo pases mal—dijo sonriendo de manera malévola mi madre.
¿Mamá? esta era una faceta que no conocía de ella, no sabía si reírme, de cualquier forma, era un momento serio y ni podía reírme.
—Pero amor...—papá habló otra vez, pero fue interrumpido.
—No se diga más, vamos —dijo mi madre después de levantarse me dirigió una mirada y se marchó con papá confundido detrás.
Ahora sabía quién tenía las riendas en esta casa.
Mi hermano seguía sentado allí mirándonos a ambos y aunque por la expresión en su rostro podía decir muy bien lo que pensaba. Al menos eso pensaba hasta que habló:
—Creo lo mismo que mi madre, así que espero no se te ocurra dañarla—Le lanzo una mirada de advertencia a Ian y se marchó.
Intercambiamos miradas con Ian
—Bueno, al parecer no hace falta huir—Abrió los brazos de forma exagerada-
—Creía que esa idea estaba descartada
—No del todo, linda
Nos comenzamos a reír, después del momento de tensión y nervios parecía algo natural. El alivio se sentía extraño, pero sentía que me sacaba un peso de encima. Ian camino hacia mí, tomo mi mano y la llevo a sus labios para darme un beso. Ese acto romántico hiso que mi corazón latiera a mil por hora.
—Entonces, ¿aceptarías ser la novia de este tonto enamorado?
Me miró de manera suplicante mientras sus ojos brillaban de ilusión, ¿cómo podía decirle que no si parecía un gatito tierno suplicando amor?
—Claro que sí— Amaba que fuera tan dulce y directo.
Lo acerque, nuestros labios se acariciaron y finalmente nos besamos, pero esta vez sin preocuparnos de ser atrapados como si estuviéramos haciendo algo malo.
El resto del día transcurrió bastante tranquilo para mi suerte, sin embargo, mis pensamientos negativos trajeron noticias malas. Bueno recientemente las cosas habían resultado demasiado bien y tranquilas
Nuevamente como un Déjà vu estábamos todos reunidos en la sala.
— Cambiaron la fecha del campeonato y ahora coincide con la fecha del juicio al que hemos sido citados
— Por qué nadie me lo dijo
— Por qué sabíamos que te ibas a poner así
—¡No los quiero ver! —dije enfadada
— Necesitamos hacer justicia, después de haberte secuestrado y haberte engañado no podemos quedarnos de brazos cruzados, por eso lo hacemos para que paguen por lo que nos hicieron.
Editado: 19.07.2022