El Reino Sagrado de las Conspiraciones

Parte Cinco: Moral Natural.

Necesitaba un poco de aire fresco, por lo que decidí almorzar afuera, la mansión mediana tenía forma de T invertida y constaba de tres jardines, el más grande es el del frente y es donde me encontraba.

     En las puertas de la mansión podían deslumbrarse las figuras de dos hombres fornidos portando armaduras azul oscuro con el logo del clan Diwedd; sus cabezas eran las de leones y tenían dos pares de alas saliendo de sus espaldas llenas de ojos. Eran los ángeles Tronos, sirvientes de Raziel y protectores del Área de las pirámides de Zoser.

     Me encontraba recostado en una camilla, mi cuerpo era bañado por la luz del sol y tenía gafas negras para que los rayos no lastimaran mis ojos.  A la distancia tres sirvientas Ninfas se encargaban de cuidar las plantas mientras las otras dos estaban a mí costado a espera de órdenes.

     <Ayer Júpiter dijo por el chat de que se quedaría en una posada, hoy ya debería estar por la ciudad de Theieht o viajando en tren a la capital. Esa ciudad se encuentra no muy lejos de donde estoy, más al oeste, seria gracioso que nos encontráramos> dejando de pensar por un momento me levanté para darle un mordisco al sándwich de carne que tenía en una mesa al lado.

     Sentado en una silla al lado de la mesa estaba lamentablemente Raziel, en su plato había un sándwich de queso y también salteado de arroz con partecitas rojas y blancas que no sabía que eran. –Entonces por eso digo que no debemos sentir lastima por las personas ciegas –concluyó elle que en teoría me estaba hablando a mí.

     <A mi si me daría algo de pena, pena y rabia. Si todos nacen con cinco sentidos y uno tiene la mala suerte de perder o nacer sin uno de ellos es una desgracia, aunque después puedan adaptarse> de todas formas no me concentré en eso y simplemente le contesté en modo automático sin darle mucha importancia. –Sí, sí. Claro que sí.

     Sus ojos parecieron brillar al escuchar mis palabras, como si no se hubiera dado cuenta de que lo estuve ignorando todo este tiempo. En su lugar había preferido estar en mis pensamientos o escuchando la radio que tenía también en la mesa.

     De hecho, me concentré en eso ultimo <En mi mundo esas cosas son consideradas un recuerdo arcaico de una época donde no había solo agua. En vez de radio ahora solo hay podcast, y son todos de internet. Con el surgimiento de los dispositivos Carrot Neuro-craneales nadie necesitaba una maldita radio, aun así, nunca pensé que me alegraría tanto de ver una> tragué mi comida <Mi profesor de historia debería aprobarme si supiera que aprendí a utilizar una>.

     Mis pensamientos se desvanecieron ya que mi cerebro captó algo muy importante en las noticias de la radio, una voz gruesa empezó a hablar. –Interrumpiendo las noticias de hoy tenemos que dar un aviso urgente de último minuto. La aparición de varias Bestias Divinas cerca del sistema ferroviario que conecta con el pueblo de Tanulas provocó que se cancelaran los viajes. Se recomienda no acercarse a la zona, la Orden de Paladines informó que ya se envió un grupo para encargarse del problema.

     Rápidamente hice a un lado todo lo que estaba haciendo para observar al Querubín. –¿Dónde queda eso?

     Elle lo pensó por un momento. –¿Tanulas? Según la información proporcionada por el Maestro del Octavo Nivel se trata de un pueblo al oeste de aquí, cerca de la orilla con el océano. Su relevancia radica en que es el asentamiento conectado con la Academia Palatinus.

     –¿Es muy lejos de aquí? ¿Crees que podríamos llegar antes que los Paladines?

     –Sus órdenes son nuestra voluntad Rey Soberano, aun así, me gustaría preguntar porque el interés.

     –Van a haber Bestias Divinas, e irán los Paladines. Si nos adelantamos a ellos y asesinamos a algunas obtendríamos más prestigio y no tenemos que buscar una por una, son dos pájaros por un tiro. Ya pasaron un par de días desde que cazamos a la anterior, así que no habría sospechas creo.

     –Como diga, llamaré a Astros inmediatamente.

-----O-----

A diferencia de la densa zona vegetal de la jungla en la que estuvimos el otro día este lugar tenía eso en mucha menor medida, el sol en su cima más alta alumbraba todo el panorama y los árboles con gruesos troncos y de unos 20 metros aproximadamente se ubicaban mucho más separados entre sí.

     A la distancia se encontraban las vías de un tren que pasaban en línea recta, podía notarse como fueron cortados arboles cercanos para que no causaran problemas. Sumado a esto la zona alrededor de las vías carecía de césped o tierra y eran únicamente piedras que parecían formar un sendero, resultados de la construcción imagino.

     –[Secreto de Dios: Invisibilidad Perfecta]. –Con un movimiento de las manos de Raziel sentí como si una capa de tela cayera encima de nosotros. Yo podía verme a mí mismo y también a Raziel y Astros, pero imaginó que no existíamos para cualquier otro ser.

     Los tres empezamos a caminar entre el bosque lentamente, me preocupaba que los pasos de ellos dos llamaran la atención de alguna criatura ya que hacían ruido. En cambio, como poseo la clase de Cazador Furtivo mis pasos no generaban sonido alguno.

     No tuvimos que avanzar mucho hasta toparnos con nuestro objetivo, de pie sobre las vías del tren se encontraban cinco ciervos: todos tenían tres ojos, y sus cuernos enormes parecían estar hechos de un cristal purpura brillante.

     –Perfecto –susurré junto a un movimiento de victoria de mi puño–. ¿Creen que si matamos a esos cinco nos cuenten cada uno? ¿O cuentan a la misma especie como una sola?

     Los ojos del ángel cuya ropa estaba hecha de algo similar al agua mostraban pequeñas constelaciones en sus retinas, elle inclinó la cabeza confundide para un costado. –Mi señor, allí solo se encuentra una Bestia Divina, no cinco. –Antes de que pudiera reaccionar el ángel de cuatro alas lanzó otra habilidad–. [Revelación de Dios: Verdad]




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