El Quinto Elemento

X-Sangre lila

Cuando desperté solo noté un rostro sobre mí y el sonido de máquinas vibrando. Abrí los ojos por completo y cuando se me aclaró la visión noté cinco hombres con vatas blancas y una mujer que lleveba consigo una carpeta.-Oh, ya despertó, Lyam ven.-Escuché que la llamó.

-Hola-Dijo cuando le ordenó al muchacho que se fuera.-Soy Lyam-Y no la dejé que terminara.

-¿Qué estoy haciendo aquí?-Y ella suspiró.-Estás en uno de los bunkers de investigación.-Dijo cuando levanté una de mis manos con fuerza para intentar pararme y noté que estaba esposada a la camilla.

-Oh, no chiquita, no te puedes ir, almenos por los siguientes meses.-Cuando dijo eso forcejé mi cuerpo pero también tenía una correa que amarraba mi cadera a la camilla.

-¿Qué lugar es este?-Le espeté y ella sacó una sonrisa macabra.

-Estás en el mismo lugar, solo que ahora no estarás libre. Tenemos ordenes de tu jefe para mantenerte en experimentación e investigación por los siguientes meses.-Se burló y seguí forcejando.

"¿Experimentación e investigación?"

Fue la frase que me traumó, ¿acaso hiban a hacerme cosas de las que seguro saldría lastimada? ¿Y los demás? ¿Y Darkar? No podría ayudarles mientras estuviera aquí apresada a una maldita camilla.

-¿P-pero y Darkar?-Le dije y al parecer a ella no le interesó.

-Ese es problema del jefe, no tuyo ni nuestro, Megan.-Se mofó

-¿Eres idiota o qué? Es un asesino no puedes decir que no es problema mio o tuyo porque lo es, todos debemos detenerlo.-Le grité

-¿Qué me dijiste? ¿Acaso escuché idiota?-Inquirió pero la ignoré para que se enojará más.

-Mira creación artificial-Cuando escuché eso algo en mí se rompió pero me causó rabia.

-¿Qué van a hacerme?-Solté la pregunta.

-Oh, al fin vamos al grano. Te extraeremos sangre para investigación. Te daremos unas pruebas físicas, y como método de regeneración te haremos otras que son sólo para comprobar hipótesis.-No entendí lo último y volví a preguntar.

-¿Pruebas de regeneración, qué son?-Y ella no dijo nada.

-Te estoy preguntando, no puedes hacer conmigo lo que te de la gana.-Le espeté

-Yo voy hacer lo que me ordenaron y lo que yo quiera porque tu estás a mi mando. Y tendrás que hacer todo lo que yo te diga o sino te eliminaremos.-Mi ojos parpadearon veces seguidas por su redundancia procesando lo dicho por ella.

-¿Eliminarme?-Le espeté la pregunta.

-Eh, ese es un asunto que no te incumbe.-Inquirió pero yo forcejé de miedo.

-¡Dime qué es eso de eliminarme!-Le grité y ella soltó su carpeta a un lado para mirarme.

-Bien si quieres saber...Eliminarte sería basicamente matarte pero eso es más humano, asi que preferirás escuchar eliminarte. Según fuiste creada artificialmente asimismo podemos destruirte. Nada más te inyectaríamos un gen que revierte el efecto de vida en los tuyos y ¿qué?, moririrías a los minutos.-Se burló

Era increíble que me tratara como animal cuando yo misma tenía hasta más humanidad que ella.

-Sácame de aquí.-Le ordené pero ella volvió a burlarse.

-No-Aseveró mientras pensé en usar el fuego para derretir las esposas.

-Voy a revisarte malcriada.-Dijo mientras puso una de sus manos en mi frente para tocar la insignia y yo encendí mis venas junto con la insignia para que se quemara.

-¡Ay, idiota!-Gritó cuando sacó su dedo que estaba más que rojo de la quemasón.

-Sino me sacas, me tendré que liberar yo.-Le espeté haciendo que mis manos hirvieran en calor para tratar de derretir las esposas pero me fue imposible, por más calor que infrigí no pude lograr nada.

-¿Crees que no tienes unas esposas anti-poderes?-Se burló mientras miró una de mis manos y su dedo.

-Mmmm...-Tartamudeó

-Que-Solté ante su mirada macabra mientras la vi sacar una cuchilla del bolsillo de su vata.

-Verás comprobaré mi hipótesis del "Ojo por ojo, diente por diente"-Dijo mientras sabiendo que hiba hacer forcejé mi cuerpo tratando de evitar que acercara su cuchilla. Y la clavó en una de mis manos haciendo que una especie de sangre que no reconocí comenzara a salir de la herida.

No pude decir nada al notar que mi sangre no era roja, mucho menos azul o blanca y tampoco verde. La sangre que salió era lila, morada o cualquier nombre que describiera un violeta claro, junto con una especie de destellos blancos.

-¿Qué es esto?-Se preguntó notando como las gotas de sangre bajaban por la punta de la cuchilla que seguía atravesada en mi mano.

-¡Escuchen, vengan acá rápido!-Les hizo venir a los otros cinco científicos.

-Oh-Repetían al unísono. Yo no sentía dolor alguno pero la sangre cesó y la cuchilla quedó incrustrada en mi mano. La muchacha tomó de la sangre que quedaba en ella y se la pasó por el dedo lastimado, haciendo que este se sanara al instante.



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En el texto hay: romance humor terror

Editado: 12.11.2018

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