Prólogo

Uno puede creerse una persona fuerte del mundo, con convicciones irrefutables. Tener una carrera en proceso con vistas a ser un éxito, a pesar de las pocas personas que te apoyan y cuidan; pero aun así, ver como todo eso pierde sentido solo por una mirada, una profunda, misteriosa e inestable mirada que, con un pestañeo derrumbo todos sus escudos y prejuicios, llevándola a un remolino de sentimientos y problemas, luchando contra los demonios que amenazaban con terminar por sacar lo peor. Esos que la venían persiguiendo desde hace un tiempo. Los que la obligaron a huir.
Aún cuando tienes esa necesidad de cambiarlo, de curarlo e irónicamente sólo consigues cambiar tu propia cabeza.
Intentando discernir entre la típica teoría de la luz que uno le otorgaba  y la oscuridad que el otro hacía nacer en ella. 
A este punto, viendo hacia atrás desde esta sala de interrogación Valerian puede recomendar con certeza... Que si te cruzas con alguien similar a Alexander Moore, por lo que más quieras...
Corre, no mires atrás y por sobre todo no dejes que llegue a ti.

ADVERTENCIA: este libro puede contener escenas alegoricas a crimenes y +18, aunque no es explicito, entras bajo tu consentimiento y voluntad.

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