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Agnis, completamente sonrojado, salió de la regulación mágica del encantamiento, después de un intensivo coqueteo con Ryan.           

Katie estaba jugando con sus manos cerca de la regulación mágica del encantamiento, aguardando al regreso de Agnis.           

—Me fue bien… —le contó Agnis con sus latidos de su corazón inquietos mientras se aproximaba cuidadosamente hacia ella.            

Katie lo notó, se puso de pie y, luego, lo quedó viendo fijamente. Después se abalanzó contra Agnis. Juntos cayeron al piso.           

—Te siento extraño —le decía Katie mientras estaba encima de él—. Hueles diferente —le recriminó Katie.

Katie cayó en cuenta. Se incorporó absolutamente asustada.

—Hueles diferente… Hueles diferente… —repetía Katie con un matiz medroso—. Ellos lo descubrirán —decía Katie mientras daba vuelta alrededor de Agnis.

—¿Quiénes? —le preguntó Agnis un poco desconcertado.

—Emma… —Katie tapó sus ojos con sus manos—, Sebastián… —Katie revoloteaba sus cabellos—, oh —Soltó un quejido—, Ethan… —dijo con los ojos asustadizos.

—¿Esto es malo? —Agnis sabía que ese aroma mágico impuesto por Ryan no podía ser así de bueno.

Katie le dedicó una mirada aterrada.

—Te estabas emparentando con alguien —le replicó Katie.

Quizá Agnis le entendía.

—No es verdad —la contrarió Agnis.

—No puedes hacerlo —le dijo Katie furiosa, pero había comprensión en su voz.

—¿Por qué no? —le espetó Agnis.

Katie sintió que un pilar de agujas atravesó sus sentimientos.

—Porque te estás enlazando con… —dijo Katie antes de completar la frase.

«Con nosotros», completó Katie la frase para sus adentros.

—Tú… —Agnis tragó saliva—, ¿eres como ellos? —la interrogó Agnis.

Katie conservó la calma

—No —le contestó Katie riéndose mesuradamente—, soy más como tú…

—¿Y eso es malo?

—No lo sé… ¿Es eso malo, Agnis?

—Tampoco lo sé —le devolvió Agnis.

Ambos se agarraron a reírse. Más tarde se tumbaron contra el suelo, uno acurrucado al lado del otro.

—¿Fuiste capaz de encantar? —le preguntó Katie.

Agnis asintió. «Es un ser esencial», concluyó Katie para sus adentros sin dejar que el asombro se le notara.

—Aunque no fue como me lo esperaba —confesó Agnis.

Katie volteó a verlo, con un poco de intriga.

—¿A qué te refieres?

Agnis recordó la horda de depredadores hambrientos.

—Me echaron de la clase.

Katie se impresionó.

—Regulación —le corrigió Katie—. ¿Por qué? —le preguntó después con mucho ahínco.

—Supongo que por mi aroma —le contestó Agnis sin querer hablar mucho del tema, porque siempre terminaba pensando en Ryan.

—Entiendo.

—¿En verdad?

—El aroma de los seres esenciales es desmesurado —le explicó Katie— y los seres sobrenaturales diurnos deben controlar su nocturno. Me imagino que pasaste un mal momento —Katie soltó una risa burlona.

—¿Seres esenciales? —le preguntó Agnis exigiendo una respuesta clara.

—Los seres esenciales somos…

—¿Eres un ser esencial? —la interrumpió Agnis con un matiz de sorpresa.

—Ya nos habíamos presentado —le alegó Katie.

Seguramente Agnis no había prestado atención cuando todos ellos se habían presentado, pero ¿cómo Agnis iba a prestar atención si no entendía de lo que le hablaban?

—Verdad.

—Los seres esenciales pueden utilizar los tres tipos de magia —le explicó Katie.

—¿Y ya? —Agnis no parecía complacido.

—No te compliques tanto, Agnis.

—La última vez que me lo dijiste Ethan se burló de mí.

—Ethan se burla de cualquiera.

—¿Y también coquetea con cualquiera? —Agnis se encogió de hombros.

—También —le confirmó Katie.

—¿Incluso contigo?

Katie sintió que la pregunta de Agnis la abofeteó.

—Claro que no —le contestó Katie mientras se incorporaba.

Katie ayudó a levantar a Agnis.

—Entonces no con cualquiera —le objetó Agnis.

Ambos empezaron a salir de la ciudad encantada.

—Con cualquiera, menos conmigo —le atizó Katie.

—¿Incluso con Emma?

Katie lo fulminó con la mirada.

—Con cualquiera, menos con ella.

—¿Y con Sebastián? —Agnis se estaba divirtiendo.