El Secreto Del Conde

Capítulo 10

El salón de baile de St. John House estaba atestado. La temporada social había terminado y la mayoría había ido a pasar el resto de las semanas al campo. El marqués de St. John se encontraba en el centro de la pista charlando con unas viudas, era soltero y tenía aproximadamente treinta y cinco años, guapo, vividor y le encantaba gastar en exceso en putas y caballos. Esa era la información que había obtenido Aitasis mientras conversaba con la cotilla más famosa de Londres.

Aitasis observaba al marqués de St. John mientras tomaba un vaso de limonada; esta llevaba un vestido azul lapislázuli de mangas largas con solo un pequeño escote, se había traído a Agnes como dama de compañía y le había regalado un bonito vestido color crema de cuello alto. Su madre charlaba muy animadamente con dos ancianas.

—¿En verdad crees que esa mujer se va a aparecer? —Le preguntó Agnes mientras se abanicaba.

Aitasis sonrió mientras abría su abanico sin dejar de observar al marqués.

—No lo sé pero sino aparece es muy pronto para decir que "El peligro ha pasado"

La mirada del marqués se encontró con la suya.

—¿No crees que ella tiene algo en contra del marqués que mató y él hermano del conde? —le preguntó Agnes.

El marqués le sonrió y ella le devolvió la sonrisa.

—No lo sé. Según Uriel su hermano no tiene enemigos y Sussex tampoco los tenía.

<<Aunque Agnes tiene razón, si ella solo ataco a esos dos es porque hay algo muy raro allí. Tengo que investigar>>. El marqués pidió disculpas y se acercaba a ella.

—Silencio Agnes, el marqués viene para acá—le dijo Aitasis

—¿Qué piensas hacer?

Aitasis le sonrió—ya lo verás

El marqués le hizo una reverencia—Señorita Wallase espero que el baile este siendo su agrado

—por supuesto que sí milord ¿conoce a mi dama de compañía la Srta. Wood?

Este le hizo una reverencia—Un placer conocerla Srta. Wood

Ésta inclinó la cabeza—El placer es mío milord

—Me enteré de lo que tuvo que pasar por equivocación de un imbécil—continuó este—¿Cómo pueden hacer encerrar a una dama en ese lugar tan detestable? Espero que ese rufián haya sido echado

Aitasis abrió su abanico y tapó su medio rostro.

—No se imagina todo lo que tuve que pasar milord—le dijo ésta—fue horrible, por eso decidí venir a su baile. Quizás me haga olvidar un momento el infierno que tuve que vivir

—Claro que sí, eso que está sonando es un vals—le dijo este—¿Me concede esta pieza?

Aitasis tomó el brazo que le ofrecía—Gracias milord es usted muy amable—Aitasis le guiñó un ojo a Agnes

Agnes negó con la cabeza mientras observaba a Aitasis alejarse con el marqués.

—Esta chica debió ser actriz—susurró Agnes y en ese momento se acercó Elizabeth.

—¡Oh Agnes! ¡Aitasis está bailando con el marqués de St. John! —exclamó ésta

—Así es señora

—Ya es tiempo que Aitasis se case y me dé nietos saludables ¿No crees?

Agnes sonrió—Efectivamente señora

—Si deciden salir solos a dar un paseo no los acompañes ¿De acuerdo? —le ordenó Elizabeth mientras le guiñaba el ojo—el marqués jamás se propasaría con Aitasis, es un caballero. Ella no está en peligro

<<Ella no, pero él sí. Si llega a hacerlo>> pensó Agnes con una sonrisa.

—No se preocupes señora, estaré sentada aquí por sí me necesita—Elizabeth asintió y se fue.

Aitasis aplaudió cuando las últimas notas del vals fueron tocadas. Esta abanicó un poco su rostro.

—Siento un poco de calor—le dijo Aitasis a St. John.

—Déjeme escoltarla hasta la mesa de refrigerios, Srta. Wallase

—Es usted muy amable milord, pero creo que con tomar un poco de aire fresco afuera estaré bién.

Él le ofreció el brazo—Permítame escoltarla y así daremos un paseo

—Oh no milord ¿cómo se le ocurre? No quiero que piensen que lo estoy tomando para mí sola

—No pensarán eso no se preocupe

Aitasis le sonrió coquetamente—Muchas gracias

Ambos salieron del salón y caminaron por el jardín.

—La noche está hermosa ¿No lo cree milord? —le dijo esta mientras se detenía

Él se colocó frente a ella—Así es. Pero no se compara con su belleza Srta. Wallase

Ésta se cubrió el rostro con el abanico—¿Usted cree milord?

—Es la mujer más hermosa de la velada—le dijo este mientras se acercaba a ella

—Sólo soy la más joven y es su culpa por hacer un baile cuando ya la mayoría se ha ido

—quizás haya sido lo mejor y así pude apreciar mejor su belleza



#4200 en Detective
#32591 en Otros
#2208 en Novela histórica

En el texto hay: espias, nobleza, detectives

Editado: 07.06.2020

Añadir a la biblioteca


Reportar




Uso de Cookies
Con el fin de proporcionar una mejor experiencia de usuario, recopilamos y utilizamos cookies. Si continúa navegando por nuestro sitio web, acepta la recopilación y el uso de cookies.