El Puente [#1 Estructuras]

❄️Capítulo 35❄️

Abro los ojos y me siento rápidamente en mi cama. En mi cama, no en la de la base. Estoy en mi habitación, en mi sótano, en mi casa. ¿Cuándo llegue? Intento comunicarme telepáticamente con Alex, pero no siento esa conexión. Miro mis manos e intento que mis poderes aparezcan. No sale nada. Me levanto y corro al baño de mi pieza. Abro el agua caliente y coloco las manos debajo de la corriente de agua, pero no me quemo. ¿Qué está pasando? Me acerco al velador y tanteo con las manos intentando encontrar mi celular. Mi visión ya no está mejorada, me siento como antes.

Marco el número de Alex y a los minutos me responde.

— ¿Por qué me estás llamando? Fácilmente pudiste subir las escaleras y despertarme. – dice con voz adormilada.

—Alex, necesito que vengas... algo raro está sucediendo. – me corta y segundos después está en mi puerta, mirándome esperando que diga algo. - ¿Qué día es hoy?

—Alison, tengo sueño. ¿De verdad me despertaste solo para saber qué día es hoy? Tienes tu celular en mano y ahí hay una aplicación que se llama calendario. – se tira de espaldas a mi cama.

—Alex, dime que día es hoy. – vuelvo a pedirle.

—Veintinueve de noviembre del dos mil diecinueve. Son las... no sé ¿Tres de la mañana tal vez?

—Debe ser una broma. – digo en un susurro.

—¿Porque voy a bromear con la fecha? ¿Te sientes bien? Porque puedo ir a buscar a tu papá o a Sara para que te lleven al hospital si quieres.

—Alex, estoy hablando enserio. – digo con las ganas de llorar. - ¿Qué día es hoy? Mis poderes ya no funcionan y necesito saber si los tuyos siguen bien.

—Alison, necesito que te sientes en tu cama y repitas conmigo. Solo fue un sueño, esta es la realidad. Podrías escribir un libro sobre ese sueño.

—¡Maldición, Alex, escúchame! – le pido al borde del colapso. – se diferenciar un sueño de la realidad, pero algo raro está pasando. Yo no estuve soñando, hoy es la madrugada del veinticinco de abril del dos mil veintiuno. Por favor, créeme.

—Tranquilízate y respira. – le hago caso y paso mis manos por mi pelo. – dormirás esta noche y mañana hablaremos ¿Está bien? – asiento... tal vez es solo una pesadilla. – yo estaré aquí. Solo duerme.

Cierro mis ojos y el sueño me lleva. Siento como si un segundo ha pasado cuando vuelvo a abrirlos, encontrándome con que mi papá me trae el desayuno a la cama.

—Buenos días – dice sonriendo.

—¿Qué día es hoy? – solo espero que haya funcionado.

—Veintinueve. – responde extrañado.

—¿Qué mes y año?

—Noviembre, dos mil diecinueve.

—Debe ser una broma.

—En la madrugada, me llamó y preguntó lo mismo. Algo le pasa, Richard. – comenta Alex.

—Tal vez Sara sepa que hacer. – hablan como si yo no estuviera. - ¿Puedes ir a buscarla, Alex? – él asiente y va hacia las escaleras hasta desaparecer. – Alison, necesito que me escuches. Estás bien, estás a salvo. Solo era un sueño ¿Esta bien?

—Papá, se diferenciar un sueño de la realidad. Yo de verdad tengo poderes, yo soy distinta. Me llevaste a conocer a tu papá y comenzaron a buscarme por todo el país. – digo desesperada.

—Alison, hija, mi papá falleció cuando yo era todavía un niño. No es posible que te hayan buscado por todo el país.

—No, no, no. No estoy loca, papá. Se que lo que viví es real, no puede ser posible que todo lo que he vivido ha sido parte de mi imaginación. Fueron seis meses que viví con mis poderes. No era un sueño.

—Alison, cariño, dime que sucede. – dice Sara al lado de mi padre. Él se levanta y sale de la habitación. Observo el pelo negro de ella y recuerdo a Kate.

—Tú debes creerme. Kate, tu hija es mi mejor amiga. – ella aprieta sus labios. – ella también es como yo, ella me ha ayudado tanto. – ella niega suavemente con la cabeza.

—Mi niña, no tengo ninguna hija llamada Kate, lo siento. – las lágrimas comienzan a deslizarse por mis mejillas.

—¡Eso no es verdad! ¡Están mintiendo! – ella se me acerca y abraza fuertemente.

—Mi niña, tuviste un sueño lúcido, pero ahora estás bien, estás aquí en casa, con nosotros.

—No... no, eso no es posible. – susurro.

—¿Quieres contarme de que trataba mientras cocino el almuerzo y te alimentas? – observo mi cuerpo y estoy como meses atrás. Asiento con la cabeza cuando permito salir una última lágrima.

Subimos las escaleras y llegamos a la cocina. Comienzo a contarle todo lo que ha pasado, ella me escuchaba atentamente

—¿De verdad crees que solo fue un sueño? – pregunto con lo último de esperanza que me quedaba.

—Alison, de verdad parece real, pero eso sucede con muchos sueños. – asiento con la cabeza.

Está bien, aceptaré que solo fue un sueño. Aunque podría intentar un último movimiento. Escribo en mi celular un mensaje para Alex y de inmediato obtengo su respuesta.

Alex: Aquí está su número, por favor, no cometas alguna estupidez.

Guardo el contacto y sigo hablando con Sara. Varias de sus preguntas trataban de Kate y yo felizmente le contestaba, recordándola, aunque con los ojos llorosos. No puede ser que una persona como ella no sea real. Y si ella no es real... Kahel tampoco.

Se me vuelve a formar el nudo en la garganta ¿Cómo es posible que haya inventado a tantas personas con diferentes características?

Luego de comer, decidí ir a mi habitación y hacer la llamada. Espero tres todos hasta que me contesta.

—¿Hola? – su voz hace que esperanzas resurjan. – Emm... si es una broma, no tengo tiempo para reír. – había olvidado como hablar. – voy a colgar en cinco...

—¿Jirafa? – se queda en silencio un tiempo.

—¿Alison? ¿Eres tú?

—Hola Nick, necesito confirmar algo y por favor contéstame la verdad, porque aquí nadie me cree y eres mi única esperanza. – digo sincera.

—Tienes mi atención.

—¿Trabajas en la Safeguard? – soy directa.

—¿En la que? – su voz es confusión total.

—Por favor, dime que en realidad trabajas en la Safeguard, en el Assedio exactamente. – estoy suplicando.



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En el texto hay: fobias, poderes, superacin

Editado: 06.08.2021

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