-¡No,aquí mismo en el palacio!
-¿Aquí?
-¡Si la emperatriz Amanda lo portaba!.-
-¿La madre del emperador?
-No,no,no,no aqui no se menciona el nombre de ella.-replico Raquel.
-¿Porque no Raquel? Despierta aún más mi curiosidad.-le dije.
-Al emperador no le gusta que sea nombrada.
-Es su madre,sería un honor recordarla a menos que la versión que nos enseñaron sea equivoca.
-Anayeli y yo,no somos quien para hablar de el tema.No nos corresponde.-dijo.
-No se preocupen,todo sale a luz de poco.
-Si pero alteza odia a la gente con lengua de chisme.
Esa voz, hacia que todo mi estrés explotará en un segundo.Era Dessire.
-Valla,usted no tiene que hacer,más que meterse en pláticas ajenas.-contesté.
-La quiero ayudar,yo sé que le agrada al emperador y que no.-dijo.
-Usted no busca ayudarme.
-Le dije,lo que pasa entre un hombre y una mujer,no fué suficiente ayuda, ahora la ayudó comentándole que le desagrada a su alteza y también le causa estragos.
-Lady Dessire,bueno si aún fuera lady,cómo le repito no necesito ayuda de nadie,su alteza mismo me dirá lo que ocupe saber y si no lo hace,yo respetaré lo que compartamos en mi alcoba.
-Quiza no sea lady,ya que mi deber es complacer en todos los sentidos a mi emperador,ya sea corporalmente,con mis hechizos, transformaciones de energías,más bien su desinterés a mí,se basa en qué usted aún no es un durazno,si no un "duraznito".
-Me encantan sus labios de color negro.-interrumpi.
-¿Disculpe?.-replico.
-!Ay no te disculpes! Me distraje de todo lo que dijiste viendo sus dientes,el tinte labial se embarró en ellos.-dije sarcástica.-Bueno estaba con ustedes pero me iré a preparar para mí visita.
Hice un gesto de adiós y me marche rumbo a mi habitación.
La cara de Dessire no cabía en asombró y coraje, porque aunque escuché perfectamente sus palabras solo la ignore,sin ser grosera.
"No me siento bien".Dije ya que entre a mi habitación,me imagino que desde el té fueron malos momentos,me senté en la orilla de mi cama y todo me empezó a dar vueltas.
-¡Marcela! ¡Marcela!.-gritaba sin respuesta.
Se me revolvió el estómago,y corrí al baño a vomitar,me sentí demasiado débil y la vista se me puso nublosa,no se en que momento perdí el conocimiento.
Desperté en una habitación majestuosa, parecía bañada en oro,tenía detalles elegantes y finos, cuando me acoplé a la luz solar,me ardían los ojos y la garganta me dolía,como si hubiera vomitado fuego.
-¡Señora mía! Ha despertado,el emperador se pondrá feliz de verla.
-¿Dónde estoy, Marcela que me pasó? usted no corrió a ayudarme.
-Estaba aseando sus sedas,majestad fuerón los 5 días más críticos de su salud,hasta el momento.
-¡Estuve 5 días dormida!.-replique.
-Si majestad.
Toc toc toc toc
-¡Sirvienta,ha despertado ya!
-Si,si no grite estoy despierta.-dije.
El mayordomo salió corriendo.
-Marcela ¿Está habitación es del emperador?.
-Si majestad,aquí son sus aposentos,el no quizo que la mandarán a otra habitación,solo aquí estaría segura.
-¡En serio! Me siento importante la verdad;aunque sea solo unos días.
Entonces escuché la varonil voz de el emperador.
-¡Princesa Danae! Dichosos los ojos que vuelven a mirarla ¿Cómo se siente? Le duele algo,tiene hambre o sed,pida lo que necesite,o dígame si algo le cause malestar.
-¡Alteza! Disculpe no poder reverenciarlo aún me siento débil.-conteste.-Me siento bien y solo tengo sed.
-Sirvienta ¿Podrías traerle agua a la princesa?
Marcela asintió,reverencio y salió de la habitación.
-¿Tiene alguna sospecha de lo que pasó?.-preguntó el emperador.
-No,alteza,no se que me pasó.
-Le dije que me llamara Alexander.
-Alexander,no se que me pasó.-respondí.
-Fue envenenada,por fortuna logro expulsar el veneno,por esa razón siente su garganta quemada.-explicó.
-¿Envenenada? No sabría que decir,solo pues que buena fortuna,agradezco a la luna estar a salvó.
-¿A la luna?
Sonreí.
-Alexander,es por la gracia de ella.-respondí.
-¿Que comió antes de dirigirse a su habitación?
-Solo postres,postres en la fiesta de té de la princesa Marieta.
En ese momento recordé que nadie quizo comer los postres y que yo fui la única que lo hizo.
-Su semblante cambio ¿Que paso ahí?.-preguntaba.
-Esque ahora que recuerdo,nadie comió en la fiesta,solo yo y después tuve una conversación algo fuerte con su hechicera.
-Entonces fuerón Marieta y Dessire, princesa mía serán castigadas sin importar su título,ambas; y quiero que sepa que muy independiente de el daño que le quieran causar,el daño es para mi, porque usted es mi propiedad y mi regalo.-dijo.
-No Alexander,no haga eso déjelas que se atormenten solas, aparte no sabemos que pasó realmente.
-Su benevolencia no ayudará está situación,usted fue envenenada y encontraré la causa,sin más descanse,en la noche vendré.
Salió de la habitación,y bastante enfurecido,las cosas estaban saliendo mejor de lo que esperaba,no contaba conque me enveneneran pero hacerme la tonta si funcionaba perfecto;conmigo él no era el despiadado emperador más bien le preocupaba demasiado lo que me pasará,y por ser la menor no era.
Me llevarón de comer, aunque hambre no tenía y estuvierón cuidando de mí,fuera de la habitación había 4 guardias y el mayordomo y Marcela estaban para atenderme
-¿Marcela, tú crees que en verdad la princesa Marieta,allá caído tan bajo de envenenarme?
-Princesa,yo creo todo lo que veo,Marieta posee un carácter explosivo,y su coraje fué el perder su día con su alteza.
-No se porque emperador cree que Dessire tenga algo que ver.
-Eso si no lo se princesa.
La oscuridad empezó a invadir los espacios de la habitación,y se encendieron las tenúes luces,los nervios empezaron a invadir mi cuerpo,puesto que el emperador no tardaba en llegar.
#15953 en Novela romántica
#7806 en Fantasía
#1726 en Magia
obsesion, magia amor y deseo, princesas emperadores y un amor
Editado: 02.06.2024