Las alarmas eran por que habían atacado una de las rutas de transporte más importante, estábamos en una mesa con todos los duques y condes llegando a un acuerdo, los reyes tardarían un poco en llegar, pero aún sentía el mal presentimiento.
—Buenos días — Saluda el emperador, clavando los ojos en mí con una sonrisa misteriosa, algo sabía que yo no —. Siéntense.
Al sentarnos pasa uno de los mensajeros que le da una carta.
—Reina Vanessa ¿Usted mando un carruaje el día de hoy? — Me quedo pensando un momento.
—Mi hermana iba en uno... — Digo mientras él sonríe todos se dieron cuenta de esto provocando un silencio absoluto Riddle me mira confundido —. Permiso...
Salgo de la habitación mientras corro con todas mis fuerzas, veo a la emperatriz, pero no me detengo a saludarla, los sirvientes me miran mientras ríen no quería saber nada, tomo el caballo que esta agarrado al carruaje mis manos temblaban por lo que no podía desamar al caballo que solo hacía su ruido que sinceramente no sabía cómo se llamaba.
Veo a Riddle venir con un caballo, me extiende su mano y antes de subirme me dan una espada, y el empieza a galopar, quería alejarme de él, no quería estar cerca de él, pero siempre venía a salvarme cuando más lo necesitaba, tenía la angustia, ni siquiera me había despedido, mi dolor de estómago se hacía más intenso al estarnos acercando. Entramos a un bosque ¿Por qué irían por un bosque?
Esta no era una ruta común de transporte, solo me esperaba lo mejor de ella, al llegar miramos a los guardias quienes bardean con sus cuerpos la entrada, al vernos nos abren paso veo el carruaje que había sido volcado por completo, había sangre dentro y fuera de ellos, trato de buscar con la mirada a mi hermana, pero no la miro, a lado hay tres personas tapadas por completo. Riddle me aprieta la mano mientras me acerco, mi estomago no paraba de doler, cada vez se hacía más grande el dolor, destapo el primer cuerpo y no era Elise. Era un hombre caucásico, tenía una expresión de dolor y en sus manos cortadas se había defendido del ataque
—No es mi hermana... — Digo tapándole, veo la estatura de los otros 2 y claramente no era mi hermana, pero aun así miro el rostro de cada uno, uno más desfigurado que otro, y el ultimo no podía hacer pues iba de negro y mi hermana tenía su vestido de enfermera, suspiro de alivio —. No es mi hermana.
—Atención, inspeccionen el área — Dice en príncipe mientras nos movilizamos en la búsqueda me quedo con la tropa del príncipe buscando lo mejor posible, era una persona que se escondía fácilmente, comienzo a llamarla, pero no había respuesta, sigo sin parar de buscarla, y comienzo a escuchar el sonido de algo siendo golpeado —. ¿Escuchas eso?
—Sí... Elise si eres tú golpea 3 veces — Grito con todas mis fuerzas, mientras me quedo en silencio, escuchamos el primer golpe, después el segundo y casi en un instante el tercero, miro a Riddle con una gran felicidad — Sigue golpeando hermana.
Comenzamos a guiarnos por el ruido, este provenía de una cueva, al tratar de entras Riddle me habla y veo a la esquina los pies de mi hermana, me acerco y ella se encuentra apoyada con su uniforme manchado de sangre, mientras se agarra el vientre.
—Elise ¿Cariño que te paso? — Le digo acercándome a ella, mirándola de cerca, tenía toda la cara golpeada, y llena de tierra, heridas que se provoca al tratar de salir. Tomo un pañuelo para limpiar su rostro, pero como hacerlo, estaba lastimada y ella no podía hablar tan fuerte.
—Me duele el pecho... — Trato de moverla, pero tenía una gran herida en el vientre, se estaba desangrando y no había nada que hacer, no podía hacer nada.
—Traigan a un médico — Les grito mientras con el trapo le detengo la herida, entre más presionaba más sangre salía.
—Hermana... No fue tu culpa... — Me dice mientras comienzo a llorar, ella leía mi mente prácticamente al instante —. No duele...
Hasta en estos momentos mentía.
—Vas a estar bien, tranquila — Le digo mientras las lágrimas no dejan de caer ella estaba tan serena —. ¿Dónde está el medico?
—Vanessa... — Me toma Riddle del hombro mientras niega con la cabeza.
—Mark... me pidió... matrimonio... dije... que... sí.... — Me dice mientras se limpia la cara, en este momento ella pensaba en él, ella era una niña...
—Perdóname... No te cuide como debería... debí de a ver hecho más... debí de alejarte de todo lo que pudo haberte dañado... debí — Las lágrimas no me dejaban hablar mientras ella me escuchaba atentamente con una sonrisa —. Te amo tanto Elise.
—Fuiste la mejor hermana... Yo también te amo mucho — Le sostengo la mano, mientras ambas nos quedamos en silencio, hasta que sus ojos dejaron de mirarme y sus manos de sostenerme, ella había dejado este plano sin dejar de verme. Comienzo a llorar mucho más fuerte pues la había sostenido cuando apenas tenía 2 días de nacida y ahora sostenía su cuerpo pesado por el dolor, el medico jamás llego. Y yo solamente yo cargaba el cuerpo de mi hermana hacía el campamento, las sonrisas de todos se desvanecieron cuando vieron que no la cargaba viva, si no solo era el cascaron de la esencia de mi pequeña hermana, los caballeros desenvainaron su espada y el cielo lloro la perdida de mi hermana pues la lluvia no se hizo esperar, era como si solo lloraba para ella...