Los gritos de alegría se hicieron presentes al finalizar el campeonato. Y yo, como muchas otras veces, volví a perder. Salí de aquel polideportivo, suspirando, hasta que dejo de notar el viento en mi cara y mi mirada se concentró en lo que estaba sucediendo delante de mí.
Pude ver como alguien estaba intentando robarle la mochila a un joven, a plena luz del día pero aprovechando que todos estaban dentro. No pensé mucho en mis acciones, solo recuerdo que fui hacia él controlando que no pudiera verme y cuando vi el momento, solo le hice una de las llaves que tanto había ensayado.
Aunque no lo logré noquear, si pude llegar a retenerlo y que la víctima pudiese pedir ayuda. Enseguida pude ver como la gente que salía, empezó a rodearnos y mi expresión interna cambió en cuanto pude ver que aquel día había ganado otro tipo de medalla.