El Puente [#1 Estructuras]

❄️Capítulo 8❄️

ALEX
 

— Katherine, llama la ambulancia. Mamá, llama a su padre. Alex, ayúdame.
 


 

Me acerque a Nick, mientras las mujeres hacían lo que debían hacer. Acostamos a Alison en el sillón, elevando sus piernas para hacerla reaccionar. Después de unos segundos, nos dimos cuenta de que no funcionaba. 
 


 

— La ambulancia viene en camino. 
 


 

— Ya llamé a su padre, dice que va en camino al hospital. – nos informan. 
 


 

Aproximadamente, dos o tres minutos después, la ambulancia llega. Nick la toma en brazos y yo corrí a abrir la puerta. Dos paramédicos estaban saliendo del transporte, acomodando la camilla para que Nick la dejara acostada. La suben. 
 


 

— ¿Quién irá con ella? – pregunta uno de ellos.
 


 

— Alex, ve – me ordena Nick. Yo solo asiento y me subo a la ambulancia sin preguntar la razón de que me haya elegido a mí. 
 


 

Uno de los paramédicos se coloca al lado de ella y pone en su dedo índice un oxímetro, para ver el oxígeno que tiene en la sangre y sus pulsaciones. Después de unos segundos lo revisa. 
 


 

— Noventa y tres de saturación, cuarenta pulsaciones por minuto. – el que nos preguntó quién iba a subir, anota todo lo que si compañero le dice. Miro a Alison y tomo su mano. Una sensación muy extraña para describirla me invadió, pero ella se movió. – hola, soy Esteban ¿Cómo te llamas? 
 


 

— Alison – dice con mucha dificultad. 
 


 

— ¿Cuántos años tienes? 
 


 

—Diecisiete – apenas se le entiende lo que dice. 
 


 

—¿Quién es él? – me apunta y yo frunzo el ceño ¿Por qué tantas preguntas? 
 


 

—Es... - me mira – Alex – y vuelve a cerrar los ojos. 
 


 

—Oye Alison, mírame, no cierres los ojos, debes luchar. – le toma la mano, pero ella no reacciona. - ¡Debemos llegar rápido Kevin! – le grita al conductor y se siente la velocidad más aumentada. 
 


 

Ahora entiendo la razón de que Nick me haya dicho que viniera. Verla así es un castigo de lo que provoqué.
 


 

Soy un estúpido y egoísta. 
 


 

«Vamos Alison, eres fuerte» pero no me llegó ninguna respuesta de su parte. 
 


 

Siento el vehículo frenar y las puertas abrirse.
 


 

—Adolescente de diecisiete años llamada Alison, perdida de conocimiento... - y empezó a decir más datos mientras caminaba con la camilla junto a mas enfermeros. 
 


 

En la entrada veo a Richard, con una expresión demasiado preocupada. Sigue la camilla donde su hija esta inconsciente. Entramos al hospital. Al parecer él no nota mi presencia aún.
 


 

Hasta que llegaron a unas puertas donde no nos dejaron pasar. Se da media vuelta y me ve. Esperé alguna gota, incluso todo el mar de enojo, pero él solo me abrazó. No para consolarme a mi... él buscaba consuelo. Quería convencerse de que esto no era real.
 


 

De que no estaba otra vez en el hospital que le traía recuerdos de despedida. Pero lo que mas le dolió, era que todo en verdad sucedía y que no estaba al lado de su pequeña hija. 
 


 

¿Cómo supe todo lo que él sentía? Leo mentes. 
 


 

Luego de unos minutos abrazados, donde intentaba reconfortarlo, nos fuimos a las sillas a sentarnos y él habla:
 


 

— Sabía que algún día esto pasaría, sabía que ella saldría de casa en un mal momento, pero lo que no sabía era que ella me lo ocultaría. – se tortura. Me mira a los ojos y continua – no tenía ni la menor idea que ella había salido si no fuera porque Kate me llamo, si no fuera por eso, jamás me hubiera percatado. Soy un padre terrible. – lo tomo de los hombros, como si fuéramos amigos de la misma edad. 
 


 

—Richard no digas eso, tú eres uno de los mejores padres que conozco, además que la has cuidado y criado solo desde que tiene ocho años, dándole todo para que se sintiera cómoda y siempre has estado para ella, no eres un padre terrible. 
 


 

— No quiero perderla ¿Sabes? No me quedaría nadie. – lo vuelvo a abrazar y nos separamos después de un rato. 
 


 

Nunca me había sentido tan culpable como ahora. Ver a Richard derrumbarse es tan horrible... él es una persona firme y observarlo de este modo es extraño. 
 


 

Siento unos brazos en mi alrededor y su rubio cabello lo reconozco. 
 


 

—¿Estas bien? – me susurra en el oído y yo solo la abrazo. Recién caigo en cuenta de lo que hice. Siento unas lágrimas formándose en mis ojos. 
 


 

— Fue mi culpa, por eso está ella aquí, porque no le dije la verdad y ella estaba enojada conmigo ¿Y si ella no resiste? ¿Y si ella muere estando enojada conmigo? – le susurro para que Richard no escuche. 
 


 

— Hijo, ella lo logrará – Dice dándome fuerzas, pero yo solo niego apoyando mi cabeza en su hombro.
 


 

—¿Qué garantiza eso? 
 


 

—Sus poderes. – suspira. – Ahora descansa un rato he intenta conectar con ella, puedes hacerlo.
 


 

Cierro mis ojos, el sueño comienza a ganarme. Después de unos segundos, estos se abren. 
 


 

Estoy acostado en una camilla que se encuentra en una sala totalmente oscura, tipo película de terror. Me levanto rápidamente y abro la puerta. Un pasillo oscuro es lo que encuentro, con un rayo de luz aproximándose por una puerta al final. Corro y corro sin cansarme... el pasillo se vuelve más extenso cada vez. Logro llegar a la puerta y la abro, una luz me ciega por unos segundos, pero luego todo se ve claramente. 
 



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En el texto hay: fobias, poderes, superacin

Editado: 06.08.2021

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