El Secreto Del Conde

Capítulo 19

Aitasis alzó las cejas mientras la hermana de Uriel se dirigía hacia a ellos. Ésta iba ataviada con un hermoso vestido de montar color azul cielo de mangas cortas, su cabello estaba recogido en la coronilla y unos cuantos rizos se escapaban de este, sus orejas estaban perforadas con tres argollas cada una. Esto le sorprendió a Aitasis, puesto que no era muy común que una mujer inglesa tuviera tantas perforaciones. A las únicas mujeres que les había visto eso era a las gitanas.

La piel de Lady Georgia Westhampton era canela y sus ojos profundamente negros; era una mujer despampanante pero no se parecía en nada a Uriel, salvo en sus ojos y algunos gestos en su cara.

Aitasis no había visto bién aquella noche a Lady Georgia Westhampton.

Ésta se acercó a Uriel—Que bueno verte Georg...—Uriel se detuvo porque ésta le dio un rodillazo en los testículos. Este cayó al suelo gimiendo del dolor.

Las personas que pasaban por allí emitieron un grito ahogado.

—¡¿Qué demonios haces aquí imbécil?! —le gritó ésta furiosa—Iuola, Becky, Marsias y yo hemos estado cubriendo de una u otra manera tu ausencia con Wolf ¿Y qué haces tú? ¡Paseando por Hampshire! Eres un miserable, desgraciado ¡Maldita sea! —Ésta le dio una patada en la pierna. Agnes la miraba con horror y Aitasis reprimía una carcajada.

—Maldita sea Georgia...—susurró este desde el suelo.

Ésta alzó la cabeza y miró a Aitasis; la expresión de su rostro se suavizó y sonrió ampliamente.

—¿Aitasis? —preguntó y ésta asintió. Georgia pasó por encima de su hermano y la abrazó—¡Aitasis! Que alegría verte ¿Por qué nunca me escribiste?

Aitasis le correspondió el abrazo. A pesar de no haber compartido mucho con Georgia, le agradaba demasiado.

—A mí también me da mucho gusto verte Georgia, acabamos de llegar—le respondió Aitasis con una sonrisa mientras la miraba.

Ésta la miró confundida—¿"Acabamos"? —ésta miró a Agnes y le sonrió—Hola

Agnes le devolvió la sonrisa—Hola

—Ella es Agnes Wood, una amiga—le informó Aitasis

Georgia le estrechó la mano a Agnes—Si eres amiga de Aitasis entonces también eres mi amiga, llámame Georgia

Agnes asintió sonriendo—Llámame Agnes

Uriel se puso de pie mientras sacudía su saco y Georgia lo miró.

—Eres un idiota Uriel—le dijo.

Este se colocó el saco, tomó por el brazo a su hermana y la abrazó.

—No tienes idea de cuánto te extrañé—le susurró este.

Georgia sonrió en el hombro de Uriel y lo rodeó con sus brazos.

—Y yo a ti hermano—le confesó ésta—Todo es aburrido sin ti

Uriel la miró y le sonrió—Lo sé ¿Qué haces por acá?

—Salí a montar—Georgia señaló a su yegua—Wolf estaba a punto de enloquecerme

Uriel suspiró—No me cuentes, no quiero saberlo

—¿Ese es tu caballo Georgia? —quiso saber Aitasis

—En realidad es una yegua—le respondió ésta sonriendo—su nombre es Artemis

—Es preciosa. Tuve el honor de montar a Poseidón

—¡Él es sorprendente! Pero te encantará Artemis, es corredora—Georgia se quedó un minuto en silencio. Miró a Uriel y luego a Aitasis—¿Ustedes... vinieron juntos?

Aitasis miró a Uriel y este suspiró—Si Georgia

Ésta se acercó a su hermano y lo abofeteó. Aitasis y Agnes abrieron los ojos—¿Qué demonios hiciste Uriel? —Georgia miró a Aitasis—¿Enserio Aitasis? ¿Te dejaste embarazar de mi hermano?

Uriel se echó a reír y Aitasis negó con la cabeza—No Georgia no es así ¿Te parece si vamos a ese restaurante de allí? —Uriel la miró—confío en ella

Georgia los miró a ambos—Está bien vamos

***

Uriel ignoró la cara de su hermana ante toda la historia de Aitasis y todo lo que habían estado haciendo mientras bebía un sorbo de jugo de naranja y devoraba su desayuno.

Georgia era con la que mejor se llevaba, siempre habían sido muy unidos y relación era muy estrecha a pesar de que ésta la mayor parte del tiempo lo golpeaba o arrojándole cosas. Eso le sacó una sonrisa, para él su hermana era una mujer con una belleza exótica, que lograba calentar a muchos hombres con sus curvas, a pesar de no tener la belleza ideal de una mujer inglesa.

—Dios esto es...—susurró Georgia—¡Sorprendente! Esto demuestra que las mujeres no solo servimos para usar lindos vestidos y dar herederos ¡Joder! Aitasis no sabes cuánto te admiro y te envidio. No es una broma ¿cierto?

Aitasis se echó a reír—No Georgia no lo es

—Pero... esto es tan arriesgado, si los descubren tendrías que casarte con Uriel—Este se atraganto y comenzó a toser.



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En el texto hay: espias, nobleza, detectives

Editado: 07.06.2020

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