Si tienes la canción "Love Like you do" de Ellie Goulding, te aconsejo que la escuches mientras lees este capítulo y ten adentras en ela magie del amor casi imposible de Allison y Christopher. Sin más, disfruten el capítulo narrado por Christopher.
Chris…
—¿No estás emocionado?
—La competencia y la acción emocionaría a cualquiera, Emma —contesto con desgana—. ¿Qué me dices de ti?
—Estoy más emocionada por la boda que por unos tontos juegos. ¿Qué más da si hacemos exámenes finales o no?
—La posibilidad de no tener que estar pegado a un libro para pasar el año es bastante atractiva. —Por el rabillo del ojo veo a Karen saludando a algunos estudiantes—. Dame un momento.
—Señor Gray, muchas felicidades —saluda ella a penas llego a su lado.
—¿No se supone que este año la copa elige estudiantes que no tengan hermanos menores?
—No necesariamente. —Nos acercamos al ventanal más cercano y ella toma una copa—. Nosotros podemos poner nuestras reglas, pero la copa es la que decide. No importa si todos son de un año o de un mismo elemento, selecciona a los más capacitados. Y al parecer, los estudiantes seleccionados esta noche son los mejores. La única que me preocupa es Allison.
—¿Por qué? —pregunto con curiosidad y hace gestos con la mano para restarle importancia al asunto.
—No te preocupes. Disfruta de la fiesta, Christopher. —Se retira en dirección al profesor Carlton y yo me apoyo en el muro de la ventana un poco confundido.
«¿Por qué le preocupa Allison?», me pregunto a mí mismo y un leve dolor de cabeza se abre paso hasta golpear con fuerza mi sien.
—¿Estás bien?
—Solo una migraña, Thiago. Voy a estar bien —contesto masajeando ambos lados de mi cabeza.
—Nosotros no podemos enfermarnos, Chris —reclama cruzándose de brazos.
—Ya se me pasará. No debe ser nada grave.
—Chris, ¿te sientes bien? —pregunta Emma y niego con la cabeza. Va hacia un mesero por las copas de champán. Thiago detiene mi mano antes de tomar la copa que Emma me está brindando.
—Si tienes migraña, no deberías tomar alcohol, Chris —aclara mi primo mirándome fijamente.
—Eso es una bobería —insiste Emma y tomo la copa de champán. El dolor de cabeza va mitigando con cautela, pero da paso a que una bruma extraña se adentre en mi cabeza y Thiago suspira derrotado.
—Vamos a bailar. —Mi prometida entrelaza su brazo con el mío y me saca de allí hacia el centro del comedor para bailar una melodía que se me hace conocida—. Esta canción me encanta. John Legend nos refleja en ellas, ¿sabías?
—¿En serio?
—Todo de mí, ama todo de ti. Eres mi principio y mi final, Chris.
—¿Hasta mis imperfecciones?
—¿Cómo puedes decir semejante barbaridad cuando eres perfecto?
—Nadie en este mundo es perfecto, Ema. ¿Qué hay de la parte aventurera? ¿Lo arriesgarías todo?
—No soy una chica de experiencias nuevas ni de misterios a resolver. Eso mejor te lo dejo a ti que eres el hombre y mi futuro marido.
—Sabes que no tengo mucho tiempo, ¿verdad?
—Me entristece que hables de esas cosas, Chris. Vivamos el tiempo que te queda.
—¿Nunca te ha pasado por la cabeza romper esa ley tan ridícula? —pregunto, pero niega con la cabeza—. Bueno, eso sí existe una forma de romperla.
—Hay muchas leyendas, según el profesor Carlton, pero ninguna es cierta. No hablemos más de cosas tan horribles.
Toma mi rostro en mitad de nuestro baile y me besa con pasión. Sentimientos se arremolinan en mi interior y una lluvia de estrellas fugaces pasan delante de mis ojos cuando los tengo cerrados. Una voz se adentra en mi cabeza diciendo una sola frase: “Recuérdame”. Me separo de Emma abruptamente y masajeo mi pecho por la opresión en él.
—¿Todo está bien? —Parpadeo confundido—. ¿Chris, te duele la cabeza de nuevo?
—Parece que la copa de champán y el baile me provocaron un leve mareo. Voy a tomar aire. —Sin dejarle reclamar, salgo del salón muy aturdido—. ¿Recuérdame? ¿Qué clase de broma es esta? Me estoy volviendo loco.
Al llegar a la puerta principal me detengo y miro a través del cristal. Javier y Allison bailan bajo la nieve. Ella sonríe a carcajadas por algo que él le dijo. Javier la alza y le da varias vueltas en el aire. Cayeron en la nieve aumentando sus carcajadas cada vez más alegres. Tanto así, que Javier seca las lágrimas de alegría de Allison.
«¿Por qué no tengo eso con Emma? Un momento. ¿Estoy celoso de la amistad y alegría de esos dos? Para mi desgracia, creo que sí lo estoy. Ellos se entienden muy bien, y según me contó Thiago, se complementan perfectamente en cuanto a lucha se refiere», pienso mientras gruño al ver la buena sintonía entre ambos. Estaba tan enfrascados en ellos, que doy un leve salto cuando una voz dice:
—¿No sabes que es de mala educación espiar a los demás?
—¡Ginger, qué susto me has dado! —murmuro con el corazón en la garganta.
—¿No me digas? —habla con cierta ironía—. ¿Qué haces espiando a mi niña y a Javier?
—No los estaba espiando.
—Christopher, mentir es malo. Es posible que yo y mi hermano tengamos los sentidos más agudos que el resto de los Varázs gracias a Allison. Sí los estabas espiando.
—¿Qué hay de ti? ¿También los estabas espiando?
—Una pregunta por respuesta. No has perdido la costumbre. Allison sabe cuidarse sola, pero eso no quita que no me preocupe por ella. —Vuela hasta mi hombro derecho y apoya sus patas en el cristal transparente—. Mi niña ha sufrido mucho en estos días. Merece momentos de felicidad como este.
—¿Qué crees de Javier como pareja de Allison?
—No me hagas reír, Gray —comenta entre risas—. Una vez dijeron “Cuando te toca, aunque te quites. Cuando no te toca, aunque te pongas”. Javier entendió eso. Es un chico inteligente. Sabe que el corazón de Allison está ocupado por otro.
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Editado: 09.02.2023