I

-Hasta los más inmunes nos rompemos
 

La psicóloga recordó ese pensamiento de aquella niña de apenas 13 años.
 

Había tratado con ella desde aquel accidente.
 

Era cierto que no era la primera vez que ella la sorprendía,pero era la primera vez que hablo del bullying que sufría.
 

En los 6 años que llevaba tratando con esa chica fue la primera vez que le hablo de su situación en su instituto.
 

Le prometió que no se lo diría a su padre,no quería preocuparle más.
 

Era una niña muy valiente.
 

Cada vez se asombraba más de esa chiquilla.
 

-Sabe,en la colegio cuando sucedió lo del accidente todo el mundo empezó a verme con pena y alejarse de mi.
Tuve que convertirme en una persona hipócrita para encajar en esa injusta sociedad.Pero claro,no podemos buscar sinceridad en una sociedad de hipócritas.Entonces los únicos hipócritas seríamos nosotros.
 

-Después de todo te cansas.Ya no quieres luchar.
No más,te aburres de la vida.Ya no tienes más ganas de seguir.
 

-¿Sabe?,he intentado 
suicidarme muchas veces,
la primera vez fue con 7 años.
Imaginase una niña con un cuchillo en la mano y su cara lleno de lagrimas y una inmensa tristeza en su corazón,sin ese brillo que todos los niños tienen en sus ojos pensando que sería lo mejor irse de ese horrible lugar en el que se encontraba.

-Estamos solos.Siempre lo estamos,nuestros amigos,nuestra familia,todos ponen su granito de arena,da igual que sea un desconocido o tu propia sombra.Todos ponen su granito para rompernos y hundirnos más.No importa que sea queriendo o sin saber al final el daño es el mismo,hasta nosotros mismos lo hacemos,herimos a inocentes como nos hirieron a nosotros,pero muchas veces para creernos que hay gente más rota y sentirnos mejor siendo la que hace el bullying y no la que lo recibe.Nuestro granito está echado y es inevitable,es un acto reflejo hacer daño y no ser consiente y solo serlo cuando lo recibes.