Capítulo 2: "El Vínculo de los Destinos"

La librería "El Rincón de las Almas Entrelazadas" emanaba una sensación de calma en medio del bullicio del pueblo de Vellichor. Entre estanterías de madera oscura y libros antiguos, Lucas paseaba con la mirada perdida en títulos olvidados. Cabello plateado y ojos color miel, su presencia era como la de un personaje de un cuento de hadas. Pero había algo más en su mirada, una inquietud, una búsqueda.

Un libro llamó su atención. Su cubierta era de cuero envejecido y sus páginas parecían susurrar promesas de conocimiento ancestral. Lucas lo tomó entre sus manos, sintiendo una conexión instantánea. A medida que hojeaba las páginas, una hoja en particular cayó al suelo. Un mapa detallado del bosque, adornado con símbolos mágicos, estaba ante él. Un misterio latía en cada esquina del pergamino.

La brisa del atardecer lo tentó a salir a la calle, donde las sombras comenzaban a alargarse. Siguiendo el mapa, Lucas se adentró en el bosque, los árboles antiguos parecían sus guardianes silenciosos. La luz del sol se filtraba a través de las hojas, tejiendo patrones de luz y sombra en su camino.

Llegó a un claro donde una piedra antigua, tallada con símbolos, yacía en el centro. Lucas recordó haber leído sobre piedras de poder en los antiguos textos. Su intuición lo guió y, con un toque, la piedra comenzó a emitir un resplandor suave. Una puerta mágica se reveló, invitándolo a cruzarla.

Del otro lado, un paisaje deslumbrante lo dejó sin aliento. Un jardín mágico se extendía ante él, lleno de flores luminosas y criaturas que parecían sacadas de sueños. En el centro del jardín, una figura se alzaba. Seraphina, con cabello oscuro y ojos profundos, lo miraba con una mezcla de sorpresa y reconocimiento.

"Lucas", susurró su nombre, su voz como el eco del viento.

Lucas se sintió atraído hacia ella, como si el jardín mismo estuviera tejido por hilos invisibles que los unían. "Seraphina", respondió, una sonrisa naciendo en sus labios.

Ella le explicó que el jardín era un lugar mágico, un espacio entre los mundos donde los destinos se cruzaban. Mientras hablaban, Lucas sintió como si el tiempo se ralentizara, como si el jardín los hubiera apartado del mundo exterior. Hablaron de sus pasiones, de sus sueños y de la sensación de que sus vidas estaban destinadas a encontrarse.

A medida que la conversación fluía, una corriente eléctrica pareció pasar entre ellos. Los ojos de Seraphina brillaron con intensidad mientras Lucas compartía sus inquietudes y deseos. Era como si estuvieran conectados de manera profunda y mágica, como si sus almas hubieran estado buscándose en silencio a lo largo de los siglos.

El sol comenzó a ponerse en el horizonte, tiñendo el cielo con tonos de rosa y naranja. Seraphina miró a Lucas, su mirada llena de emoción. "Nuestros destinos están entrelazados, Lucas. Nuestro encuentro no es casualidad, es parte de algo más grande".

Lucas asintió, sintiendo una chispa de comprensión crecer en su interior. "Siento que he estado buscando algo, alguien, sin siquiera saberlo. Y ahora que te he encontrado, todo encaja."

La magia del jardín parecía vibrar a su alrededor, como si el mundo mismo celebrara este encuentro. La conexión entre ellos era tan poderosa que se podía sentir en el aire.

El último rayo de sol se desvaneció, y el jardín comenzó a disolverse, como si fuera un sueño efímero. Seraphina y Lucas se miraron con una determinación compartida. Sabían que este encuentro solo era el comienzo de un viaje lleno de misterio y descubrimientos.

"Nos encontraremos de nuevo", prometió Seraphina, su voz resonando en el aire.

Lucas sonrió, sabiendo que el destino los llevaría a más aventuras juntos. "Hasta entonces."

Y así, mientras el jardín mágico se desvanecía, el vínculo entre Seraphina y Lucas quedaba sellado por la magia del Rincón de las Almas Entrelazadas.