Epílogo

Hola. Mi nombre es Killzabett, o como ustedes me conocen, Amy Lee.

Yo fui y soy una de las más grande reinas vampiro del mundo. Mi meta era crear un mundo donde los vampiros siempre estuvieran por encima de los humanos y estos fueran tratados como ellos mismos tratan a los animales, pero fui desplazada y me vi obligada a esconderme donde nadie me pudiese ver. 

Muchos me creyeron muerta, lo que creí oportuno para llevar a cabo mi resurrección. Tras mil años de sueño profundo volví a despertar en el cuerpo de una niña, oculta en su subconsciente, solo pudiendo dominarla cuando la sangre me hacia lo suficiente fuerte.  

Mis aparentes padres fueron dos de mis sirvientes destinados a cuidarme una vez que el proceso se hubiera concretado, ellos serían únicos vampiros en todo el mundo que sabrían de mi nueva forma original. Pero parte de mis planes fueron frustrados cuando los “Yo soy a luz” los encontraron, y, aunque yo pude mantenerme a salvo, mi nuevo cuerpo no había desarrollado todas las habilidades de un vampiro. 

Fui entonces cuando conocí a Chester y pensé esconderme a simpe vista en un lugar donde sabía que no se les ocurriría buscarme, pero al entrar en sus paredes mi poder se vio reducido, y yo dominada por una estúpida niña.. No podía utilizar la hipnosis en esta ocasión, así que tuve que ingeniar una nueva estrategia. Solo podría salir si lograba sacarla a ella de allí, lo que llevaría cierto nivel de manipulación y un gran amor de otra persona. Por tanto, demoraba bastante tiempo. 

Mi primer intento fue frustrado cuando el doctor anterior del centro nos descubrió a mí y mi juguete juntos. Actué como si todo fuera una violación y lo obligue a él para que hiciera lo mismo. Mi marioneta fue expulsada y para no buscar problemas el médico fue ascendido. Claro, tuve que inventarme otra realidad para mi muñeca. 

Fue entonces cuando me tocó volver a empezar de cero y buscar una nueva víctima, entonces apareció James, fue demasiado fácil ganármelo. Pequeños movimientos hacían grandes cosas y el muy ingenuo confió en exceso en mí. Ahí empezó la verdadera acción: convencerle de la corrupción de Chester. El probar la sangre me dio el poder que necesitaba para dominar a esa estúpida niña, y la ayuda de mis fieles siervos, siempre atentos a que le indicara una oportunidad de escape también. Solo no conté con algo, el embarazo, una casualidad excelente, algo que ni siquiera creía posible, porque significa el próximo paso para nuestra evolución.

La bruja me traicionó y pago con su vida por hacerlo, sus dos hermanas despertarán este siglo, listas para servirme y el orden natural volverá a ser como siempre debió haber sido, conmigo a la cabeza de la pirámide alimenticia.