Alexander.
Casi no pude dormir,me levanté de la cama en cuánto ví la luz del sol,mande llamar de inmediato a mi sirviente.
-Digame alteza.
-Lleve por favor mis obsequios a la madre de la princesa y que ella los entregué en mi nombre,no quiero que la entrega sea arruinada.
-Si majestad,así será.
-Y dónde quiera que sea busque por favor a el príncipe Donatello.En cuánto aparezca hágalo venir.
El sirviente asintió con la cabeza y salió de la habitación,dos horas después llegó el príncipe Dryfor a mi pieza.
-¿Te estás arrepintiendo?.-preguntó.
-Es pura política,pero te quiero pedir un favor.
Cerré puertas y ventanas y la hora siguiente platicamos a puerta cerrada sin interrupciones,solo él y yo supimos lo que se habló ahí.
-Majestad, empezaremos a arreglarlo.
Entre el cuarto de baño a qué me asearan y traté de relajarme un poco a otro lado de la puerta escuchaba a las sirvientas hablar.
-Las hermanas de la princesa estaban felices,gritaban en toda la habitación,parece que estan muy alegres por la unión.
-Si dicen que la princesa se emocionó tanto con el regalo que le mando nuestro emperador.
-Se veía tan hermosa,una digna emperatriz.-Murmuraban.
Me sonreí de escuchar eso, significaba que estaba empezando bien en no olvidar su cumpleaños.Sali de la bañera y empezarón a ponerme el traje que usaría;un conjunto aterciopelado de color rojo brillante con una capa del mismo color.
-Majestad para la unión pondré en vuestra cabeza la corona.
-Esta bien,es demasiado pesada pero es requisito.
Saliendo de la habitación ví volar,en la lejanía,a él príncipe Donatello,justo cerca del palacio de la emperatriz,a pasos apresurados me dirigí al templo,pues yo tenía que estar primero.Al entrar el sacerdote sonrío.
-¿La entregará su padre?.-Preguntó.
-Asi es,en unos momentos entrará.-respondí.
Fue una eternidad esperar,había un sin fin de invitados desde nobles,altos mandatarios del ejército y la guardia real,condes,duquesas, aproximadamente 300 personas, esperando la entrada de la emperatriz,hasta adelante sus hermanas y su madre de la princesa,y en el otro lado Dessire con un lujoso y llamativo vestido negro,debo decir que el convencerla de estar ahí fué más difícil que domar a una fiera,los minutos pasaban y ya iban 10 de retraso,me mantuve tranquilo ante cualquier situación.Por si llegaba o no la princesa al templo.
Sonarón las trompetas anunciando la entrada de la novia,y a lo lejos en el fondo estaba la princesa sujeta al brazo de su padre.Explicar con palabras como se veía es imposible, traía puestos los regalos que le di,parecía una luz hermosa y con ese vestido brillaba más que la misma luna.
Llegó hasta el altar.
-Emperador le entregó a mi princesa más pequeña,espero ella llene sus expectativas y sean muy felices.-Replico su padre.
-Gracias rey Smirnova,este es el lugar que se merece.-conteste tomando su mano.
La ceremonia empezó con palabras del sacerdote.
-Emperador Alexander Ülker,acepta usted por esposa a la princesa Danae Smirnova.
-La aceptó.-contesté.
-Danae Smirnova, acepta usted a nuestro sumo emperador Alexander Ülker.
Ella respiró hondo miro el gran anillo en su dedo, volteó a mirar atrás,después vio a Dessire.Y pensó por algún tiempo su respuesta.
-Si,aceptó.
-Ahora la declaró esposa de nuestro emperador.
Movió la mano en seña de adelante y entro la corona y el cetro de la futura emperatriz,el sacerdote la sentó en una silla viendo a todos los invitados.
-He aquí el día de hoy a nuestra nueva emperatriz Danae Smirnova.-Dijo el sacerdote coronandola y dándole el cetro de oro.
Todos aplaudieron y entonarón.
"Salve oh Dios a vuestros emperadores"
"Salve oh Dios a vuestros emperadores"
La mire fascinado,pues irradiaba un brillo que le quedaba tan bien con su belleza,era momento de besarnos para terminar de sellar la unión matrimonial.Me acerque a ella y la bese...
Fue excepcional sentir su labios tan suaves,y poder tocar su cintura,sentir su olor y tocarla sin recibir un golpe después,ella me abrazo por debajo de la capa y se recargó en mi pecho como escuchando mi corazón, también la abraze fuerte, sellando así nuestro matrimonio,sin decir nada.
Salimos del templo directo a la recepción en el palacio central y juntos nos dirigimos al trono,ya que ahora ella ocuparía uno.De ahora en más todo lo que hiciera sería consultado primero conmigo,el banquete prosiguió así como el baile,todos los reinos habían sido invitados,incluso se encontraba el padre de Donatello aquí.Me gire a ver a mi ahora esposa se veía perfectamente hermosa a mi lado.
-¿Quieres bailar conmigo emperatriz?.-pregunté.
-Si emperador,bailemos.-dijo.
En cuánto sonó la música la tome de la mano y empeze a bailar con ella, parecía que en mis brazos tenía a la muñeca más preciada del reino,para mí todo esto era una burbuja de ilusiones.
Terminando bese su mano,y de nuevo nos dirigimos a nuestros tronos,todo el banquete se llevó en tranquilidad y felicidad.
-Emperador,podemos salir un poco a tomar aire.
-Si.-Repondí saliendo con ella.
-Emperador ya estando lejos del tumulto quiero dejarle en claro que todo esto es actuado por el prestigio de ambos,esto solo era y sigue siendo un acuerdo político, espero que se respete y que no me obligué a consumar el matrimonio.-Dijo fríamente.
Danae
-No te cases,huyamos juntos.-repetía Donatello.
-No puedo,sabes que jamás seríamos felices,la venganza del emperador nos consumirá,es mi deber.
-Esto me duele.
-A mi también Donatello,pero quiero que sepas que eres importante para mí,y te pido que te quedes a mi lado,para brindarme tu apoyo incondicional en cuánto llegue al trono.
-Tendras todo mi apoyo y protección futura emperatriz Danae,y si te arrepientes estaré tras de ti para correr juntos y nunca volver.
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Editado: 02.06.2024