Noches de insomnio.

Curiosamente era una de esas noches largas que no tienen un final.

Era una de esas en las que te tumbabas en la cama esperando a que Morfeo te hiciera la visita más esperada de todas..., pero te dejaba plantada así cómo tu primer amor te dejó plantada en tu primera cita.

Era una de esas noches en las que mirabas el techo en medio de la oscuridad y te ponías a pensar en todas las cosas buenas y malas que te pasaron en la vida, para encontrar que sólo son momentos que ya pasaron y cuya importancia pasó a un segundo plano.

Era una de esas noches en las que a las tantas de la madrugada soñabas despierta, soñabas con aquellos bellos momentos que anhelabas hacer realidad.

Era una noche más, una de esas en las que lograbas escuchar a los animales nocturnos vivir su vida, dónde escuchabas la lluvia caer, esa que al día siguiente desaparecía.

Era una noche más, una de tantas noches de insomnio.