Despues de haber terminado la clase de gimnasia, Estefania busca sus cosas y no las encuentra por ningun lado,miraba a su alrededor en busca de aquel objeto inerte, un grupo de chicas pasa por su lado riendose mientras la miraban con gracia.
Estefania suspira mientras relaja el cuerpo pata aliviar ese momento feo que estaba viviendo, en ese instante una chica se acerca a ella.
—Si buscas tu mochila hay una tirada alla en el fondo, esas chicas merecen la muerte.
—Voy a ver si es la mia, gracias.
Ella se va en busca de su mochila que se hallaba en el fondo del patio, comienza su caminata y de pronto alguien la toma por sorpresa de atras, ella asusta, gira rapidamente y le da un golpe con su mano en el rostro, cuando se acomoda se da cuenta que era Joan.
—¿Que?! perdon, ¿estas bien?.
Él se rie para aliviar la preocupación que ella misma había provocado.
—Como la primera vez.
Él se acomoda el pelo, mientras Estefania lo observaba preocupada.
—¿Estas bien?.
—Si, no te preocupes.
Mientras hablan ella noto un tono rojo en el labio, al dedicarle la atención necesaria se da cuenta que era sangre que comenzaba a salir del labio.
—¡Estas sangrando! No tendrias que haberme asustado.
Ella con su dedo lo pasa suavemente sobre la herida limpiado el color que salia, busca en sus bolsillos, saca unas curitas y le pone dos sobre la hería que le había hecho.
—No creo que me haga falta curitas, me molestan para hablar, ¿Puedo sacarmelas?.
Su forma de hablar era distinta ya que esas tiritas lo molestaban a la hora de comunicarse, el movimiento de ambos labios se veía entorpecido.
—¡No! Por que se puede infectar y te van a tener que amputar el labio.
—¿Que? No exajeres, voy a sobrevivir a esto.
Él intenta sacarse las curitas pero ella lo detiene.
—¡¡¡No!!!.
Él se queda en silencio al oír el tono de voz tan elevado con el que se dirigió Estefania.
—Por favor, quedatelo.
Ella tenía la mirada de preocupación, se sentía realmente culpable por aquella acción en reflejo.
Él le regala una sonrisa para aliviar aquella culpa y preocuoacion que tanto la molestaban, decide quedarse con las curita puesta.
Acompaña a Estefania hasta el fondo del patio en busca de la mochila, la recoge y comienzan a caminar hacia la salida.
—¿Que hacias a estas horas todavia en el colegio?.
—Estaba esperandote, hace mucho que no hablabamos bien, como pasabas tiempo con ellas, aun no me contaste como te esta yendo.
—Son increibles.
—Bien, ahora me vas a contar bien, te invito a tomar algo y me hablas bien, ¿Que te parece?.
Ella acepta tratando de regalarle una de las sonrisas más lindas, pero para su vista había fracasado sin saber que para el corazón de aquel muchacho estaba conmovido.
Estando en el lugar comienza a contarle, detalle por detalle, por su tono de voz se notaba que estaba feliz, su cara reflejaba lo que su corazón no podía poner en palabras, cada anécdota que contaba la terminaba con una corta risa.
Luego de la larga charla salen del local, cuando se estan yendo se encuentran con Camila que estaba afuera del local, se saludan desde la corta distancia, ella estaba algo nerviosa y se va rapido tratando de engañarse a sí misma que no los había visto, ambos observaban desentendido como ella se alejaba del lugar.
Joan acompaña hasta la parada a Estefania, estando ahí el silencio que había estado presente por unos cortos minutos se ve interrumpido con Las palabras que Estefania le decía sin mirarlo a los ojos.
—Gracias.
—¿Por?.
—Por que gracias a ti pude hacer dos amigas.
—¡¿Que?! No, todo fue gracias a ti, yo no hice nada, es por tu personalidad que se quedan, no lo olvides.
En ese moneto llega el colectivo y ella sube rapido queriendo escapar de la vergüenza, se despide con una simple mirada desde la autura de aquel autobús.
Joan hace su camino a casa bajo la sombra de la oscuridad pensando en ella, como esta cambiando, estaba orgulloso por todo lo que estaba logrando, pero el miedo de pensar que no estará siempre para aliviar aquel corazón apagaba esa tenue felicidad, lamentaba saber que no podrá ahorrarle la desilusión que conlleva tener amigos, sabía que no podría protegerla de todo, es innecesario, ya que así no aprendería las enseñanzas crueles de la vida.
El llega a casa y se baña, cuando termina se va a su habitacion y se recuesta para dormir sobre su cama acompañado por la luz que alumbraba la pieza.
Comienza a soñar con su padre, caminan de la mano por un parque mientras su padre le habla, palabras que no logra entender por mas atencion que le preste, ambos se frenan y él lo abraza fuerte, poco a poco la dureza de su cuerpo se va haciendo mas suave y debil, cada vez que apretaba para sentirlo entre sus brazos, él se iba devaneciendo y tomaba la forma de una nube, antes que desapareciera en el cielo dijo algo que no logro escuchar.
Joan despierta rapido y comienza a mirar a su alrededor buscandolo entre la oscuridad de cuatro paredes, trataba de convencerse de que no habia sido solo un sueño, pero no encontraba nada mas que oscuridad y una sensacion de inmensa soledad lo invadio, se sentia desprotegido y completamente vacio.
Se sienta en su cama y comienza a recordar cuando su padre estaba vivo, su corazon le ardia mientras se partia y expresa toda sus emociones en un llanto silencioso, las lagrimas brotaban y su alma le pesaba al igual que su corazon, la sensancion de nunca volverlo a ver le oprimia el pecho cortandole el aire, se ahogaba en su llanto, sus ojos empados de lágrimas, se encontraba llorando solo en la oscuridad, su unica compañia era su fiel sombra que se hayaba a su lado
La puerta se abre y le da paso a la luz que alumbraba una pequeña parte y hacía desaparecer la sombra que era su unica compañia que seria remplazada por su madre que entraba anguistiada por oirlo, se sienta a su lado, con la delicadesa de una madre le toma la cara y lo ve con los ojos hinchados, rojos y mojados, sin si quiera preguntarle ella ya sabia por lo que habia estado llorando, ella lo envuelve entre sus brazos, haciendo reposar su cabeza en su pecho.
Editado: 26.10.2023