El secreto del Alfa

Capítulo XIX: Secretos

Erick caminaba al lado de Aurora, el vampiro seguía sin poder creer que estaba tan cerca de ella, había pasado tiempo y al fin la tenía a su lado… casi porque su mate era otro. Tenía 500 años de vida y seguía sin comprender la conexión que sentía por aquella rebelde pelirroja.

El grupo de rescate se detuvo a descansar en medio del bosque, todos tenían hambre y más Erick hace mucho que no consumía su merecida porción de sangre pero a él no le gustaba la sangre de licántropo demasiado dulce, y menos la de bruja muy agria.

–Fue demasiado fácil– Liam rompió el silencio con su comentario pesimista– Algo está mal.

–Sorprendentemente, concuerdo contigo– coincidió Henry– tal vez esto solo sea un engaño.

–Dejemos que Erick disfrute de su libertad, después nos preocuparemos por eso– dijo Aurora recostándose sobre la hierba.

La pelirroja demostraba confianza pero muy dentro de sí sabía que algo iba a suceder en Cuxem pero se sentía feliz al haber podido liberar a Erick de aquel encierro.

–Aún sigo sin comprender como pudo abrir la cripta de los caídos– dijo Rowina con incredulidad– Nadie había podido hacer eso.

–Es una licantropa y tiene ascendencia de hadas y brujas– dijo Erick encogiéndose de hombros– no es algo normal pero lo hizo y me alegro de eso.

–No deberías estar tan alegre– dijo Henry– ¿Qué harás ahora?

–Recuperar mi reino, probar mi inocencia…–Respondió Erick con seguridad– Bueno iré a cazar al menos un venado, muero de hambre.

Y sin más el castaño se va mientras Aurora lo mira fijamente sin saber que esperar de ese personaje, sí había confiado en él porque es fácil cuando solo se aparecía en sus sueños pero ahora… ese ahora le daba miedo a Aurora.

–Ojala tuviéramos esa confianza– dijo Henry– debemos regresar antes de que se den cuenta que la Luna de la manada no está.

–Si Richard no se ha dado cuenta de que Aurora no esta será un milagro.

Después de lo que fueron quince minutos Aurora fue a buscar a Erick quien no se encontraba muy lejos, el vampiro le daba la espalda, Aurora se acercó a él y le toco el hombro, el vampiro se volteo y Aurora dio un salto hacia atrás por la impresión.

Normalmente los ojos de Erick estaban negros pero ahora que se había alimentado estaban rojos pero nada comparado con los vampiros que se había encontrado en el mundo humano, estos ojos la veían con cierta inseguridad y ternura.

–Gracias– dijo Erick limpiándose la sangre de la comisura de sus labios, el castaño al ver la confusión de la chica añadió– Por sacarme de la cripta.

–Hubieras hecho lo mismo por mí. – Aurora tenía que admitir que ese vampiro le atraía, no tanto como Richard, pero tenía algo que solo quería acercarse a él y perderse en su boca.

Aurora calma tu calentura.

–Esto es difícil– Erick se aproximó a Aurora y le acaricio su mejilla– Tal vez la Diosa Luna me esté castigando.

– ¿De qué hablas?– susurro Aurora viendo fijamente los labios del vampiro– No entiendo esto.

Erick no respondió simplemente rompió la distancia entre los labios de él y la pelirroja; la tomo fuertemente de la cintura y la atrajo a su pecho, Aurora le paso las manos por su pecho y las subió hasta sus hombros. Aurora hubiera seguido con ese asunto de no ser porque su conciencia hizo acto de presencia.

–No podemos– dijo con su corazón acelerado– mi mate es Richard.

–Entonces explícame porque sentimos esto– dijo Erick tratando de mantener su distancia– ¿Por qué tu corazón se acelera cuando me aproximo a ti? ¿Por qué puedo entrar en tus sueños? ¡¿Por qué te pareces tanto a ella?!

– ¿Qué? ¡Explícame que ocurre!– Aurora le pego a Erick con furia y lágrimas en sus ojos– desde que llegue aquí todo ha sido un misterio y sé que me sigues ocultando cosas.

–Tengo 500 años y se me asigno una pareja de vida, se llamaba Eleonor– Erick se recargo contra un árbol y vio a lo lejos recordando su primera mujer– Era una bruja, murió en un incendio al término de la guerra con los primeros vampiros.

<<Años después llego Amelie con sus inocentes ojos azules, solo que ella era una hada, ella decidió fugarse conmigo, tenía el mismo olor que Eleonor; al prometido de Amelie no le pareció que lo dejara por un vampiro así que la secuestro, la violo y por ultimo me la entrego muerta en mi castillo.<<

–Por la Luna– susurro Aurora atónita – lo siento mucho.

–eso no es todo– dijo Erick con amargura– Cuando mataron a mi segunda pareja de vida, decidí hacer el consejo para que nadie volviera a hacer eso, para ese momento me había resignado a la idea de estar solo, el dios de la noche me había mandado dos parejas y las dos las había perdido.

<<Gustav comenzó a ser mi amigo gracias a que compartíamos las mismas ideas, pero desde que lo conocí a ese licántropo algo, un no sé qué me decía que me acercara a él y la encontraría de nuevo. Fue ahí donde conocía a Aimé una licantropía de ojos azules y una larga cabellera negra como la noche, era la hermana de Gustav y tenía una lengua viperina que siempre le traía problemas y pensé que por fin sería feliz con ella, hasta que al consejo se le ocurrió la grandiosa idea de que no podíamos mezclarnos entre especies.<<




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