Agnis experimentó la muerte de Spot en el momento en el que el símbolo hechizado de Agnis se desgarró de su ser.
Agnis palpaba que se estaba sumiendo en un abismo de maldad prístina, presentía que su cuerpo decaía en los más primitivos deseos, sentía que se estaba comprometiendo con el mismísimo mal, se percataba de que sus sentimientos se corrompían a cada paso, momento e instante del tiempo.
Agnis había estado sumergiéndose en las profundidades del mal.
—¿Qué me está pasando? —preguntó Agnis con una voz transfigurada.
«Malum», pensaron todos al mismo tiempo en sincronía.
—¡Demonios! —profirió Emma al instante que clavaba en la tierra tres gruesas varas alrededor de Agnis en forma triangular—. «Encantamiento: aprehensión feérica» —encantó Emma.
Las varas se electrificaron violentamente entre sí, recluyendo cualquier esencia mágica que Agnis pudiese liberar para controlarlos. Este tipo de magia es característica de las hadas que controlan la esencia mágica de un ser potencialmente inestable.
—Muevan sus traseros si quieren seguir viviendo para contarlo —les espetó Emma con dureza.
—Aun así, no podremos contarlo —contrarió Katie.
Emma fulminó a Katie. Esta guardó silencio.
Sebastián reaccionó haciéndose enfrente de la vara que encaraba a Agnis. Ethan se hizo en la vara izquierda que rodeaba a Agnis, mientras que Emma se hizo en la vara derecha. Katie se alejó un poco de los chicos, lo suficiente como para poder hacer magia a través de todos ellos.
—«Encantamiento —Katie se acurrucó sobre el suelo depositando una de sus manos—: proyección esencial» —encantó Katie.
La esencia mágica de Sebastián estaba siendo imbuida por la vara, al igual que la de Emma y la de Ethan; como si el poder mágico de las varas se estuviera acrecentando para retener la conversión maligna de Agnis.
—«Conjuración espacial: reflejo hiperreal del espacio» —conjuró Ethan.
Al instante la electricidad envolvente se cristalizó para aprisionar a Agnis del exterior.
—«Encantamiento temporal: adjudicación hiperreal del tiempo» —encantó Emma.
Al momento ese espejo encarcelador de Ethan rutiló en distintos colores de luz, como si anunciara que el tiempo estuviera apresando la magia de Agnis.
—«Hechicería espacio-tiempo —Sebastián tomó un buen respiro—: hiperrealidad antimágica» —hechizó Sebastián.
A todo ese cristal colorido se adhirió una simbología de líneas abstractas que acogió la magia de Katie, de Ethan y de Emma para que se convirtiera en una hiperrealidad antimágica, la cual despojaría el poder dañino de Agnis fuera del mundo sobrenatural.
Cada uno de ellos estaba observando fijamente a Agnis, pues las venas cutáneas de Agnis habían sido finamente ennegrecidas.
—¿No piensan darme la bienvenida? —les preguntó Agnis como si se estuviera divirtiendo.
—No eres bienvenido aquí —profirió Sebastián.
—Por supuesto que no lo soy —Agnis esbozó una sonrisa malévola—. Sería indecoroso si lo fuera.
—No podrás salirte de estas —amenazó Katie un poco encogida de hombros.
—¿Crees que puedes retenerme?
—No tienes opción —le gruñó Emma.
—Tal vez aquí no, pero esa nunca fue mi intención.
—¿Cuál es tu intención? —le preguntó Ethan malhumorado.
—Hacerles saber que he despertado —Agnis reía desconsoladamente.
Las venas negruzcas de Agnis se desvanecieron. Con ello, Malum, la entidad del mal que reposaba en Agnis, también se había esfumado. Por un instante, Agnis se desmayó en sí, pero luego se recuperó.
—¿Qué me pasó? —les preguntó Agnis tratando de entender todo.
Katie les echó un vistazo a los chicos asegurándoles de que ese sí era Agnis. Ellos deshicieron la hiperrealidad antimágica.
—No lo sabemos con claridad —le contestó Katie mientras se acercaba.
—¿Qué fueron esos sentimientos? —interrogó Agnis.
—Suponemos que fue Malum —respondió Emma mientras se aproximaba hacia Katie.
—¿Malum?
—La entidad del mal que reposa en ti —le explicó Sebastián.
Ethan permanecía callado, pero viendo detalladamente a Agnis.
—¿Por qué en mí?
—Creemos que… Estamos seguro —corrigió Katie— de que eres Natus Vincere.
Agnis comenzó a sudar frío.
—Eso no lo sabemos aún —replicó Sebastián fulminando a Katie.
—¿Cómo están seguros?
—No lo estamos —se dignó Ethan a responderle—, solamente tenemos recuerdos vagos de lo que fuimos…
—O a veces soñamos cosas… —le dijo Emma— muy raras —Emma le echó un vistazo a Katie.
—O simplemente las sentimos —le confesó Katie regresándole la mirada a Emma.
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Editado: 23.12.2022