Nos pasamos la vida entera tratando de conocer el amor, buscando en bares, discotecas y antros un rastro que nos lleve a ese sentimiento. A veces caminamos con los ojos bien abiertos con la expectativa de si esta vez lo veremos, otras por el contrario nos volvemos tan ciegos que este nos pasa justo en frente y no somos capaces de verlo.
En esta época para la la más hermosa del año, pero también la más triste y la más difícil de sobrellevar sólo pienso en el amor de mi familia y de mis amigos, pues es y ha sido ese amor el que me ha tenido de pie cuando todo a mi alrededor se derrumbó.
He caminado al lado de la tristeza y agarrando las manos de la soledad y la desesperacion, he vivido alejada del mundo pero con el corazón en mi familia, siempre luchando para sacarlos adelante, para que sus tristezas, sus miedo y sus decepciónes sean superados.
Debo agregar que aunque todo parece una vil mentira, un juego cruel y despiadado que la vida misma ha tenido conmigo es la más cruel realidad y así entre risas y juegos hoy me siento más sola y vacía que nunca.
Soy un ser humano como tú o como cualquier otro que solo quiere y sueña con ser feliz. Yo no busco riquezas, ni carro, ni lujos nada de eso, lo único que yo busco es tener un poco de paz en mi corazón, que por fin estos sentimientos puedan ser libres y dejen de ser prisioneros en esta carcel que se ha vuelto mi vida.
No sueño con una familia o hijo porque se que esa bendición es demasiado para mi, no sueño con un hombre amoroso, un príncipe azul que me despierte cada mañana con un dulce buenos días, no quiero nada más que algo tan simple y a la vez tan difícil de obtener como La Paz misma.
He decidido cambiar, es diferente darme la oportunidad de amar y ser amada pero siento que es tan difícil lograr ese propósito porque aunque estén miles a mi alrededor siento un enorme vacío dentro de mi.
Cuantos de ustedes se sienten como yo? Como si hubieran perdido el control de sus vidas, como si ese timón estuviera dando vueltas incontrolables y tú no tienes la fuerza suficiente para tomar el control.
Dicen que todos somos capaces de cambiar nuestra propia existencia, es una de las virtudes que tiene el ser humano, el ser perseverante, el no rendirse jamás, pero no les pasa que un día amanece y te preguntas: que se supone estoy haciendo conmigo? Y es allí donde empiezas a hacer todo por inercia, porque no tienes nada más que hacer que seguir el orden lógico y acostumbrado de tu vida y aunque rías a carcajadas sabes que ese vacío se encuentra latente dentro de ti, simplemente te haces el loco y sigues como si nada ignorando un demonio que cada vez se vuelve más y más fuerte.
Un escritor escribe y plasma sus sentimientos, sus pensamientos, muchas veces disfrazados entre personajes de una novela ficticia, una fantasía, un amor de mentiras, un sueño sin cumplir, que en algún momento sin querer queriendo se convierten en la realidad de sus vida.
Yo no soy escritora por el contrario creo que no soy lo suficientemente buena para ser llamada de tal forma. Yo solo soy alguien que se esconde detrás de un seudónimo para poder sacar tantos sentimientos que se guardan y se han guardado en un triste corazón que no ha tenido ni la fuerza, ni la confianza de contárselo a alguien, ni siquiera a quien llama su mejor amiga. Y es que abrirme hacia otras personas ha sido tan difícil para mí, que preferí dibujar una sonrisa, una falsa sonrisa en mi rostro para poder evitar que me preguntaran ¿estás bien? Y es que esas dos palabras pueden ser tan dañinas como el veneno mismo, saben lo difícil que es decirle a todo el mundo claro que sí y mentirles de frente siempre mostrando una hermosa sonrisa siendo la chica divertida que hace reír a todos, pero no saben ellos que detrás de esa farsa hay muchas lágrimas derramadas cada noche, hay un dolor profundo que no deja de emanar, hay un vacío que carcome mi alma cada vez más. Y no, no es un vacío que se llena con un hombre, es un vacío causado por las desgracias, por sufrimiento y por el dolor que ha tenido que padecer tu familia y que año, tras año te persigue para esta fecha llamada navidad.
No pueden entender estas palabras si no conocen el inicio de todo. Les abriré la puerta de mi pasado, una puerta que he mantenido cerrada por mucho tiempo, pero escribir este libro sin contarles todo no tiene ningún sentido, además quiero que vean más allá de lo normal, quiero que vean y tomen la fuerza que necesitan para salir a delante de algún problema o situación porque no están solos y para que entiendan que todos luchamos una batalla diferente. No quiero que me compadezcan, ni nada por el estilo tomen mis vivencias para salir de esas situaciones que quizás los hacen sufrir, sean valientes , levántense, sacúdanse los golpes y continúen avanzando, que aunque hallan días grises como el que nubla mi corazón hoy, no se puede perder la Fe, ni tampoco rendirse a mitad del camino. Todos tenemos días oscuros, en los que nos sentimos como una cucaracha que todo el mundo quiere pisotear. Bueno, es en esos momentos en los que más fuerte debes ser, no puedes darte por vencido.
Empezaré contando que tengo cinco medios hermanos, cuatro de ellos por parte de papá y uno por parte de mamá (lo se mi padre era bastante mujeriego). Conocí a mi padre cuando tenía seis años de edad, soy criada prácticamente por mi abuela, mi madre se hizo cargo de mí ya cuando estaba grande.