El secreto de Lesya

Tercer capitulo

Veo a mi pequeña Inha ingresar al templo lo cual me entristece mucho, pero es lo mejor que puedo hacer por ella, mientras me llama la atención la sumo sacerdotisa del lugar quien me dice que no me preocupe que ella personalmente cuidará de mi hija ya que conoce quien soy, le advierto que si le pasa algo a mi pequeña no responderé de mis acciones.

Me encamino hasta el lugar donde supuestamente trabajo que es lo que le hecho pensar a mi pequeña por todos estos años.

Recuerdo que el día en que llegué, la sumo sacerdotisa del templo de la luz  del dios Veles al ver mi mano entendió quien era yo, por lo que me hizo entrar inmediatamente sin hacer preguntas, mientras que las siguientes al mando se opusieron a mi ingreso por lo que tuve que pasar por difíciles situaciones, empezando ser la persona de servicio cuando nunca había hecho algún oficio en mi casa pero aprendí en este lugar, también la sumo sacerdotisa me enseñó  a ser la más grande sacerdotisa y a dominar los poderes que con el puesto venía, por lo que tenia que estudiar todas las tardes y en la noche cuidaba de mi pequeña.

El día que complete 20 años de edad una de mis hermanas intentó arrebatar el puesto a la sumo sacerdotisa hiriéndola de muerte, ese día las miembros del templo conocieron mi secreto, mi verdadero poder y supieron quien era yo, soy la hija de la sumo sacerdotisa del principal templo del dios Veles y por mi sangre recorre los poderes de ella ya que al momento de su muerte son heredados por su primogénita, además soy la escogida por el mismísimo dios quien al momento de cerrar el pacto de vida he aceptado ser su hija. Por lo que soy una valquiria en el cuerpo de una humana.

El día en mención mate a la que sublevó con mis propias manos metiendo mis manos dentro de su pecho y arrancando su corazón mientras me rodeaba una fuerte luz de divinidad luego acompañe a mi maestra a los campos cercanos al Valhalla. A mi regreso las miembros del templo se arrodillaron ante mi, reconocían a quien estaba parada frente ellas, a lo que les pedí que se levantaran ya que yo respetaba la jerarquía del templo y a quien le correspondía ser la nueva sumo sacerdotisa era a la más antigua luego de mi maestra.

A muchas no les gusto la idea, pero aceptaron mi decisión, ya que si aceptaba tendría que dedicarme todo mi tiempo al templo, pero tengo una pequeña que es la fuerza que me ayuda a seguir, y no la podía dejar sola. Además, quiero una vida bonita para ella. Aunque al siguiente día mi Inha se ofreció a ayudarme lo cual me conmovió sus palabras, por lo que decidí sacarla del lugar y llevarla a una casa solo para las dos, lo cual hasta la actualidad lo he cumplido.

Llego al templo de la luz, abro la puerta e ingreso me esta esperando con ansiedad la sumo sacerdotisa de nombres Lera, quien una vez que me ve me dice que tengo un comunicado, llevándome de inmediato hacia la parte alta del templo en el hay un gran reloj que es un círculo de piedra en el centro se encuentra una vara con la cual nos damos cuenta del tiempo en conjunto de la luz que nos proporciona el sol. Es por eso que somos el templo de la luz.

Junto al reloj se encuentra una flecha de fuego de la cual cuelga un listón con el lugar donde será la próxima guerra, solo las valquirias podemos tomar las flechas de fuego y leer el listón que cuelgue. Si algún humano tocara la flecha se quemaría al instante por lo que su muerte es inminente.

Acudo hasta la recamara donde compartía con mi hija para ponerme mi traje de batalla con todos mis juguetes los cuales son protegidos por mis hermanas del templo.

En este pueblo soy su protectora por lo que no puedo permitir que las guerras lleguen cerca de este lugar. Cada vez que salgo a mis misiones pongo una barrera alrededor del pueblo para cuidar de mi pequeña.

Ya que Marena odia a las valquirias humanas porque no le sirven, por eso mató a mi madre por que ella le servía a Odín.

Luego de ponerme todos mis juguetes me convertí en cuervo y Sali del templo di vuelta alrededor del pueblo estableciendo el campo protector y me dirigí hacia el campo de batalla que se encontraba descrito en el colgante de la flecha. Me posé en un árbol y pude ver como dos grupos de personas peleaban a muerte con diferentes tipos de armas, unos utilizaban arcos con flechas, otros espadas o hachas y se protegían con diferentes tipos de escudos.

Esta lucha duro tres días donde murieron muchos hombres fuertes, cuando la lucha llegó a su fin, los ganadores se fueron del lugar a recuperar el botín que afanaron a los perdedores, habían recuperado el pueblo que en meses anteriores había sido profanados por los perdedores.

Cuando ya no había ningún sobreviviente tomé mi forma de valquiria la cual era un ser de luz con piel de porcelana el cabello rubio que brillaba como el sol, con un vestido blanco y una armadura como la utilizaban los antiguos vikingos, este traje me protegía de los dioses que me quisieran dañar. Además, utilizaba sandalias de correa como las de las ninfas y no botas, en mi cabeza aparecía una tiara que al tomarla en mis manos se convertía en un arco y al expandirlo aparecían flechas de fuego que podían dañar a cualquier ser. Esta tiara me la regalo el dios Odín, por lo que nadie más la tiene y no la utilizo sino solo en casos necesarios. De la palma de mi mano salía una espada de fuego arma que utilizábamos todas las valquirias.

Llame a las almas de los muertos que estaban en el lugar escogiendo entre ellas a los que me seguirían al Valhalla, mientras que las otras almas irían a otros lugares según se lo habían ganado.




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