CAPÍTULO III

Parte II

Jacob toco repetidas veces la puerta de su hermana la cual permanecía con seguro, y en susurros la llamaba, y  al otro lado de la puerta Addy con dolor escuchaba  su nombre salir de la boca de su hermano, sus lágrimas empapaban su rostro, no lo quería ver, no quería que la viera así, tan expuesta, tan débil, como su madre le recordaba constantemente. Jacob reposo su frente en la dura madera y cerró los ojos, sabía que algo pasaba, lo sentía, y con lentitud se dejó resbalar hasta quedar sentado en el frió suelo. El silencio y el dolor eran los participantes de aquella fría noche, en donde se dejó cernir sobre los oscuros pasillos. 

Griselda admiraba como la fiesta llegaba a su fin con la embriaguez del señor James, quien ya no podía mantenerse en pie y era auxiliado por Margarita, la ama de llaves que era la única que lo mantenía en pie, los ojos de Griselda se desviaban en busca de unos ojos azules, que tristemente no encontró y con las ansias carcomiéndola de manera sigilosa escapo de la vista de todos y deambulo por la vacía sala, en donde no encontró su presencia, termino por subir a la segunda planta en donde se encontraba las recamaras y en las escaleras se topó con la mucama  que parecía exaltada y bajaba con rapidez, Griselda siguió su camino, sin deparar lo que le esperaba. Al llegar por fin a la planta alta se topó con un pasillo lleno de cuadros y de muebles con múltiples puertas, una pregunta vino a su cabeza y era ;¿ En cuál de todas esas habitaciones dormirían sus pequeños Bélanger? y ante aquella pregunta su imaginación recreo a dos niños de cabellos rubios y ojos azules corriendo y gritando por el pasillo, su sonrisa se ensancho más al imaginar todo aquello, con sigilo camino por el pasillo y al llegar a una esquina se giró y se topó con la imagen más hermosa que pudo preservar en sus recuerdos; A un Jacob sumido en la profundidad de sus sueños, estaba recostado en una puerta de madera, todo su lado derecho reposaba en la puerta, y sus pestañas largas descansaban en su tenue piel pálida, ocultando el cielo que se ocultaba tras esos parpados, Griselda admiro tal imagen tan...angelical ante sus ojos, y el tiempo pareció detenerse, su corazón se encogió y un sentimiento de calma llego a ella junto a un suspiro de un inocente amor, lo admiro, admiro a aquel joven que se adentraba en sus constantes pensamientos, lo admiro todo lo que pudo, pero, no le pareció suficiente, guardo aquella imagen como si fuera su recuerdo más preciado, esperaba que no fuera el único que tuviera de él, de ambos.

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¡Estoy emocionadisíma por el lanzamiento de SPECTRE!

¿Y ustedes ya la leyerón?