Parte 1

Se En el orfanato Santa Cecilia los niños jugaban en el patio, corriendo de aquí para haya emocionados entre risas, apesar de que la alegría rodeaba el ambiente yo me encontraba en una esquina admirando el cielo tarareando una balada que rodeaba mi mente desde que tengo uso de razón.

Mi mejor amigo me trenzaba el cabello pelirrojo alegremente. Había muchos niños en el orfanato pero Guiennah siempre había sido amable conmigo. Ademas a los demás niños ambos les parecemos extraños asi que somos mejores amigos. Nos conocemos desde que tenemos uso de razón.

El receso concluyó y era momento de cenar. Caminamos al comedor pero al igual que siempre nos separaron por sexo. Lo cual me parecía algo ilógico ya que no tenía sentido si nos dejaban estar juntos en el receso.

Las hermanas nos separaron ha montones de gritos y azotadas con reglas de madre lo cual tambien me parecía totalmente tonto ya que se supone que las monjas no pueden ocupar violencia. Pero siendo sincera parecía abuso de autoridad.

Al entrar al comedor alguien me empujo lo cual me provoco una caída. Las risas me rodearon y las lagrimas intentaron a parecer. Una chica de cabello negro y cola de caballo me dio una cachetada con fuerza, anonadada mi quitaron mis zapatos viejos. Otra chica me jalo de me cabello y me arrastro hasta una esquina en donde una lluvia de vasos de vidrio me empezó a caer encima. Me envolvi en mi cuerpo cubriendo mi cabeza con mis manos y apreté mis piernas contra mi pecho.

Algunos vidrios explotaron en el suelo otros sobre de mi. Varios pedazos de vidrio se encajaron em mis brazos y piernas. La sangre se resbaló por mi rostro.

-¡Basta!- grite asustada con dolor en mi.

Las chicas solo fueron y empeore las cosas. La hermana Lucia toco la campana y azotó contra la pared para llamar la antencion todas las niñas dirigieron su mirada hacia ella. Estaba furiosa, levante mi vista se dirigió hacia mi y me levantó con cuidado. Varios trozos me cortaron las plantas de los pies. No pude evitar una mueca.

La hermana me cargo entre su espalda y las niñas empezaron a reír a carcajadas. "Mira a esa bebé" oí susurra a una. "Tal y como salio de ese pútrido sesto de vegetales" . La hermana soltó una mirada furitiva y todas callaron.

Me llevo cargando hasta la enfermería. Llegando me reviso mis heridas, la sangre estaba seca. Me saco los vidrios enterrados lo cual fue totalmente doloroso ya que los tenia que mover y después poner alcohol y agua caliente. Me retorcia de dolor porque en verdad ardia. La hermana Lucia estaba realmente concentrada.

-Porqué me tratan asi- solloce mal herida.

Lucia me miro compasiva y solo sonrió.

-Hay veces en las que nunca se sabe el porque la gente lastima y cuando sabemos el porqué el rencor se apodera del corazón, lo único bueno que hay que tomar de personas como esas es volverte más fuerte-

-¿Como?- pregunte curiosa - Me saldrán músculos o algo asi

Lucia río

-No ya lo entenderás a su tiempo-

La puerta se abrió y la hermana Lucia se levanto.Era la madre superiora.

-Que fue lo que sucedió en el comedor -me pregunto irritada.

-Madre puedo explicarlo -tartamudeé asustada.

-Hija no puedo creer que éste sistema educativo cree generaciones tan débiles- grupo desesperada -Eres débil y por eso estarás en el pozo por esta noche con sin cenar.

-¿Porque motivo?- se molesta Lucia por la injusticia. -Solo dijo que es una injusticia ya que ella fue la víctima-

-Por causar escándalo en el comedor y ser la provocarte de que las niñas rompieran esos platos y sin contar el desastre en el comedor.

La madre me tomo del brazo y me arrastro por los pasillos hasta llegar a unas escaleras en donde me aventó. Rode con impulsada por la fuerza de la gravedad, hacia abajo, varias de mis heridas empeoraron. termine por azotarme contra una puerta de metal. La madre superiora la abrió y me invito a pasar como si no hubiera pasado nada. Me apoye en mis rodillas y me levante lentamente y entre con el cuerpo adolorido. Entre con la barbilla en alto y al escuchar que la puerta se azotaba a mis espaldas me deje caer en el suelo.

El pozo era una habitación con tuberías que goteaban y olor a humedad. Había incluso ratas muertas la ligera luz del sol entraba por unas rejas que habían. Levante mi vista y encontre un viejo colchón era mejor que el suelo mojado. Me arrastre y me recoste en el colchón. Estaba mojado y los resortes estaban gastados. Eso era mejor que las camas de madera de las habitaciones de las chicas. Me solían las plantas de los pies asi que me puse en pose fetal y me abrase, tome mi falda y la estire hasta que me cubriera los pies.

Empecé a llorar me cubrí en mi soledad y oscuridad. La luz descendió junto al sol tomando el cielo un color naranja para esconderse en el color morado del atardecer.

Me encontraba hambrienta y el rugido de mi estomago me desperto de golpe. Ya era de noche no había nada mas que un aterrador silencio, me aterra la oscuridad solo una débil luz de luna se asomaba y me refugie bajo ella. Agudizando mis sentidos al mil. Escuche unos paso tras la ventana me recargue a la pared. El sonido se hizo mas grande.

-Pss- dijo una voz familiar, Era Guiennah -Lezarth te traigo un poco de comida, una manta y tambien una vela y cerillas se cuanto odias la oscuridad-