El recuerdo de la sonrisa de mi tía persiste en mi mente.
Cuando bajé las escaleras, luego de haber subido a cambiar mi atuendo que a la vista de ella era indecente, la encontré festejando que había sido aceptada en Flower's Academy.
En ese momento solo podía sentirme irritada porque contestó el teléfono de mi casa sin mi autorización, ahora solo puedo agradecerle su apoyo para lograr que me aceptaran.