Capitulo 3

Los cambios no se hacen esperar.

Nunca olvidare lo valiente que fui

Al dejar ir lo que amaba.

La mayoría de las personas que no se han enamorado de verdad no entienden el sentimiento que causa el que la persona que tú tanto quieres, que le has entregado tu corazón de un momento a otro te falle. Destroce tu corazón y para completar se valla con una persona de tu mismo círculo social.

Te comienzan a decir inmadura, tonta, estúpida y muchas otras cosas, pero no saben lo que estás pasando y vienen con todas esas palabras para terminar de hacerte pedazos.

Un año antes.

Las nubes del cielo formaban figuras hermosas, el ambiente estaba precioso incluso podría decirte que parecía sacado de un cuento de Adas. Lastimosamente eso no existe por qué  la verdad es que son solo eso CUENTOS, en ellos todo es perfecto pero en la vida real todo es una mierda. Nada sirve todo es patético, en el mundo real nos ilusionamos y luego nos rompen en mil pedazos y no les importa solo lo hacen y ya.

El parque estaba casi solo, no habían muchas personas y eso era algo magnífico ya que cuando se encontraba lleno el ruido era insoportable. Me encontraba sentada en el pasto observando las nubes y esperando a mi novio, hoy cumplimos seis meses juntos y acordamos encontrarnos aquí para pasar el rato juntos. Eran alrededor de las tres de la tarde y aún no había llegado, saqué el celular de mi bolso para llamarlo pero me mandó al buzón. Era extraño que no llegara aún.

Me levanté y comencé caminar alrededor del parque para distraerme y esperar a Mathew. Estaba completamente segura que ya estaba por llegar, cuando estuve cerca de la salida del parque pude verlo y me apresure para llegar hasta donde el estaba pero me detuve en seco al ver que no se encontraba sólo.

Estaba acompañado por una chica, pero no cualquier chica era Clara. Era ella ¿No podía ser cierto? ¿Que hacen juntos? Fue lo primero que pensé. rápidamente retrocedí y me pare detrás de un árbol pero igual seguía teniendo una buena vista.

Lo que realmente me sorprendió fue que en el instante en el que se estaban despidiendo se besaron en la boca, eso me dejo en shock total ¿Cómo era posible que mi novio estuviera con mi mejor amiga? Esto era una pesadilla y una muy mala.

Me alejé lo más que pude regresando al lugar en donde me encontraba en el principio, me senté en el pasto verde y lágrimas comenzaron a rodar por mis mejillas ¿Esto era cierto? Ella me había contado que estaba saliendo con alguien pero nunca me dijo su nombre y ella tampoco sabía que yo tenía novio. Lo había ocultado bien porque no quería que nadie lo supiera.

A lo lejos pude oír que me estaban llamando. No era necesario voltear para saber que se trataba de Mathew, seque mis lágrimas y tome una respiración profunda para poder encararlo.

no podía continuar así, de ninguna manera lo haría. Cuando estuvo lo suficientemente cerca me voltee y lo mire fijo.

—Amor lamentó hacerte esperar, es que se me presento un problem…—

Lo interrumpí antes de que terminara de hablar.

—tenemos que hablar de nosotros.

Su ceño se frunció, su rostro era uno muy diferente y no dejaba de mirarme, sin embargo hablo.

—¿Qué pasa? ¿No entiendo?.

—Quiero darme un tiempo—su expresión paso a ser de confusión—quiero estar sola, concentrarme en mi y en mis estudios.

—No, por nada del mundo voy dejar que te alejes de mí.

—Es una decisión tomada.

—¿Y porque hoy? Explícame.

No podía decirle, no quería que esto se hiciera más largo. Quería que todo acabará de una vez o alguno de los dos iba a terminar mal.

—ya tome mi decisión y quiero que la respetes, ahora sí me disculpas tengo que irme.

No espere a que volviera a hablar, apresure el paso hasta que salí del parque.

Necesitaba respirar y no lo lograba. El aire no entraba a mis pulmones, se me quedaba atorado y estaba comenzando a marear me, estuve a punto de caer al suelo pero alguien me sujeto.

N sabía quién era ya que mi vista se había nublado por completo gracias a las lágrimas, su vos se oía lejana como si no estuviera a un lado de mí lo único que podía escuchar era:

—Respira todo estará bien, relaja tu cuerpo y tu mente, respira profundo.

Poco a poco mi respiración se volvió regular, la estaba recuperando y mi vista ya no estaba nublada. Todos mis sentidos estaban volviendo, cuando reaccioné y me di cuenta de la persona que me sujetaba no lo podía creer.

Era Carlos, me miraba con cara de confusión y preocupación a la vez.

Una vez que pude mantenerme de pie sola él hablo.

—Nora, ¿Qué paso?.

No era capaz de hablar, las palabras se quedaban atoradas en mi boca y lo único que hacía era llorar y negar con la cabeza y él volvió a hablar.

—Si no me quieres decir está bien, entiendo.

Yo lo miraba fijamente. sus ojos tenían Un brillo hermoso, en su rostro se podía ver qué aún estaba confundido pero conociendo lo sé que no volvería a preguntar hasta que yo fuese capaz de contarle.

Tome un respiración profunda y valor para poder decir tres palabras.

—Llévame a casa.

Él se limitó a asentir y me tomo de la mano para comenzar a caminar. Todo era silencio absoluto como si a nuestro alrededor no hubieran autos pasando por la carretera, cómo si las personas no existieran. Todo era tranquilo, al menos yo lo sentía así, una vez que llegamos a casa me voltee para agradecer por acompañarme.

Pero el hablo primero.

—Lo que sea que haya pasado, aquí estoy para ti.

No pude contenerme y lo abracé, necesitaba un abrazo y el era la persona indicada para eso. El es de esas personas que no juzga y que no te presiona para que hables de las cosas, solo espera a que estés preparado para contarle y él estará allí para oírte y aconsejarte.