Deseos.

El tiempo giraba en torno a la desesperanza y mi mente vagaba entre tinieblas de pensamientos poco ortodoxos, en poco tiempo había comprendido que la vida no era más que un simple tablero en cuyas casillas se podía sentir el dolor más agonizante.

Entrábamos y salíamos de una constante ruleta rusa donde las probabilidades de salir ilesos eran nulas, todos los años terminabamos en la misma situación; cayendo lentamente en una perpetua agonía, sin posibilidad de escapar. lentamente veiamos como el amor se desvanecia entre aquella penumbra en la cual dos ojos amarillos y tetricos se avistaban con claridad, era escalofriante la sensación que emanaban de estos…, y mientras  mas permaneciamos inmoviles, mayor era el deseo a morir.

Pero el odio crecía de manera constante en nuestros corazones, orillandonos hacía una única opción… “la muerte”. la muerte quien se había vuelto nuestro aliado y enemigo en múltiples guerras, se había convertido en la salida fácil de muchos cobardes que temen ser castigados por la mano del hombre…; se había vuelto en la salvación de unos pocos y en la liberación de otros…, pero en mi caso; en mi caso se había vuelto en un enigma.

Estaba constantemente en mi entorno, arrebatándome todo aquello que más anhelaba y dejándome a la deriva de una estela de inseguridad, estaba cansada de todo y de todos, deseaba con todas mis fuerzas que aquella agonía terminara pronto…, pero al parecer… no había manera de que esto terminara.