El secreto de los guardianes 1

Capítulo XXIX - Flashes

Capítulo XXIX
Flashes

Anna peinaba con delicadeza el largo y rubio cabello de Rapunzel, desenredando con suavidad las hebras, sin parar de hablar en el proceso. La reina desbordaba cólera y un amargo sentimiento de tristeza, sus palabras paseaban entre la ira y la desilusión, para luego empaparse en una quieta melancolia, Rapunzel aún no terminaba de descifrar como se sentía realmente su prima.

Según había entendido la rubia, Elsa había vuelto ilesa, ya había despertado y supuestamente había entablado más allá de una amistad con el señor de la oscuridad. Era una locura, una total locura. El hecho sumado a la muerte de Sandman los sumergían en una enorme incertidumbre.

- ¿Estás segura? - preguntó en medio de una pausa - ¿De verdad crees que Elsa se enamoraría de alguien así? ¿Tan rápido? - las dudas de Rapunzel trataban de hacerse espacio en la cabecita de Anna

- Es lo que Kristoff insinuó - repuso, enfureciendo aún más, soltó los cabellos de Rapunzel para voltear y apretar el cepillo entre sus manos - ¡Quizás cuántas cosas más me ha ocultado! - exclamó, Punzie se volteo a verla aún sentada en la silla

- Quizás tenía sus razones - Anna volteó a verla con una expresión molesta - sé que es tu esposo, pero también tiene su honor, la discreción es una cualidad valiosa

- ¡Deberías apoyarme! - se quejó

- Y lo hago, Anna, por su puesto que lo hago. Pero también debes tranquilizarte

Rapunzel no entendía porqué Anna estaba tan alterada, todo era incierto hasta cierto punto, se sacaron conjeturas apresuradamente antes que nada, el resultado fue una reina molesta y un rey lastimado, seguramente Elsa tendría algo mejor que decir ante eso.

Anna dejó el cepillo a un lado para comenzar a hacer la trenza, la rubia volvió a mirar al frente, manteniendo una postura recta.

- Ella siempre me decía que uno no se puede enamorar de alguien que acabas de conocer - soltó Anna una vez avanzó un buen tramo el trenzado

- ¿Ves? Quizás solo intentaba ayudar... ¿No dijiste que estaba lastimado cuando lo encontró?

- Si, supongo - respondió - Elsa no estaba muy segura

- Quizás hay algo más ahí de lo que piensas, deberías indagar más, quizás haya algo ahí que nos ayude

- ¿Tu crees? - preguntó ahora duditativa

- Si, ya sabes cómo es Elsa, es demasiado correcta como para desviarse de sus propias reglas

Rapunzel se volteo para mirar a Anna ante el silencio de esta, descubriendo un silencioso rostro lleno de lágrimas, Punzie se levantó rápidamente a abrazarla.

- Ay, Punzie, ¿Y si me equivoqué? - se lamentaba entre hipos - le grité cosas horribles - la aludida comenzó a limpiar las lágrimas de su prima

- Tranquila, Elsa entenderá, ella te ama - la consoló

Los golpeteos en la puerta desconcentraron a ambas reinas, Anna limpio sus ojos con su antebrazo mientras sorbía su nariz, Rapunzel buscaba unos pañuelos para ella. Los golpes se hicieron notar nuevamente con menos paciencia.

- ¿Si? - levantó la voz Anna, ahogando su voz temblorosa por el llanto

- ¿Anna? Estoy con Hiccup, necesitamos hablar con Elsa y los guardianes - exclamó al otro lado de la puerta Mérida

Anna abrió rápidamente las puertas para encontrarse con los enormes ojos azules de Mérida y la mirada profunda de los verdes de Hiccup, ambos con expresiones urgentes.

- ¿Qué sucede? - preguntó ansiosa

- Es Runa - dijo Mérida

- ¿Quien es Runa? - preguntó Punzie que había llegado junto a Anna al portal

- Es la niñera de mis hermanos...

- Eso no importa - interrumpió Hiccup - creemos que ella escapó del Coco

- ¿Qué? ¿Porqué?

- ¡Escapó de debajo de una cama! - exclamó Mérida

Ambas reinas compartieron una mirada duditativa entre ella, ninguna entendía de lo que hablaban los otros dos, pero si entendían algo; el único ser que vivía bajo una cama era Pitch Black.

Anna amarró rapidamente con un liston la media trenza que había hecho en Rapunzel, para luego ambas salir junto con los recién llegado en busca de algún guardian. No pasó mucho para encontrar a Norte saliendo de la habitación de Elsa.

- ¡Santa! - exclamó Anna llamando al guardian

- Su magestad - respondió el otro - ¿Qué sucede? - preguntó al notar la urgencia de los recién llegados

Norte era un ferviente creyente. En un principio su historia como guardian no inicio precisamente con el pie correcto, con el tiempo Norte supo abrazar su labor, convirtiendose así en el fiel guardian que ahora era, el cual confiaba en los deseos de su líder, respetaba los designios de la luna. Proteger a los niños de los males del mundo se había convertido en parte de su identidad. El viejo guardian confiaba en Elsa plenamente, reconocía la esencia de su espíritu, ya entendía su centro, aunque ella no lo hiciera.

Hiccup había tomado la palabra, explicándole a Norte la historia de Runa, haciendo hincapié en la cama del bosque de la cual escapó. El guardian del asombro analizó con cuidado la nueva información.

- Interesante - dijo como respuesta mientras se frotaba su larga barba blanca - tenemos que decirle a los demás - susurró disponiéndose a ir al salón principal

- ¿Dónde está Jack? - preguntó Hiccup con la misma urgencia que antes

- Salió junto a Elsa - respondió mientras los guiaba al salón principal, dónde se supone estaban Conejo y Hada

- ¿Con Elsa? - interrumpió Anna entrometiéndose en la conversación

- Si, su hermana no estaba satisfecha con lo hablado y se fue decidida a buscar la verdad, su magestad - informó - dijo que irían a un río de la verdad

- Ahtohallan... - musitó ensimismada

Una vez más su hermana se había marchado sin ella.



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En el texto hay: jack frost, frozen, elsa arendelle

Editado: 25.09.2024

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