El Secreto Del Conde

EPÍLOGO

Aitasis se echó a reír al ver a una incómoda Agnes bailar con el marqués de St. John. Y de pensar que dos meses atrás estaba totalmente destrozada.

Agnes... —le había dicho Aitasis la mañana siguiente del incidente —Eris Esmeralda era la cazadora de marqueses 

Ésta entrecerró los ojos —¿Quién?

Tú hija Agnes —le dijo Uriel —Actuó por venganza. Fue violada por diez marqueses junto con otros niños más, la había vendido el que fue tú esposo 

Agnes negó con la cabeza —No... mi hija está muerta, ella...

Ella me pidió que te cuidara —le dijo Aitasis mientras sus ojos se llenaban de lágrimas —Ella no murió odiándote, su último pensamiento fue dirigido a ti 

 

Wolfram había decidido hacer un baile en honor a los condes de Westhampton en Hampshire. Parejas danzaban de un lado a otro celebrando también que el peligro había pasado.Aitasis se encontraba de pie junto a Georgia y a una muy embarazada Becky.

—Es una lástima que Iuola no pueda bajar —comentó Aitasis

 —No te imaginas como estoy arrastrando esos dieciocho años de Iuola —le dijo Becky mientras se abanicaba el rostro 

—Yo de ti no deseara eso Becky —le dijo Georgia —La vieja cascarrabias dijo que tú serías su madrina en la presentación de sociedad

Ésta la miró —No creo que sea algo malo

 Aitasis le dio una palmada en el hombro a Becky —Buena suerte —le dijo. Ésta miró en dirección a Uriel, este se encontraba bailando con su madre, la cual Aitasis le hablaba por compromiso social y luego miró en dirección a su padre, este se encontraba hablando con un grupo de conocidos. Había decidido no contarle nada a su padre, prefería seguir guardando su secreto. A continuación miró a Wolfram el cual se disponía a entrar a la sala de fumadores. 

 —¿Cuál es el siguiente paso a seguir Uriel? —le había dicho Wolfram esa misma noche del incidente —Logramos atrapar a uno de los hombres, los demás están muertos 

Yo sugiero que deberíamos esperar a que venga Bow Street —dijo Marsias 

Wolfram miró a Uriel —No veo por qué hay que esperar si Uriel es el mejor detective de Bow Street, estoy seguro que él podrá tomar una decisión 

Aitasis había visto como Uriel quedaba sin habla. El duque sabía desde hace mucho tiempo que Uriel era un detective, solo esperaba el momento justo que él se lo dijera. 

Ese recuerdo le sacó una sonrisa —Todos ustedes intentando que mi Sol de hielo no supiese que el hermoso es un detective y él ya lo sabía —comentó Aitasis

Georgia hizo una mueca—Es increíble que Wolf nos haya engañado a todos 

—Todos sabemos que Wolframio es así—agregó Becky

 —Ya regreso —informó Aitasis mientras se dirigía a la sala de fumadores. Ésta entró y los hombres que estaban en la estancia. Wolfram se llevó el monóculo al ojo.

—¿Qué sucede Ai? —le preguntó este. A Aitasis le gustaba que Wolf la llamara así. 

Ésta colocó sus manos en jarras—Mi sol he hielo tienes una definición bastante distorsionada de lo que es un baile. En un baile se baila, pero no, a ti te gusta es hacer política. Pero olvídalo Wolf, tú y yo vamos a bailar—Aitasis lo tomó por el brazo —Levántate Wolf, no me obligues a arrancarte ese monóculo por la fuerza 

Aitasis lo sacó de la sala de fumadores y lo arrastró hacia la pista de baile.

 —Mira que suerte ¡Es un vals! —Exclamó ésta —Vamos mi hermoso sol de hielo

 Aitasis ignoró la cara de pocos amigos de Wolfram y ambo comenzaron a bailar; podía escuchar las risas de Georgia y Becky. En ese momento se acercaron Marsias y Uriel; estos se colocaron justo en frente de Aitasis y Wolf.

—Oye Mar —comenzó a decir Uriel —Escuché que los duques que en vez de bailar hacen política, cuando bailan le salen hierros oxidados de partes que no se pueden nombrar en presencia de una dama 

Marsias ignoró la mirada de Wolf y fingió pensarlo por un momento—Que bueno que por aquí no haya ninguna dama—dijo.

Aitasis dejó de bailar con Wolf y los miró echando chipas por los ojos.—Sino quieren que escriba mis iniciales en sus espinas dorsales, será mejor que se vayan de aquí—les espetó ésta y ambos se fueron corriendo mientras reían.

En ese momento los músicos dejaron de tocar y las parejas que danzaban comenzaron a protestar. El conde de no sé qué cosa, Aitasis no podía recordar ninguno de los inútiles que les había presentado Wolf. 

—Les pido su atención por favor —comenzó a decir el conde —Quiero compartirles una noticia que me llena de una completa felicidad —este hizo subir a una mujer —Lady Catherine Blake acaba de hacerme el honor de ser mi condesa



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En el texto hay: espias, nobleza, detectives

Editado: 07.06.2020

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