El regresar de la princesa

Capítulo 04

Pov’s Rhys.

Camino de un lado a otro, paseando mi mano por mi cabello más de una vez. Golpeo la pared del calabozo en donde me encuentro.

—Maldición… — miro el techo cansado.

Cuando me dijeron que Erin había sido secuestrada, mande a la mierda la desaparición de mi hermano menor. Apenas llegue a la manada de Erin, me recibió Luke, me conto absolutamente nada y cuando me dirigía a mi manada en busca de ayuda, los de esta me capturaron dejándome encerrado en este sucio calabozo. El sol recién se está asomando, hoy es el séptimo día en el que me encuentro aquí, encerrado sin poder hacer nada. En estos momentos le podrían estar haciendo lo peor a Erin, pero yo no puedo hacer nada porque me encuentro aquí. Los chicos no me pudieron ayudar ¿Por qué? Pues porque ellos solo obedecen a sus líderes de pelaje blanco y Luke no es así, su cargo de beta no sirve de nada en estos momentos. La única persona que podría ayudarme en estos momentos, es la madre de Erin, pero la pobre mujer no es capaz de hablar siquiera. Me han dicho que ha entrado en una especie de depresión que no le permite salir de su cuarto. Una vez me tomo el cabello frustrado con todo, necesito salir de aquí y encontrar a mi princesa. La persona que se la ha llevado sufrirá las consecuencias, lo asesinare con mis propias manos, lo juro.

La puerta del calabozo se abre, por ella entra Coel, luce cansado y desesperado, es su hermana después de todo.

—Hola… — saca una llave de su bolsillo — los de la manada han aceptado dejarte salir, la alpha ha dado la orden después de todo.

— ¿La alpha? — este abre la jaula y lentamente salgo de ahí dentro.

—La madre de Erin — los dos caminamos hasta la salida — luego de que Axlin hablo con ella, esta ha aceptado salir de su habitación y poner cara ante el asunto.

—Entiendo… — este me entrega mis cosas, entre ellas mi teléfono — necesito llamar a mi hermano.

— ¿Roberto? — levanta una de sus cejas sin comprender.

—No — ahora luce más confundido — Raúl, mi hermano mayor, líder de la manada, sé que él me ayudara en todo esto.

Los dos salimos del calabozo al fin, los leves rallos del sol acarician mi sucia piel, ya han sido varios días sin darme un baño. El olor de mi manada me rodea con fuerza.

— ¿Él? — Coel señala con su dedo a mi hermano mayor.

—Sí, es él — camino rápidamente a donde están todos ellos — necesito que me ayudes — lo miro directamente a los ojos. Así somos nosotros, no hay saludos cuando algo malo está sucediendo, primero va lo importante y luego la cordialidad.

Lo bueno de tener a Raúl como hermano, es que siempre ha estado para sus hermanos menores, yo también he estado cuando me ha necesitado, Roberto nunca ha sido de los que presten ayuda a los demás, pero si le gusta recibirla y nosotros siempre se la damos.

—Lo sé y por eso he venido idiota — rueda sus ojos y responde con firmeza.

Los chicos se acercan a nosotros; Marck, Lucas, Fabián, Sean, Gabriel, Nick y Jairo.

—También ayudaremos — interrumpe Sean con voz firme — después de todo, es nuestra alpha.

Muevo la cabeza de arriba para abajo, separo mis labios para poder hablar, pero alguien me interrumpe antes de hacerlo.

— ¿Y qué es lo que pasa con Roberto? — el beta de la manada se hace presente, luce muy preocupado por el chico que no se encuentra aquí en estos momentos.

—Él ya está bastante grande como para cuidarse completamente solo — responde Raúl de forma cansada, parece ser que el tema de nuestro hermano menor no le causa emoción, si fuera por él ni siquiera lo buscaría. Roberto se ha comportado de una forma horrorosa con él este último tiempo, entiendo su falta de interés por buscarlo — ahora lo más importante es buscar a la pareja de Rhys.

— ¿Es más importante buscar a alguien de otra manada que la de la nuestra? — vuelve a hablar este, sus ojos negros irradian enojo y se pasa barias veces su mano por su castaño cabello.

— ¡Cállate! — Raúl le da una rápida mirada, sabe bien que no poner antes a su hermano en todo esto causa una mala impresión para los demás — si tantas ganas tienes de ir en búsqueda, puedes ir solo, tienes mi permiso.

La primera vez que tuve que regresar a mi manada, fue porque Raúl descubrió que Roberto, y algunos miembros más, se encontraban traicionando a la manada, dándole información de la nuestra a un enemigo que no sé quién es. Nuestro hermano se fugó antes de que pudiéramos hablar seriamente con él, lo más probable es que ahora se encuentre con ellos, es por eso que no estamos realmente interesados en su regreso. En la manada, nuestros hombres más leales, saben que el chico no es bienvenido.




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