Capítulo 17

En la manada Park se encontraban contentos de ver a su Alfa regresar sano y salvo en compañía del omega secuestrado, incluso YooRa había terminado lanzándose al pequeño lobo entre lágrimas para abrazarlo hasta casi apachurrarlo, de no ser por ChanYeol que logró arrastrarla lejos, el pequeño lobito estaría pataleando para que lo soltaran y así poder tomar el aire que le estaban quitando. ChanHyun estaba contento de ver de vuelta a BaekHyun y se lo dijo, pero en el momento en el que vio hacia su hijo su mirada cambió a una más seria y entre jalones de oreja, se lo llevó para dejar a BaekHyun con su esposa quien estaba por llorar al igual que su hija pero se aguantaba tanto como podía.

—Oh pequeño Baek, fueron dos días y perdiste un poco de masa muscular —Comentó YoungMi acariciando la cabeza del pequeño lobo por entre las orejas mientras lo observaba. —Vamos adentro, prepararé comida para que puedas comer tanto como quieras.

—Yo también tengo hambre mamá —Comentó YooRa yendo detrás de ellos mientras los otros volvían a sus quehaceres en la manada.

—Tú comiste hace media hora Park YooRa, no vas a volver a comer —Regañó YoungMi viendo molesta a su hija quien no tenía vergüenza en esos momentos de andar haciendo berrinche.

BaekHyun reía en su mente mientras seguía a la mujer mayor a la cocina, sentándose a un lado de la mesa para esperar la comida, su estómago hacía pequeños ruidos que él ignoraba y YooRa, quien había dejado de insistirle a su madre para que la alimentara de nuevo, fue hacia uno de los estantes donde sacó unas galletas que su hermano guardaba y que no le gustaba que se las comieran para darle unas cuantas a BaekHyun; ambos comían con tranquilidad mientras esperaban a que YoungMi comenzara a servir la comida.

Unos minutos después, a la cocina entró ChanYeol ya vestido y llevando consigo una camisa y un pantalón chándal, el más pequeño que encontró en su armario para extenderle la ropa a BaekHyun quien terminó de masticar la galleta que tenía en la boca antes de colocarse detrás del alto y pasar a su forma humana, tomando la ropa para vestirse, teniendo que hacer un nudo en el elástico del pantalón para que no se le cayera, notando que la camisa le quedaba igual de grande como las que tenía en la cueva... En ese momento se dio cuenta que dichas camisas las había dejado en aquel sitio y no se había acordado de eso hasta esos momentos, esperaba que ChanYeol no las extrañara por lo pronto. Fue a sentarse de vuelta con YooRa y siguió comiendo aquellas galletas que la mujer había sacado de algún lado para compartirle.

—¿Qué están comiendo? —Cuestionó ChanYeol viendo a BaekHyun bastante contento al comer.

—Unas galletas que tenías en un estante, a Baekkie parecen gustarle —Comentó YooRa como si nada y sonrió viendo al castaño asentir para darle la razón.

—Tienen un sabor a jamón artificial pero están bastante ricas o quizá es mi hambre el que las siente ricas —Comentó BaekHyun extendiéndoles algunas a ChanYeol. —Come algunas, Yeol.

El nombrado frunció el ceño hacia su hermana quien se hacía la que no sabía que no se podían tocar y suspiró luego de ver de vuelta a BaekHyun quien comía bastante tranquilo, no era posible para él negarle sus galletas favoritas a su omega, así que solo se acercó para abrazarlo contra su pecho y unírsele en la entrada antes de la comida, le había comentado muy por encima la situación de lo sucedido al otro lado a su padre sin darle demasiados detalles, sólo lo básico y lo importante que era mantener vigilado a BaekHyun, aunque ChanHyun no parecía contento con que su hijo se guardara toda la demás información, pero entendió que su hijo tenía planeado ya qué hacer con la situación, por ello lo dejó salir rápido de aquella charla sabiendo que no quería quitarle la mirada de encima a BaekHyun y lo entendía.

—Dejen las galletas o no tendrán espacio para la comida —Regañó YoungMi con preocupación.

—Lo siento —Respondió BaekHyun obedeciendo a la mujer y terminando la última galleta que tenía a medio comer.

—ChanYeol y YooRa, también es con ustedes —Comentó YoungMi viendo a sus hijos con seriedad antes de detenerse en su hija. —YooRa ya comiste, ya deja de andar tragando tanto o tu omega te cambiará por una alfa más bonita y con mejor cuerpo.

ChanYeol se burló de las palabras que su madre le dirigió a su hermana, recibiendo un golpe de parte del castaño que lo hizo mantenerse callado y YooRa estuvo por burlarse de eso de no ser porque la puerta principal se escuchó ser abierta y azotada contra la pared mientras cinco lobos, tres de ellos más grandes que los otros dos, pasaban por esta hacia la cocina y deteniéndose al ver que efectivamente, BaekHyun había vuelto a casa. Primero se escuchó un par de gemidos lastimeros de los dos lobos más pequeños y luego un grupo de huesos crujiendo, los cinco recién llegados —Ahora humanos— se abalanzaron contra el castañito quien chilló por la sorpresa, correspondiendo luego el abrazo a sus hermanos quienes estaban frente suyo y dejándose abrazar por los tres alfas detrás quienes estaban bastante contentos de verlo sano y salvo de vuelta en la manada.

Pasó al menos minuto y medio cuando ChanYeol separó a sus betas del cuerpo de su pareja entre gruñidos molestos, recibiendo un par de regaños —De SeHun y JongIn— y un zape en su nuca —Por YiFan—, los tres betas veían molesto al azabache por haberse ido cuando ellos bajaron la guardia, habían estado preocupados pero lo demostraban a su manera y ChanYeol lo sabía a pesar de estarse quejando por la falta de tacto del golpe en su cabeza, pero YiFan había dejado de prestarle atención para revisar que BaekHyun estuviese bien.