Me encuentro con Gabriel en una habitación iluminada por una lámpara antigua, de la sede de Barcelona. Estoy sentada en la cama de esta esperando que Gabriel me cuente toda la verdad. Lo veo caminar nervioso de un lado a otro, hecho que me inquieta, dado que nunca lo había visto así; ni siquiera cuando casi morimos en el avión o durante la batalla de tan solo hace 30 minutos.
-¿Estás segura de que quieres saberlo todo acerca de ti?
-Llevo 17 años de mi vida esperando saber quién soy Gabriel, porque soy así-le respondo.
Gabriel se acerca a mi lado y me agarra una mano al tiempo que con la que le queda libre me aparta un mechón de mi cara.
-Quiero que sepas que lo que te voy a contar ahora te lo hemos ocultado para protegerte de los oscuro; pero si al terminar la historia decides alejarte de mí lo entenderé-esto último me preocupa, pues en mi opinión no habría nada que me hiciera separarme de Gabriel-Todo comenzó hace mucho tiempo, siglos atrás, poco después de que el mundo que conocemos se creara y de que la luz y la oscuridad apareciesen en este mundo. Ante este hecho los Iluminados y los Oscuros fuimos apareciendo, para mantener un equilibrio entre la luz y la oscuridad. Yo pertenezco a la segunda generación de los Iluminados, al igual que la joven de mi medallón. Ambos conectamos rápidamente, nos enamoramos. Era un amor eterno, que duró varios y varios siglos hasta que un oscuro me la arrebató en la última gran batalla. Creí perderla para siempre; pero un fue así tal y como descubrí pocos días después. Su alma, su espíritu volvió a renacer en el cuerpo de una niña, una niña que creció en medio de la soledad y la tristeza a pesar de ser el ser más puro de todos. Hace poco me volví a reencontrar con esa niña, ahora ya una mujer y todo en ella me recordó a mi único gran amor. Esa niña eres tu Lucinda, y las personas que se encuentran en tú medallón somos nosotros. Durante todos estos años te he estado observando, vigilando, porque perderte una vez más sería insoportable. Eso explica tus poderes, eso explica porque eres tan especial. Eres una Iluminada y de las más poderosas.
Me quedo en silencio, intentando asimilar todo lo narrado por Gabriel. Antaño tuvimos una historia juntos, una historia de amor que no puedo recordar y eso me entristece enormemente. Además resulta que soy una Iluminada, y eso explica el porqué de mis poderes y porque los Oscuros me desean tanto.
-¿Lucinda, estás bien? Di algo por favor.
-Ahora todo tiene más sentido-respondo, sentándome sobre la cama-Ahora comprendo el porqué de mis poderes, porque los Oscuros me quieren tanto y sobre todo entiendo porque estoy tan perdidamente enamorada de ti. Tenemos una larga vida juntos y eso explica porque me enamoré tan rápidamente de ti. En mi interior, una parte de mí jamás te había olvidado.
Noto como Gabriel se sienta a mi lado, y como una de sus manos agarra la mía.
-Siento haberte ocultado todo Lucinda.
-Lo sé. Sé que lo sientes, y entiendo que fue por mi bien; pero a partir de ahora quiero saberlo absolutamente todo. Ahora esta también vuelve a ser mi guerra por lo visto, y no voy a permitir que los Oscuros ganen o nos separen de nuevo-a continuación siento los cálidos labios de Gabriel sobre los míos. Es un beso dulce, cargado de sentimientos de amor puro.
-Yo tampoco permitiré que nos separen mi precioso lirio azul.
-Algún día me contarás nuestra historia. Me gustaría recordarlo todo. No quiero que eso desaparezca para siempre; quiero recordar cada momento vivido a tu lado-le indico.
-Te la contaré toda, con todo detalle; pero ahora necesitamos descansar-me dice besándome la frente.
A continuación de eso nos fundimos en un gran abrazo tendidos sobre nuestra nueva cama. La lenta y pausada respiración de Gabriel es lo último que escucho antes de dormirme en sus brazos.
#47312 en Novela romántica
#22519 en Fantasía
#8976 en Personajes sobrenaturales
Editado: 03.06.2019