En la mañana siguiente Joan llega al colegio y se encuentra con Estefania que estaba apoyada en la puerta de entrada, una sonrisa casi invisible se refleja en su rostro con solo verla.
—¿Que haces parada aquí?.
—Estoy dándole los buenos días a la gente.
—¿Y como te esta llendo?.
Él observa como la gente pasa y ella los saludas, su tono de voz era bajo y monótono, nadie de todas las personas que pasaron le devolvió el saludo o un gesto, su sonrisa era incomoda, su tono y su mirada burlón, tal vez por eso nadie se lo devolvía, capaz nadie la llego oír, todos la miraban como loca y con repudio, pero ella era feliz y le gustaba hacerlo porque tal vez a una de esas personas no le hayan dado los buenos días, muchos pensaran que solo es una frase gastada y sin peso, que decir eso no importa, no suma ni resta, pero para algunos les demuestra lo atento y cortez que son al usarla, por esa razón era feliz sabiendo lo que pensarían los demas.
—¿Lo viste? ¡Esa chica me sonrió!.
Lo dijo feliz, Joan la observa y se da cuenta que esa sonrisa que vio no era para ella, si no para su amiga que se acercaba a saludarla, él quedo desanimado y prefirió callarse al ver lo feliz que estaba de que alguien le devolvió el saludo.
—Ya estoy mejorando, pronto voy a tener una amiga con quien compartir todo.
Él se ríe mientras ella le cuenta las cosas que planea hacer cuando tenga una amiga.
Las clases comienzan y se lleva consigo las horas de las mañanas.En el último receso Joan sale del curso y se va al baño, adentro escucha entrar a un pequeño grupo de personas que se reían, comienzan hablar y él se impresiona de su conversación, estaban burlándose de Estefania.
—¿Vieron a la fenomena intentando saludar?—Que estúpida, se piensa que alguien la va a saludar.—La cara ridícula que ponía cuando te decía 'Buenos días'.
Joan sigue escuchando como todo el esfuerzo de ella era ridiculizado por un pequeño grupo de ignorantes que no entendían el gran empeño que le ponía y lo feliz que le hacia hacerlo sabiendo lo que los demas pensaran de ella, frustrado sale del baño y se enfrenta a ellos, vuelve al curso mojado con la ropa arrugada.
—¿Hermano que te paso?.
—¿Estas bien?.
—Si, no se preocupen solo había una araña, me asusté y comencé a lanzar golpees para quitármela de encima.
Lo dice rapido, Estefania lo observa y ve que su mano derecha estaba con cortes.Cuando las clases terminan Joan se queda hablando con sus compañeros, Estefania lo agarra y se lo lleva a la fuerza.
—Joan, nos vemos a las cuatro en la plaza para ir a tomar algo.
Él le afirma con un gesto.Ella lo lleva hasta atras del colegio y se sientan sobre unas escaleras, él la nota pensativa, el ambiente era un silencio que se volvía incómodo con el correr de los segundos, ahogado por la situación decide romper el silencio con una pregunta.
—¿Que pasa?.
—¡Enserio! ¿Que paso?.
—Ya te dije, había una araña en el baño y me...-
—Ni que estuviera Spider-man adentro para que termines asi, no me mientas, somos amigos debemos contarnos todo y ayudarnos, yo estoy para escucharte.
Él se asombra al oir esas palabras.
—Tienes razón, lo que paso es que unos chicos se estaban burlando de ti y me enoje, eso fue lo que paso.
—No debiste hacerlo, que tonto.
—Me molesto que dijeran esas cosas tan molesta de ti, no iba a quedarme de braz...-
—Ya se que la gente se burlo de mi por hacer lo que hice esta mañana, después de todo fue ridículo, aun que fuera solo un saludo ellos se burlarian de mi, estoy acostumbrada a esto, ya no me afecta.
Su voz se iba apagando mientras sumaba palabras a su oración, con escucharla podríamos creer que esta al borde del llanto.
—¡Eres un idiota!.
Lo dice mientras esconde su cabeza entre sus rodillas para enfarñarse y sentir que desaparece.
—¿Eh?.
—Ahora todos se van a enterar que somos amigos, tu vida escolar se valen picada, ya no podrás tener más amigos.
—¿Y?.
—Que te van a decir lo mismo que a mi y no quiero eso.
—Tranquila, desde un principio lo supe.
—¿Sabes? Yo la primera vez que te hable esperaba ser rechaza, estaba preparada para eso, no para que me aceptaras, ¿Acaso eres idiota?, yo no me acercaría jamás.
—¿Porque tanta baja autoestima?.
—Lo intente por última vez ya que tu me habías visto cantar, pero me aceptaste y encima me diste fuerza para poder encontrar a mas amigos. Es algo que jamás creí que pasaría.
—Si yo te acepte, alguien mas lo va hacer, ten fe.
Él se queda hablando con ella por unos minutos que parecieron segundos, llegando la hora de irse ella se queda observándolo fijo a los ojos, él solo le regala una sonrisa corta para iniciar su pregunta.
—¿Que te pasa?.
Ella toma su mano y la abraza con sus dedos mientras poco a poco aprieta, luego la agarra y la reposa por unos segundos sobre su cabeza, después en su mejilla, en la otra, luego apoya todo su rostro en la palma de su mano.
—¿Porque no me pasa lo mismo contigo? No lo entiendo.
Él la mira como habla sola sin entender si quiera una palabra a lo que ella se refiere, suelta su mano para levantar su mirada.
—Joan, Ya son tres menos veinte, es mejor que te vayas.
Él toma sus cosas a la velocidad en la que ella lo ayuda y salen del colegio, hace unos pasos y frena.
—¿Estefania, no quieres venir con nosotros?.
—No, tengo que hacer algunas cosas en casa.
Él la acepta y decide irse, se despiden estrechando sus manos y toman caminos separados, hace unos pasos y Estefania viene corriendo de atrás y lo abraza con fuerza, por muy poco tiempo que duro, pareciera que el tiempo se detenía, su mente quedo en blanco solo para sentir sus brazos como una soga sobre su pecho, sentía como ella descansaba su cara en la espalda de su realidad, tomando posesión de su imaginación, por ese tiempo que duro ese abrazo pudo escaparse del mundo donde le tovo vivir, era libre de la angustia, las cadenas de sus tobillos que la tenían frenada y no la dejaban avanzar las pudo romper y alcanzarlo, gracias a esa espalda que no aun esta de pie, suspira mientras aprieta con más fuerza.
Editado: 26.10.2023