Prólogo

Te contaré una historia… verdadera, falsa ¿Quién sabe? Solo es una historia mía.

Una chica chilena llamada Alison tiene un miedo muy extraño; Ombrofobia. Lo curioso es que vive en un pueblo pequeño ubicado en los bosques de la XIV región, la más lluviosa, pero no es nada comparado con el pueblo donde las gotas caen cada día.

¿Qué hace esta chica viviendo ahí con esa fobia? 
Su padre es uno de los empresarios más reconocidos del país y en el mundo, son una familia millonaria y a ella le gusta su casa por los recuerdos que hay en cada rincón de su mundo. También están sus últimos recuerdos de cuando su madre vivía, cosa que ninguna otra casa podría reemplazar.

¿Solo son Alison y su padre? 
No. Alex, su mejor amigo – desde los siete años – es la razón de que la adolescente no se aburra. El tricultural la ha acompañado en todas las etapas de su vida y se podría considerar familiar de ella junto con su hermana pequeña y su madre.

¿Qué tiene de interesante esta historia? 
Ella sufre una anomalía, un fenómeno jamás antes visto y ahora aparte de aprender a vivir con eso, tiene que aprender a vivir de forma real y no solo viendo la vida por las películas o series. Todo eso de golpe, dándose cuenta que la realidad no es como la pintan.

“Muchas veces cierro mis ojos para imaginarme libre, corriendo por los caminos, saltando los arbustos y perderme en los trigales. Todo mi sueño se derrumba al pensar que, para eso, debo pasar por debajo de esas gotas que caen del cielo, ocasionando que mi ropa se moje, y que todo mi cuerpo tiemble de escalofríos. El solo pensar en la palabra lluvia mi sistema nervioso reacciona de una forma inexplicable”.