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Bruno

Después de la llegada de los otros todo parecía volver a la normalidad. No negaba que no me agradaban ya que por ellos se había ido mi princesa. Mi Peyton. Al principio no me agrado la idea que se vengan a vivir a la mansión junto a nosotros. Pero ahora que lo pensaba era mejor ya que así los puedo vigilar para que no tramen nada y no se la lleven con ellos.

Cuando habíamos terminado de cenar, Peyton les había enseñado sus habitaciones que quedaba en la última planta, cerca de la de Bruss y Michael. Me había alegrado mucho en ese momento tener viviendo aquí también a los amigos nuevos de Peyton ya que así tenían ocupadas las habitaciones cercanas a ella. Las habitaciones estaban distribuidas así. La principal era de Peyton la que le seguía era de Tyler por ser el mayor, la demás continuaba así; Carter, Connor, Jayden, los gemelos Jasón y Mason, mi habitación y la de Scott. Ahí es donde entraban los nuevos amigos Michael y Bruss, por ultimo ellos

Sonreí

Ya había amanecido y hoy era fin de semana lo que significa que teníamos que ir a las carreras es decir al territorio de nosotros a ver si había alguna novedad. Un sonido me hizo dar la vuelta, estaban tocando la puerta de mi habitación.

Era mi princesa, Peyton.

–Buenos días –saludo dándome un beso en la frente –Venga, cariño levanta. Ya está el desayuno –dijo sonriendo como la primera vez que la vi

Me restregó los ojos mientras bostezaba como cuando hace un niño pequeño.

–Vale, ya voy –dije atrayéndola a mí, mientras la abrazaba –Te amo mucho –murmuré, la sentí sonreír.

–Yo también te amo mucho, cariño –respondió mientras besaba mi mejilla y se levantaba, pero antes de salir se giró –Y soy capaz de hacer cualquier cosa por ustedes, aunque eso implique sacrificar mi propia vida –dijo

Sabía lo mucho que nos amaba, de eso no había duda. Aunque algunas veces nos haya lastimado con su partida, pero lo hacía por nosotros para poder estar tranquila y así empezar una nueva vida.

Me levante, me lave la cara y los dientes mientras me duchaba. Baje y ya todos estaban ahí, solo faltaba yo. Me senté en mi lugar que era a la derecha de Peyton ya que a su izquierda estaba Scott.

Los de servicio comenzaron a servir el desayuno. Carter le pregunto a Peyton qué en donde estaba Ethan y dijo que un viaje de negocios en Londres. Tyler estaba leyendo el periódico igual que Peyton, los demás estaban hablando temas de la empresa. Los únicos que estaban callados eran Ian y Josué que parecían un poco cohibidos por todo esto. Reí internamente al verlos de esta manera.

–Disimula un poco tu sonrisa –dijo alguien. Mire hacia al frente. Scott –Hasta Tyler se da cuenta tu mirada de superioridad hacia los nuevos –murmuro divertido. Mire por donde estaba Tyler. El al darse cuenta de mi mirada me giño el ojo. Rodé los ojos divertidamente mientras negaba con la cabeza.

– ¿Que vamos hacer hoy, cariño? –pregunto Tyler a Peyton llamando su atención. Ella dejo su periódico a un lado para poder mirarlo.

–Ustedes vayan a divertirse después lo alcanzo. Tengo que ver algunos documentos –respondió ella haciendo una mueca

La mire confundido.

–Pero hoy es sábado–comencé a decir. Ella asintió.

–Lo sé, pero mientras más rápido me desocupe más rápido podre estar con ustedes lo que resta el fin de semana –termino de decir con una sonrisa, tenía razón. Asentí con una sonrisa también.

Un carraspeo llamo la atención de todos. Era Ian. Peyton los miro con la ceja alzaba para que supieran que tienen su atención.

– ¿Y nosotros que haremos hoy? –Pregunto –Ya que tu estarás ocupada –hizo una mueca igual que su hermano Josué. Rodé los ojos, gemelos tenían que hacer.

–Van a estar con mis hermanos paseando y esas cosas –dijo simple Peyton. Cuando iba hablar una mirada de advertencia de parte de Tyler me hizo callar. Maldije por lo bajo.

–Vale –dijo no muy convencido el idiota, ella asintió

Después de eso no volvimos hablar del tema, el desayuno siguió. Cuando habíamos terminado cada uno subió a su habitación para arreglarse, ya estábamos listos junto a Peyton que llevaba un bonito vestido azul ceñido la parte de arriba y suelto desde la cintura. Ese era el vestido que yo se lo había regalado. Sonreí orgulloso, ella se dio cuenta y me giño el ojo. Me sonroje notablemente. Scott me miraba divertido, le saque el dedo del amor.