Al pasar una semana, las aldeas hermanas se habían unido a Diana, usando la ventaja de que poseían de moverse entre los bosques y llanuras sin ser descubiertos entraron al reino.
La tarea no fue fácil, había guardias en cada esquina y callejón, debido al descontento del pueblo el toque de queda había sido reforzado.
En la taberna a las afueras del reino, donde los mas valientes se atrevían a desafiar al reino, se encontraban todos reunidos, Diana y sus guerreros estaban convenciendo al pueblo a luchar
-¿Y que garantía tenemos de que esta vez si funcione? Cada vez que lo intentamos alguien termina muerto- gritó una mujer
-Esta vez tenemos una ventaja, pues el no es el legitimo heredero, además su esposa murió sin darle un heredero, y da la casualidad que la hermana del rey tiene una hija
- ¿La princesa esta viva? Pero como, si es así que se maestre, y nos explique donde ha estado
Miranda salio de entre la multitud y descubriendo su cabeza se puso en medió
-Yo soy la princesa Miranda, hija del rey Felipe, hermana de Sebastian y la legítima heredera al trono
-Usted es familia de esos monstruos, como esperan que confiemos en ustedes, si ella gobierna volveríamos a caer en este circulo vicioso
- Yo soy diferente a ellos, la razón por la que no regrese es porque no me interesa el poder, he vivido como una aldeana, la única razón por la que he venido es para ayudar
-¿Y que pasara después?
-Eso no importa, lo importante es conseguir la libertad- dijo Marcelo
A si en la madrugada, la guerra comenzó, atacaron el castillo y a todos aquellos que eran aliados al rey.
Buscaron por todos lados, pero no encontraban a Sebastian por ningún lado, entones Miranda se le ocurrió una idea, había un lugar donde el podía estar su hermano, cerca del río, a las afueras del reino, en una cabaña abandonada, el solía esconderse ahí, asi que al llegar no se sorprendieron al verlo sentado afuera de la casa
-Los estaba esperando, ¿Porque tardaron tanto?
Editado: 20.04.2020